Estos músculos están pensados principalmente para la robótica. Debido a su resistencia y flexibilidad, permitirían crear robots con características superhumanas.
Un nuevo avance en la robótica se ha desarrollado, y dependiendo del punto de vista provoca escalofríos. Ingenieros de la Universidad Nacional de Singapur (NUS) han logrado crear músculos artificiales que pueden levantar hasta 80 veces su peso, y pueden extenderse hasta 5 veces su longitud original. Estos músculos están pensados principalmente para construir robots con fuerza y habilidades superhumanas.
Estos músculos artificiales podrían incluso generar y almacenar energía, lo que ayudaría a los robots a mantenerse activos mucho más tiempo y con periodos más cortos de carga.
Una de las limitaciones actuales de los robots es que independiente de que tan inteligentes sean, solo pueden ejercer fuerzas de la mitad de su peso (similar al promedio humano).
“Nuestros materiales imitan los de la musculatura humana, respondiendo rápidamente a impulsos eléctricos en vez de lentamente por mecanismos hidráulicos. Los robots se mueven de manera torpe por estos mecanismos. Ahora, imaginen músculos artificiales que son plegables, extensibles y que reaccionan en fracciones de segundos igual que los nuestros. Los robots equipados con estos músculos podrían funcionar de una forma mucho más humana, y superarnos en fuerza” dijo Adrian Koh, líder del proyecto.
“Cuando los músculos artificiales se contraen y expanden, son capaces de convertir la energía mecánica en energía eléctrica. Dada la naturaleza del material, son capaces de acumular mucha energía en un área pequeña. Calculamos que si se construyera un generador con estos materiales, un sistema de 10 kg sería capaz de producir la misma energía que uno convencional de una tonelada”.
El trabajo comenzado en Julio del 2012, espera crear en 3 o 5 años más un brazo robótico de la mitad del largo y peso que el de un humano, que pueda luchar y vencer a cualquier persona.
Otros avances en robótica
Ya se están desarrollando cámaras que “ven” al igual que el ojo humano, pensadas para la robótica. También se han diseñado sistemas para que los robots puedan interactuar con el mundo y sus sonidos, aprendiendo a interpretarlos.
Es más, se ha desarrollado una piel artificial que permitiría a los robots ser sensibles al tacto, permitiendo también identificar distintas superficies, volúmenes y presiones. No solo eso, sino que también existen prototipos de robos de forma humanoide realmente sorprendentes.
¿Cuánto faltará para ver al primer robot con facultades humanas (o superhumanas)?
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