y de los taxistas, quien nos protege?

El otro día me subí a un taxi y el señor era el dueño del carro me decía que solo lo manejaba unos días al mes, pero que intentara no usar apps tipo easytaxi o tappsi, que el dejaba que sus conductores lo colocaran si querían, pero que era un peligro, que se daba mucho para robos y extorsiones. Me traumo el man.
 
El otro día me subí a un taxi y el señor era el dueño del carro me decía que solo lo manejaba unos días al mes, pero que intentara no usar apps tipo easytaxi o tappsi, que el dejaba que sus conductores lo colocaran si querían, pero que era un peligro, que se daba mucho para robos y extorsiones. Me traumo el man.
pura ..erda, eso es que saben que por hay si los sancionan duro, yo confío más en apps que en quien sabe quien por la calle

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Lamentanlemente el gremio icterico parece tener mas poder que los ministerios y demas entes adscritos

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Definitivamente jodida Colombia con esas mafias, Uber bloqueado y ahora Paypal... la primera por la mafia de los amarrillos y la segunda por la de los bancos, vamos bien Colombia (n)
 
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Reacciones: Caith
Tome un taxi del aeropuerto de Bogotá a mi casa y el taxímetro tenía tres botones, al final de la carrera hundió uno y marcó un valor al cual le sumo el recargo del aeropuerto que son como 5 mil pesos, afortunadamente otro taxista. Me había enseñado que ese tipo de taxímetro ya tiene los recargos. A si que miro la tabla de unidades y le digo ese precio ya tiene el recargo y le pago lo que es, ojo pq son unas ratas completas.

Por otro lado el fin de semana use Uber X, más barato que un taxi y algunos te abren la puerta. De verdad espero no tener que volver a coger taxi en un buen tiempo
 
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Recuerden la próxima vez, que se vayan a subir al carro de un amigo o familiar, pedirle permiso a los señores taxistas.

Este es el testimonio de Nathalie, la chica del video.

“En la madrugada del viernes 4 de septiembre, alrededor de las 2:30 a.m., salí de un bar de la 85. Por seguridad, y más que todo por calidad en servicio al cliente, siempre pido Uber y así lo hice ese día para regresar a mi casa. Todo iba bien, pero cuando estábamos andando por la autopista un taxi comenzó a circular al frente nuestro y nos frenó en seco. Cuando intentábamos hacernos al otro lado, el taxista volvía a hacer la misma maniobra. Fueron varias veces que por medio de esta estrategia el taxista nos impidió el paso.

Cuando logramos esquivar este taxi aumentamos la velocidad a más de 100 km/h, aproximadamente. En ese momento ya no era uno sino dos taxis los que nos estaban tratando de estrellar. Nos mandaban los carros encima, y cuando íbamos a coger el puente de la 127 nos orillaron hasta casi quedar aprisionados entre el puente y el taxi. No sé cómo maniobró el conductor para salirse de esa.

Tuvimos que seguir derecho por la autopista con mayor velocidad y con dos taxis persiguiéndonos. Fue idea del conductor parar en un CAI de la Policía. Logramos coger la calle 142 volteando por la 19 hasta llegar al CAI de la 136. Cuando llegamos y nos detuvimos me di cuenta de que ya no eran dos sino ocho los que nos tenían acorralados. Pensamos que el policía que estuviera de turno iba a servir de mediador, o por lo menos para calmar las cosas, pero él simplemente salió a mirar la escena en completo silencio durante por lo menos tres minutos con una mezcla de curiosidad, morbo y el desinterés de alguien a quien no le corresponde nada de la situación.

Cuando llegamos al CAI el conductor se bajó del carro a llamar la atención del policía y a reportar la persecución, pero también se bajó uno de los dos taxistas que nos intentó estrellar. El problema fue que cuando mi conductor se bajó se abrió el seguro de mi puerta, y el taxista corrió a abrírmela a la fuerza. Comenzó a gritarme para que le mostrara mi celular y a decirme que me bajara del carro.

En este momento otro taxista llega de la manera más invasiva con su celular, con el flash prendido, a grabar toda la escena, a hacernos “confesar” que el carro utilizaba la plataforma UberX. Muerta de los nervios por la carrera que nos hicieron pegar y pensando en lo peor, no me salían todas las palabras que tenía por decir. Creo que los nervios le ganaron a la rabia.

El video que publican los mismos taxistas está cortado, lo que muestran ahí es la parte amable. No muestran a los ocho conductores de taxi teniéndome la puerta abierta a la fuerza, atosigándome con preguntas, gritos y argumentos del por qué no debía usar Uber. Todos me ofrecieron llevarme a mi casa sin ningún costo para que usara el servicio de taxis.

No acepté la oferta porque no me sentía cómoda en un carro con una persona que minutos antes había puesto mi vida en riesgo y me había causado malestar emocional. Parte de lo que cortan en el video los mismos taxistas es mi reacción a todo ese escándalo, estaba llorando del desespero y de no saber qué hacer. Además, en la parte que no sale les aclaro que no les autorizo a usar ese video en lo absoluto, a lo cual quien estaba grabando respondió con burlas y me decía ‘fresca que es para mostrarle al oficial de tránsito la confesión’.

Cuando el taxista me dijo esto, hago énfasis una vez más en el hecho de que no pueden usar este video, que obviamente contiene imágenes mías, pero esta vez me dirijo al policía del CAI. Por supuesto no tuve ninguna respuesta por su parte, sólo un movimiento de cabeza asintiendo.

Pensé: ¿No se supone que era responsabilidad del policía presente exigir que borraran el material no autorizado en ese mismo momento?

Durante todo el episodio no logré escuchar la voz de este policía, en ningún momento dijo nada. En el video se escucha a alguien que le decía al taxista que no me gritara, pero no era el policía sino otro taxista.

Finalmente tuve que llamar a mis amigos que fueron a recogerme. Por obvias razones no podíamos pedir un Uber, por más de que me sintiera más segura de esa manera. Pedimos un servicio de taxi y en el momento en el que llega, el taxista que me estaba gritando en un principio y otros dos que durante todo el tiempo fueron muy decentes y trataban de calmarme, cruzaron hacia donde estábamos tomando el taxi, se acercaron a pedirnos disculpas por la manera de hacer las cosas y ofrecieron pagar el taxi. Eran tres paradas, las cuales negociaron con el taxista en $18.000. Los taxistas le pagaron la suma, pero a los segundos de comenzar a andar el taxista nos volvió a preguntar cuáles eran las paradas y aseguró: ‘uy no, con $18.000 no alcanza, yo pongo el taxímetro y ustedes pagan el excedente’.

Pareciera incluso cómico, pero es esa deshonestidad y ambición negligente lo que tienen frenado nuestro avance como ciudad y país. Es deprimente pensar que hablamos de paz y del proceso en la Habana cuando este tipo de cosas suceden. Predomina en este gremio el cinismo escondido detrás de la victimización. Tratan de estrellar un carro sin importar las consecuencias para luego vociferar que lo hacen porque les importa mi vida y mi seguridad. La paz no empieza en casa, empieza en cada uno, y cuando hay personas que dedican sus noches a hacer persecuciones riesgosas para amenazar a otras personas, debemos preocuparnos.

No voy a dejar de usar Uber ni Uber X a pesar de las amenazas que lanzó el taxista que nos llevó a casa: ‘es para que aprendan qué servicio deben tomar’. Voy a seguir usando Uber cuando me sea más conveniente porque es un gran servicio y porque no permito que este grupo de ocho hombres que nos hicieron bullying a mí y al conductor de Uber, me llenen de miedo. Como les dije varias veces cuando me estaban grabando, la violencia no es la manera de hacer las cosas, y en lo personal sí quiero crear conciencia sobre esta situación que desafortunadamente me ocurrió a mí. Es algo que no debió haber pasado y que no debería pasar ni una sola vez más. Sigo apoyando a Uber y sigo usándolo sin miedo”.
 
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Recuerden la próxima vez, que se vayan a subir al carro de un amigo o familiar, pedirle permiso a los señores taxistas.
Cada vez están peores esos taxistas, que tal uno tener que darle explicaciones a esos hpt4s por subirse a un carro particular.

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Colombia tierra querida...
Los taxistas están pasados, y típico la ineficiencia de la policia. Si el estado no toma las medidas correctas (¿?) se le va a salir más de la mano ese problema de Uber Vs Taxistas.
 
Será que estos "abnegados" taxistas que luchan de una manera tan sacrificada por acabar con el "criminal e infame" Uber, saben que su omnipotente señor, el ejemplar Uldarico "Rata-rico" Peña tiene una flotilla de vehículos trabajando con Uber???

La verdad, no creo.
 

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