Mientras la cadena de abastecimiento no se rompa (orden público, fuertes inviernos, sequías, etc) seguirá llegando mercado a las tiendas. El tema es por alta demanda no programada (ni prevista) que se hace evidente la ausencia de algunos de los productos básicos y la gente, al ver esto, siente más pánico aún. Pero a medida que los productores tratan de suplir la alta demanda (en algunos casos no es tan fácil ni rápido pues hay dependencia de proveedores, importadores, materia prima, etc) y que los compradores compulsivos llenan sus alacenas y dejan de comprar (p.e., esta mañana ya vi papel higiénico y pues la gente no está llevando tanto), el surtido de las tiendas mejorará. Todo depende de qué tan elástica es la respuesta de los productores a los picos de alta demanda. Piensen que el ganado tiene que seguir sacrificándose, los cultivos tienen que seguir recolectándose, y su transporte tiene vía libre por el país aun cuando haya bloqueos de fronteras, como en Boyacá donde tienen tránsito libre hacia y desde otros departamentos. Ninguna tienda o supermercado cerrará, a diferencia de otros tipos de negocio. Así que lo de un supuesto desabastecimiento a mediano o largo plazo no me preocupa. En lo personal, he salido una o dos veces por semana a comprar lo que necesitaremos para 8 o 15 días máximo. Piensen que allá afuera alguien necesita hoy lo que otro se llevó para guardarlo por dos o tres meses.