Colombia combate el uso de teléfonos celulares robados o extraviados

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La norma ordena a los operadores de telefonía celular la construcción de bases de datos negativas y positivas en las que deberán estar los Imeis (identificador internacional del equipo) de los teléfonos móviles robados y hurtados, y los equipos habilitados legalmente.​

Estas bases de datos deberán ser consultadas por los proveedores al momento en que “un usuario active un equipo y cada vez que el equipo realice el proceso de autenticación en la red”, señala un decreto firmado por el presidente Juan Manuel Santos.​

Según cifras oficiales, en 2010 se denunciaron en Colombia 17.066 casos de hurto de celulares, pero cálculos extraoficiales de la policía señalan que en el período habrían sido robados un millón de celulares, sólo que en su mayoría no son denunciados ante las autoridades.​

Ese mismo año, los operadores de telefonía bloquearon 300.000 líneas por reportes de robo.​

De acuerdo con la policía, en Colombia existen dos grandes organizaciones que manejan el negocio de celulares robados, que en buena parte, especialmente los de mayor costo, terminan en Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina, Chile, Venezuela, Honduras, Costa Rica y México.​

Esta semana, durante una reunión de la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (Citel, organismo de la OEA) en República Dominicana, Colombia propuso la creación de una base de datos compartida de todos los celulares importados o fabricados en cada país.​

En ese mismo sentido, el decreto expedido por el gobierno colombiano señala que la base de datos negativa “deberá compartirse con los proveedores que operan en el territorio nacional con sus filiales que operan en el exterior”.​

 
Pero entonces el verdadero logro es que circulen a nivel internacional la lista pues si eso no se logra, nada pasa en el mercado local, pues reconocen que se trata de redes de tráfico internacional de celulares robados
 

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