Con el comienzo de la Semana Santa, donde no hay iglesia grande, ya que todas se llenan, deberíamos poner en práctica estas tres palabras, Ayunar, Reflexionar y Dar
Respondía un Rabino a su esposa, al regresar a su hogar después de su disertación anual para recaudar fondos para el Maot Jitím (Dinero para trigo), "Bueno" dijo el Rabino, "la mitad de la tarea se ha logrado. Los pobres están de acuerdo en recibir. Ahora sólo me resta convencer a los ricos de dar".
Tal vez el Rabino estaba equivocado pues todos, ricos y pobres, sabemos dar ya que es más fácil dar que recibir, pero debemos dar con amor y sin que los demás se enteren. Todos tenemos algo que dar, tanto algo físico como espiritual, podemos dar conocimiento, podemos dar amor, o podemos ayudar a nuestro prójimo cuando este lo necesite. No hay nada que te de más satisfacción que ayudar a alguien.
El reflexionar, en la mayoría de las ocasiones las reflexiones positivas nos sirven como meditación ante aquella situación que parecía un problema insalvable. Esas reflexiones nos hacen más conscientes de que las cosas además de ser como son, también dependen de cómo las vivimos.
Reflexionar hacia adonde vamos, es vital para sobrevivir el ritmo de vida tan acelerado que llevamos. Ante tanta noticia negativa poder leer reflexiones positivas que reconforta nuestro ánimo. Son como un bálsamo o una meditación reparadora para nuestro espíritu.
Y tal vez el más importante, Ayunar, que en la actualidad, la práctica del ayuno ha perdido un poco su valor espiritual y ha adquirido más bien, en una cultura marcada por la búsqueda del bienestar material, el valor de una medida terapéutica para el cuidado del propio cuerpo. Está claro que ayunar es bueno para el bienestar físico, pero además es una "terapia" para el alma, es algo que nos lleva a la reflexión y nos abre el deseo de dar.
Conservemos toda esta sabiduría que hemos heredado por generaciones.
Referencia:
El ayuno es el alma de la oración, y la misericordia es la vida del ayuno. Mensaje del Papa para la Cuaresma 2009
Wipidedia: La Cuaresma
La cura de desintoxicación es una modalidad del ayuno.
Respondía un Rabino a su esposa, al regresar a su hogar después de su disertación anual para recaudar fondos para el Maot Jitím (Dinero para trigo), "Bueno" dijo el Rabino, "la mitad de la tarea se ha logrado. Los pobres están de acuerdo en recibir. Ahora sólo me resta convencer a los ricos de dar".
Tal vez el Rabino estaba equivocado pues todos, ricos y pobres, sabemos dar ya que es más fácil dar que recibir, pero debemos dar con amor y sin que los demás se enteren. Todos tenemos algo que dar, tanto algo físico como espiritual, podemos dar conocimiento, podemos dar amor, o podemos ayudar a nuestro prójimo cuando este lo necesite. No hay nada que te de más satisfacción que ayudar a alguien.
El reflexionar, en la mayoría de las ocasiones las reflexiones positivas nos sirven como meditación ante aquella situación que parecía un problema insalvable. Esas reflexiones nos hacen más conscientes de que las cosas además de ser como son, también dependen de cómo las vivimos.
Reflexionar hacia adonde vamos, es vital para sobrevivir el ritmo de vida tan acelerado que llevamos. Ante tanta noticia negativa poder leer reflexiones positivas que reconforta nuestro ánimo. Son como un bálsamo o una meditación reparadora para nuestro espíritu.
Y tal vez el más importante, Ayunar, que en la actualidad, la práctica del ayuno ha perdido un poco su valor espiritual y ha adquirido más bien, en una cultura marcada por la búsqueda del bienestar material, el valor de una medida terapéutica para el cuidado del propio cuerpo. Está claro que ayunar es bueno para el bienestar físico, pero además es una "terapia" para el alma, es algo que nos lleva a la reflexión y nos abre el deseo de dar.
Conservemos toda esta sabiduría que hemos heredado por generaciones.
Desde el punto de vista del beneficio para la salud, dice Désiré Mérien, impulsor de las etapas alimentarias en el Centro de Educación Vital Nature et vie, ayunar es volver a nacer, volver a vivir, regenerarse, es un acto tan fundamental como respirar, beber o comer.Sabiduría (filosofía)
La sabiduría es una habilidad que se desarrollada con la aplicación de la inteligencia en la experiencia, obteniendo conclusiones que nos dan un mayor entendimiento, que a su vez nos capacitan para reflexionar, sacando conclusiones que nos dan discernimiento de la verdad, lo bueno y lo malo. La sabiduría y la moral se interrelacionan dando como resultado un individuo que actúa con buen juicio. Algunas veces se toma el concepto de sabiduría como una forma especialmente bien desarrollada de sentido común.'
Las agresiones de la vida cotidiana bastan por sí solas para desarrollar una toxemia general, excesiva para el organismo. Aun cuando la alimentación no sea la causa directa de los trastornos -sin embargo suele serlo, por la mala calidad de los alimentos no biológicos y su combinación en asociaciones incorrectas, estima Mérien- sólo la abstención de cualquier alimento durante algún tiempo permitirá evacuar la acumulación de toxinas que persiste en el organismo.
A la pregunta de cuándo ayunar, Désiré Mérien contesta que hace falta ayunar cuando se siente realmente la necesidad, sólo el propio ayunador puede, en lo que le concierne, sentir en lo más profundo de sí mismo la llamada al ayuno. No es bueno que mantenga su organismo en una sobrecarga toxémica excesiva, porque si el modo de vida presenta deficiencias, esta toxemia irá acrecentandose y puede desembocar en situaciones difíciles, cuando no peligrosas: "Un ayuno emprendido a tiempo resulta menos caro a la sociedad que una larga enfermedad provocada por una falta de cuidados higienistas elementales. Respecto a la mejor época del año para ayunar, cuando el organismo está toxémico el tiempo más idóneo es el momento presente, cualquiera que sea".
Referencia:
El ayuno es el alma de la oración, y la misericordia es la vida del ayuno. Mensaje del Papa para la Cuaresma 2009
Wipidedia: La Cuaresma
La cura de desintoxicación es una modalidad del ayuno.