Salsa, Son y similares

Falleció 'Jimmy Boogaloo', reconocido bailarín de vieja guardia de la salsa caleña
'Jimmy', todo un maestro a la hora de bailar mambo, fox y guaracha, venía con quebrantos de salud desde hace mucho tiempo.

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El reconocido bailarín Jaime Castro o mejor 'Jimmy Boogaloo', uno de los íconos más representativos de la denominada vieja guardia de la salsa en Cali, falleció en su casa este martes a los 75 años de edad.

Según confirmó su amigo cercano y director de Swing Latino, Luis Eduardo Hernández 'El Mulato', 'Jimmy' padecía de una enfermedad cerebrovascular, motivo por el cual se encontraba postrado en una cama desde hace un año.

"Él fue lo máximo. Es una pérdida enorme para la cultura de la salsa", dijo Hernández al lamentar la muerte de su amigo y recordarlo como la versión más grande de la rumba caleña.

'Jimmy', experto en bailar mambo, fox y guaracha, fue el primer animador en los grilles de moda en los años 60's y 70's en Cali. Con Amparo Arrebato, Talembi King, Los Mellizos, Ofelia y Watusi, entre otros, marcaron toda una época del baile.

Por su parte, Carlos Paz, bailarín del espectáculo Delirio, lo recordó como un hombre carismático, noble y muy feliz.

"Compartimos muchas tarimas y muchas cosas. Recuerdo que tenía un oído increíble, era polifacético, es de las personas que nunca se olvidan", dijo Paz, bautizado por 'Jimmy Boogaloo' como 'el resortes colombiano’, (por su rapidez al bailar).

Además, Paz, quién también era su amigo cercano, le realizará un homenaje a 'Jimmy Boogaloo', el próximo domingo 1 de marzo en la discoteca Épica, ubicada en el sector La Luna, en Cali, a partir de las 2:00 p.m.

"Este homenaje al que asistirán todos sus conocidos ya lo tenía planeado desde hace mucho tiempo, entonces, ahora lo realizaremos con más ganas. Se mostrarán videos, fotos y recordaremos sus peculiares y picantes dichos", agregó Paz.

Entre las anécdotas y recuerdos que Carlos Paz tiene de 'Jimmy' está su capacidad de movilizar a la gente. "Era el dueño de los lunes en Cali, los balnearios de la época El Estambul, Portal de Pance y Brisas en Jamundí se llenaban cuando él era el que animaba. Nunca faltó un lunes durante 27 años. La gente lo seguía".

Alejandro Ulloa, docente universitario y reconocido investigador de la música salsa, se mostró conmovido ante la lamentable muerte de una "de las grandes figuras de la música".

"Era una persona muy alegre, tenía una magnífica capacidad para dialogar con la gente. Lo recordaremos por su buen humor; pues era un gran animador en las discotecas de Cali, ya que le gustaba hacer reír y contar cuentos jocosos", dijo Ulloa.

También, el reconocido periodista de farándula Montedgardo recordó que cuando llegó de Barranquilla fue 'Jimmy' quien le dio su primera oportunidad: laborar en 'Honka monka', para ejercer el arte de la fonomímica.

"Fuimos grandes amigos y estoy muy triste por la pérdida, pero estoy más triste porque nunca se le realizó un homenaje en la Feria de Cali", dijo su amigo Montedgardo.

El periodista agregó que 'Jimmy ' fue el mejor animador de toda la historia de la rumba en Cali. "Nunca olvidaremos su manera de bailar y sobretodo que fue el primer Director del Ballet de la Salsa."

"De él me llevo los mejores recuerdos, sobretodo porque en la calle me confundían con él: me decían 'Jimmy' ya te recuperaste y no saludás, eso nunca lo olvidaré", agregó Montedgardo.

Andrea Buenaventura, directora de la Fundación Delirio, lo cataloga como "la esencia pura del bailarín de salsa, apasionado, cálido, alegre y solidario. Se nos fue un gran bailarín y un buen amigo".

Igualmente, la secretaría de Cultura de Cali, María Helena Quiñónez, recordó que en la pasada versión del Festival Mundial de Salsa se le rindió un sentido homenaje, acto al cual no asistió a raíz de sus problemas de salud.

"Lamentamos la muerte de este destacado artista, que marcó una época en la historia musical de la ciudad. 'Jimmy Boogaloo', le enseñó a los caleños y los amantes de los ritmos caribeños, cómo se debía 'azotar baldosa', dando una clara muestra de destreza, con sus particulares movimientos de cintura y de piernas", dijo Quiñónez.

'Jimmy Boogaloo', a quien se le atribuye la creación del denominado 'Pasito Cañandonga', es recordado por adueñarse de la pista en grandes bailaderos de antaño, como el 'Honka Monka' y 'Picapiedra'. También hizo parte del primer 'Ballet de la salsa' que nació en Cali.

La velación se realizará este martes a partir de las 2:30 p.m. en la funeraria La Ascensión, ubicada en la carrera 36 # 4D - 29, barrio San Fernando, detrás del Hospital Universitario del Valle, HUV.


www.elpais.com.co/elpais/entretenimiento/noticias/fallecio-jimmy-boogaloo-reconocido-bailarin-salsa-caleno
 
hola amigos, quisiera que me ayuden con el tema de fondo de este video... dice algo como
a ti rumbero
mueve tu cadera
a ti rumbero
para que bailes para que bailes al compas de la clave......

como se llama el tema y quien o quienes los interpretan..,.gracias

 
Señores una solicitud. En medellín donde se puede bailar salsita clàsica u oirla? No tiene que se guateque propiamente pero si clasiquita (con dirección). Gracias

more Riding less Talking
 
Murió Raphy Leavitt y por acá nadie dio nada... Bueno les dejo esto para que se erizen leyéndolo:

Así fue la tarde en que Raphy Leavitt se convirtió en caleño

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Raphy Leavitt (centro) fue un compositor puertorriqueño y fundador de la orquesta de música salsa La Selecta.

Santiago de Cali, 30 de diciembre de 1986. A las 3:00 p.m. la ‘Sucursal del Cielo’ es un infierno a más de 35 grados de temperatura. Y dentro del estadio Pascual Guerrero, 30.000 almas se achicharran felices en el fogón del Festival de Orquestas.

Durante los últimos tres años la fama de este evento, que cierra la Feria de Cali, ha crecido como espuma en Puerto Rico y Nueva York, hasta alcanzar dimensiones casi míticas. No es un concierto más. “Si en Cali no te corean, tu no existes mi pana”, había dicho un año antes Pichie Pérez, vocalista de La Sonora Ponceña.

Esta tarde volcánica, en la trastienda, los músicos de la Orquesta La Selecta esperan su turno para subir al escenario. Están inquietos, expectantes, nerviosos. Raphy Leavitt, pianista y director, y Sammy Marrero, líder vocal, están lejos de ser unos principiantes. Pero saben bien dónde están: Cali es la Capital Mundial de la Salsa. Y hay que dejarse la piel en la tarima.

Cuando el presentador anuncia a La Selecta, el Pascual Guerrero ruge como un dragón. No es gratuito. Después de 15 años la banda se ha ganado un espacio propio dentro de la escena de la Salsa. Su sonido particular es un reflejo de ese caribe urbano, desarraigado y marginal, que en toda Latinoamérica lucha a trompada limpia por una vida digna.

La música de La Selecta refleja el dolor de la calle, el jolgorio de laesquina, el barrio entero con sus amores, sus dolores y todos sus colores. Raphy Leavitt lo tiene claro y por eso, de entrada, suelta su más nuevo y poderoso éxito, un himno a la unión de los pueblos: “Somos el son de Borinquen, somos el son hispano; con este son unimos a todos nuestros hermanos...”

Después Sammy Marrero ataca, uno tras otro, los versos de los grandes temas de la banda. ‘Villa de Condenados’, ‘Perla mala’, ‘El Solitario’, ‘Cuna blanca’ y ‘Siempre alegre’ suenan uno tras otro, sin dar tiempo para el respiro.

Pero cuando ya avanzan los primeros acordes de ‘Falsedades’, Raphy interrumpe el concierto, se levanta súbitamente del piano y le habla al oído a su cantante. “¿Pero, qué pasa?”, se pregunta un periodista que viajó desde Bogotá. Pasa una de esas cosas surrealistas que solo ocurren en este Cali Pachanguero de nuestros amores. Desde la tribuna Sur, primero como un rumor y después como un rugir, se ha levantado un coro que en segundos contagia a todo el estadio:

“¡Payaso... Payaso... Payaso!”. “¿Pero, por qué lo insultan?”, pregunta angustiado el rolo periodista.

La respuesta llega de inmediato desde la tarima. Raphy marca tres notas en el piano, las trompetas lloran la melodía lúgubre de un bolero montuno y dos minutos después 30.000 gargantas le hacen a La Selecta el mayor coro que haya tenido en toda su historia: “...Basta payaso, te están mirando, y esos dos ojos ya están llorando”.

Sammy Marrero termina bañado en lágrimas - ¡Ni siquiera alcanzó a vestirse de payaso, como siempre lo hace para cantar ese número! -, le da un abrazo a Raphy, y con la voz quebrada confiesa: “Esto nunca nos había pasado. Ya casi nadie nos pide el primer éxito de nuestras vidas. Y nunca imaginamos que aquí nos lo fueran a pedir así”.

Esa tarde, el gran Raphy Leavitt, ese hombre honesto, sensible y disciplinado que soñó con una banda de músicos selectos y rigurosos que amaran hacer las cosas bien, se convirtió en caleño. Por eso hoy aquí nadie lo llora. Como él mismo nos lo pidió, todos reímos en silencio.
 
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Murió Raphy Leavitt y por acá nadie dio nada... Bueno les dejo esto para que se erizen leyéndolo:

Así fue la tarde en que Raphy Leavitt se convirtió en caleño

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Raphy Leavitt (centro) fue un compositor puertorriqueño y fundador de la orquesta de música salsa La Selecta.

Santiago de Cali, 30 de diciembre de 1986. A las 3:00 p.m. la ‘Sucursal del Cielo’ es un infierno a más de 35 grados de temperatura. Y dentro del estadio Pascual Guerrero, 30.000 almas se achicharran felices en el fogón del Festival de Orquestas.

Durante los últimos tres años la fama de este evento, que cierra la Feria de Cali, ha crecido como espuma en Puerto Rico y Nueva York, hasta alcanzar dimensiones casi míticas. No es un concierto más. “Si en Cali no te corean, tu no existes mi pana”, había dicho un año antes Pichie Pérez, vocalista de La Sonora Ponceña.

Esta tarde volcánica, en la trastienda, los músicos de la Orquesta La Selecta esperan su turno para subir al escenario. Están inquietos, expectantes, nerviosos. Raphy Leavitt, pianista y director, y Sammy Marrero, líder vocal, están lejos de ser unos principiantes. Pero saben bien dónde están: Cali es la Capital Mundial de la Salsa. Y hay que dejarse la piel en la tarima.

Cuando el presentador anuncia a La Selecta, el Pascual Guerrero ruge como un dragón. No es gratuito. Después de 15 años la banda se ha ganado un espacio propio dentro de la escena de la Salsa. Su sonido particular es un reflejo de ese caribe urbano, desarraigado y marginal, que en toda Latinoamérica lucha a trompada limpia por una vida digna.

La música de La Selecta refleja el dolor de la calle, el jolgorio de laesquina, el barrio entero con sus amores, sus dolores y todos sus colores. Raphy Leavitt lo tiene claro y por eso, de entrada, suelta su más nuevo y poderoso éxito, un himno a la unión de los pueblos: “Somos el son de Borinquen, somos el son hispano; con este son unimos a todos nuestros hermanos...”

Después Sammy Marrero ataca, uno tras otro, los versos de los grandes temas de la banda. ‘Villa de Condenados’, ‘Perla mala’, ‘El Solitario’, ‘Cuna blanca’ y ‘Siempre alegre’ suenan uno tras otro, sin dar tiempo para el respiro.

Pero cuando ya avanzan los primeros acordes de ‘Falsedades’, Raphy interrumpe el concierto, se levanta súbitamente del piano y le habla al oído a su cantante. “¿Pero, qué pasa?”, se pregunta un periodista que viajó desde Bogotá. Pasa una de esas cosas surrealistas que solo ocurren en este Cali Pachanguero de nuestros amores. Desde la tribuna Sur, primero como un rumor y después como un rugir, se ha levantado un coro que en segundos contagia a todo el estadio:

“¡Payaso... Payaso... Payaso!”. “¿Pero, por qué lo insultan?”, pregunta angustiado el rolo periodista.

La respuesta llega de inmediato desde la tarima. Raphy marca tres notas en el piano, las trompetas lloran la melodía lúgubre de un bolero montuno y dos minutos después 30.000 gargantas le hacen a La Selecta el mayor coro que haya tenido en toda su historia: “...Basta payaso, te están mirando, y esos dos ojos ya están llorando”.

Sammy Marrero termina bañado en lágrimas - ¡Ni siquiera alcanzó a vestirse de payaso, como siempre lo hace para cantar ese número! -, le da un abrazo a Raphy, y con la voz quebrada confiesa: “Esto nunca nos había pasado. Ya casi nadie nos pide el primer éxito de nuestras vidas. Y nunca imaginamos que aquí nos lo fueran a pedir así”.

Esa tarde, el gran Raphy Leavitt, ese hombre honesto, sensible y disciplinado que soñó con una banda de músicos selectos y rigurosos que amaran hacer las cosas bien, se convirtió en caleño. Por eso hoy aquí nadie lo llora. Como él mismo nos lo pidió, todos reímos en silencio.

No conocía esta historia. Me imagino como se habra sentido la Raphy Leavitt y La Selecta, no creian en Poncio. Se fue un grande a ver al Buen Pastor. Hasta siempre Raphy Leavitt.

Nunca me voy a olvidar que tuve la oportunidad de verlo en el año 2011 cuando se presentó en la yá desaparecida "Ciudad Salsa" que abrian cada Feria de Cali en las antiguas instalaciones de la licorera del Valle.

Empezaron con este temota, eso retumbo en mis oidos y me llego una sensación al corazón indescriptible:


Hasta Siempre Gran Raphy Leavitt, tocayo de nombre:


Muchas gracias Kal-El por haber colocado esta anecdota que desconocía.
 
A ver su colaboración tengo un fragmento en mp3 de una salsa que dice " a ella le dicen .... es de la hermana Robert .... bailalo vagabundo ... oye oye fruko... " bastante instrumental . ¿ Alguien me dice como se llama ?

Gracias
 
Cachondea se llama, pero esa no es la versiòn original sino una versión hecha con artistas colombianos. (fruko y sus tesos)


La version original es de joe cuba y su sexteto cantando Cheo Feliciano

 
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Que màs señores paso por aca a dejarles estos dos tema bien sabrosos para bailar - Jaqueton Pachanguero de Juanucho Lopez. Gocenlo !!!


Se me mueven los pies solitos con esta canciòn :LOL:.

Este otro tema lo recuerdo de niño, tenia el coro grabado en la cabeza "tocale la flauta oh Roberto Tocala", busquè esta canciòn por cielo y tierra hasta que en la emisora la colocaron y peguè el oido haber que decia y pude conseguirla. Gocenla, del gran Juanucho Lopez - San Francisco:

 
El video del Distrito de Aguablanca que sorprendió al salsero Issac Delgado


¡Cosas que solo pasan en esta Cali salsera del alma! Sorpresas como esa ya se la habían llevado en años pasados Richie Ray y Bobby Cruz, Johnny Pacheco, Celia Cruz, Papo Lucca, Raphy Leavitt. Y esta vez el turno fue para Issac Delgado. El ‘Chévere de la Salsa’ recién había terminado una gira y estaba de nuevo en casa cuando alguien lo llamó por teléfono. La voz al otro lado de la línea le preguntaba por ese video casero, sabrosón pero bastante improvisado, en el que Issac es protagonista de una escena casi surrealista.

“¿Eso fue en Cuba?... ¿En qué calle, en qué barrio?”. Pero el cantante no entendía. No recordaba haber dado ningún concierto como el que mencionaba su interlocutor. Sencillamente, no sabía de qué le hablaban. Entonces lo buscó por internet y cuando lo vio se quedó casi sin palabras, conmovido y emocionado. Y todavía hoy, cuando narra lo que sintió, se estremece contándolo.

“Yo no sabía que eso había sido aquí en Cali. Y la verdad es que esa es una canción que grabé por allá en los 90 y me tocó volver a montarla con mi orquesta porque me han hablado tanto de ese video en Europa, en Japón, en todas partes. Los caleños son los verdaderos artífices del éxito de esa canción. En todos lados me hablan de ellos y me preguntan cómo se hizo eso… y yo no sé”.

Gilberto Cárdenas Quintero, representante de Issac en Colombia y el hombre de confianza de los grandes artistas salseros que buscan actuar en nuestro país, me explica todo el misterio del asunto.

El video fue grabado a eso de las 7:00 a.m. del 1 de enero del 2014, en una de las calles del Barrio Mojica, Comuna 15 de Cali. Y la famosa canción es ‘Por qué paró’, grabada por Issac en 1995.

Como en tantas otras calles del Oriente caleño, en Mojica la celebración del 31 de diciembre y la bienvenida del nuevo año es una fiesta muy distinta a la que se vive en otras partes de la ciudad.

Allá, en el corazón noble y negro del Distrito de Aguablanca, la rumba callejera elimina por unas horas las fronteras invisibles, las diferencias de raza, los límites de la mentira, los colores verde y rojo de la pasión futbolera, y el barrio se funde por completo en la calle, con el desenfreno del tambor.

Y la escena, repetida ya más de 26.000 veces en Youtube, resulta de verdad surrealista: la calle es estrecha, larga, casi infinita como un solo de piano de Rubalcaba, pero está poblada, hasta donde el ojo alcanza, de centenares de cuerpos que bailan sobre el duro pavimento mientras el sol los abraza con sus primeros rayos.

Hay gente bailando, con sus mejores trajes, en los andenes, en las escaleras y hasta en los techos de las casas aún sin terminar. La campana, el guiro y el ‘guaro’ van y vienen a su antojo. La harina ya hizo su fiesta propia en el lugar. Un bailador marca la clave con sus pies, otro lleva en su cintura el ritmo sinuoso de los metales de la Salsa y uno más dibuja en la espalda de su pareja las notas invisibles del piano.

Y desde las potentes columnas del sistema de sonido la voz de Issac Delgado se eleva sobre todas las cabezas, alimentando la hoguera. Casi como si el artista estuviera allí mismo, de cuerpo presente lanzando una señal desde la tarima, la multitud le hace un coro sabroso y desafiante. Un coro que se convierte en consigna y mandato para vivir en júbilo cada minuto del año que se inicia: “Yo no voy a parar… con la gente del barrio sabrosa voy a cantar… Yo no voy a parar, ni aunque venga la Policía… yo no voy a parar”.

El barrio Mojica carga el estigma de ser señalado como una zona peligrosa del oriente caleño. Y la Policía, en efecto, esa mañana prefirió no ir. Pero esta vez por un motivo muy distinto, que resumió de manera perfecta el internauta Darwin Caviedes cuando subió su video a YouTube: “El ‘corrinche’ de la gente en la ciudad de Cali es el mejor: sol goce y sabor, nada de peleas... ¡que viva Cali!

Issac Delgado, que en la noche de este viernes 18 de septiembre actúa en el Teatro Jorge Isaacs, sabía que su música era reconocida en Cali. Sabía que muchos de sus éxitos hacen parte de la historia de las salsotecas caleñas. Que su pasado glorioso junto a tantos artistas le había abierto un espacio en el corazón de los melómanos locales. Pero me confiesa que nunca había visto ni imaginado algo así.

Y me dice que se muere de ganas por hacer un concierto en Mojica; en esa misma calle que tanto conoce sin haber estado nunca allí, abrazando a tanta gente que lo abrazó en aquella mañana clara. Siente que tiene una deuda pendiente con esos bailadores anónimos enloquecidos. “Ellos pusieron esa canción en el mapa mundial. Y les debo una presentación allí. Y te juro que si me llevan voy de gratis”.

Issac tiene en Cuba hijos y sobrinos que, como tantos jóvenes de las nuevas generaciones de la isla, prefieren bailar reguetón y otros géneros urbanos.

Le pregunto si eso no es una señal clara de que la Salsa puede estar en vía de extinción. Y antes de irse me contesta con una reflexión a la que llegó con el video de Cali: “Por cosas como las que muestra ese video es que la Salsa nunca se va a acabar. Porque es la música de la gente que madruga a las 6 a trabajar, pero también a bailar”.