El colombiano de las búsquedas en Twitter

IMAGEN-13094712-2.jpg


No pudo entrar a Google, pasó por el CERN y ahora trabaja en Twitter. No extraña el lulo ni las empanadas, simplemente escogió dónde vivir. Primera entrega de la serie 'Talentos fugados'.

Más de cuatro millones de colombianos viven en el exterior. Muchos se van en busca oportunidades laborales, otros por la oferta de estudios en educación superior, e incluso por la violencia. Esta serie está compuesta con las historias de compatriotas que han sobresalido en diversos campos por fuera del país, vidas llenas de ingenio y superación que también dan lugar a ciertas dudas fundamentales: ¿por qué la gente se va de Colombia? ¿Perdemos algo como nación con la ausencia de ellos en nuestro territorio?

***

Al interior de Twitter hay un montón de jóvenes chinos provenientes del MIT y de Stanford, dos universidades estadounidenses reconocidas entre las mejores del planeta. Una camada de ‘overachievers’ (personas que logran un desempeño mejor del esperado), dice Pedro Luis Cabal*, sobre sus compañeros de oficina en la sección de ingeniería de esta, una de las empresas más importantes de internet que desde 2006 sacudió al mundo a punta de mensajes de máximo 140 caracteres.

Pedro Luis vive en San Francisco, California, y desde el 24 de junio de 2013 trabaja en Twitter como ingeniero de software. Forma parte de un equipo llamado ‘search and relevance’ (búsqueda y relevancia) que se encarga de que las búsquedas dentro de esta red social sean lo más acertadas posibles para el usuario. Para este joven de 31 años nacido en Popayán, el estar aquí no supone un sueño hecho realidad, pero sí un lugar donde puede ejercer lo que estudió y eso que le parece tan interesante en este universo de algoritmos y programación: los buscadores y el procesamiento de lenguaje natural.

Procesamiento de lenguaje natural, para un ingeniero de sistemas, “es una subdisciplina de la inteligencia artificial y la rama ingeniera de la lingüística computacional”, según define Wikipedia. No es precisamente la noción de un trabajo glamoroso, pero eso tal vez es lo mejor para Pedro Luis, una persona reservada a la que no le gusta figurar ni alardear, a pesar de que el fruto de su labor sea usado en este preciso instante por millones de personas en el planeta.

Los primeros pasos en un mundo virtual

En 1997 conectarse a internet tenía un sonido característico, no todo el mundo era dueño de un correo electrónico, los computadores personales estaban lejos de tener gigabytes de memoria, los teléfonos móviles no tenían pantalla a color, no existía YouTube ni Amazon, había ‘salones de chat’, Netscape, y Napster estaba a escasos dos años de transformar la historia de la industria musical.

Ese fue el año en que Pedro Luis tuvo su primer contacto con la ‘world wide web’. “Un poco antes de que saliera Internet Explorer 4”, recuerda, y también rememora las cosas nuevas que lo entusiasmaron durante esa época, como cambiarle el fondo de pantalla a Windows, los mp3, los juegos, las animaciones. Fueron precisamente este tipo de cosas los principales móviles que lo llevaron a estudiar Ingeniería de Sistemas en la Universidad ICESI de Cali, y una extraña idea de que para hacer todas esas cosas lo único que necesitaba era un PC y una conexión a internet, desde cualquier parte, sin un lugar fijo.

Pedro Luis vino a corroborar que no necesitaba asentarse en un lugar para aprender sobre la red, cuando en 2003 viajó a Francia a hacer una especie de intercambio estudiantil. “En Popayán no tenía ninguna referencia del mundo laboral. A la gente que le iba ‘bien’ estaba trabajando en Cali o Bogotá (…) [pero] allá –en Francia- uno se da cuenta de que se pueden hacer otras cosas”, dice.

Se graduó en Cali y se trasladó a Bogotá para hacer una maestría en Ingeniería de Sistemas y Computación de la Universidad de Los Andes, estudio que finalizó en 2007. Su primer trabajo de tiempo completo fue en Nuevos Medios de ELTIEMPO, en donde tuvo la oportunidad de configurar servidores y lidiar con el tráfico de uno de los portales más grandes del país. En esta época Google ya era una empresa más que sólida, Facebook comenzaba a sobresalir, Flickr era la red de los amantes de la fotografía y Last.fm la de los de la música. Para Pedro Luis en el ciberespacio, su campo de acción, estaban pasando cosas interesantes, y veía a todas estas empresas como proyectos para imitar de alguna forma, pero sentía que “las cosas no pasaban” ni en Bogotá ni en otra parte de Colombia.

Fue entonces cuando, en 2008, un amigo que trabajaba en Google lo recomendó para aplicar a un trabajo en esa compañía. Llegó a presentar entrevistas en Zúrich, Suiza, pero no fue seleccionado. Pensó que estaba lejos de “poder entrar” a una corporación de estas características, pero también cayó en cuenta de que se podía salir del país y obtener algo diferente a lo que ofrecía el mercado laboral colombiano.

A la meca de la física

Por contactos se enteró que en el CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) había vacantes para diversos oficios, y decidió indagar. Aplicó para un cargo que se llama ‘Fellow’, que, según él, es para ingenieros sin mucha experiencia, que estaban comenzando a trabajar y que tendrían oportunidad de formación.

“El primer correo que tengo con el CERN es en julio del 2008. Y comencé a trabajar formalmente en la primera semana de enero de 2009”, dice Pedro Luis tras buscar metódicamente cualquier dato que necesite respuesta exacta. “Trabajaba con el equipo que mantenía el sistema de control y el sistema que se encargaba de transmitir los datos del experimento”. El ‘experimento’, como lo llama, es nada más y nada menos que las pruebas que tenían lugar en el Gran Colisionador de Hadrones, el instrumento que ha permitido hablar del bosón de Higgs y otros tantos elementos relevantes para la comunidad científica.

En el CERN había personas de todos lados. “No tuve problema para trabajar con ellos, porque están acostumbrados a que todo el mundo sea de todas partes. No había nada de estereotipos de nacionalidades, se trabajaba igual. Al final no había tanta diferencia entre nosotros, simplemente cada uno hablaba un inglés con un acento distinto”, dice el colombiano.

Haber vivido en Ginebra, Suiza, fue para Pedro Luis una de las mejores experiencias de su vida. “Una ciudad pequeñita al lado de los Alpes, tenía un lago genial, vivía muy tranquilo, montaba en bicicleta todo el tiempo, iba en bicicleta al trabajo, (...) había lugares de todas partes, que el restaurante hoy es indio, el de mañana es coreano, el del otro día es afgano. No es como Nueva York con millones de personas por todo lado, pero aun así es entretenido”, evoca.

Sería un despropósito comparar la calidad de vida que tenía Pedro Luis en Ginebra, con la que hubiera tenido en Bogotá, sea cual fuere el cargo que hubiera tenido en Colombia durante el mismo tiempo. No obstante, este colombiano no se quedó en su zona de confort y decidió moverse.

Pese a que su estancia en el CERN lo llevó a Italia, Portugal, China, Japón y Alemania, entre otros países, comprobó que el énfasis en computación que a él le interesaba, no lo iba a encontrar en esta institución. Después de todo, es un lugar creado para la física. Quería volver a estudiar y dedicarle tiempo a ese tema relacionado con buscadores y procesamiento de lenguaje natural. Se postuló y fue aceptado para hacer una maestría en tecnologías del lenguaje en la Carnegie Mellon University en Pittsburgh, Estados Unidos, y así empezó otra etapa de estudiante de dos años que derivó en su posterior empleo en Twitter, y una vida en la costa oeste de este país.

¿Falta de oportunidades?

“No es que en Colombia no consiguiera trabajo ni que fuera a vivir mal. Habrá personas que sí se van porque su trabajo no se puede hacer, o para aprender más cosas y poder ser mejores en lo que hacen, desde un futbolista hasta un músico o un ingeniero… pero mi caso es que yo quería simplemente escoger dónde vivir y me llamaba la atención conocer algunas partes del mundo. Por eso me fui”, dice Pedro Luis, quien conserva todo su núcleo familiar en Colombia.

“Acá lo consienten a uno demasiado. Uno tiene un cargo de conciencia eterno porque los sueldos de acá son buenísimos y las condiciones son muy buenas. Y uno gana un montón por algo que es a veces como tan ‘banal’, a veces es un entretenimiento simplemente”. “Pagan bien porque es un mercado que da plata”, afirma sobre sus condiciones en San Francisco y en Twitter.

Pedro Luis no extraña ni el Chocorramo ni el jugo de lulo, ni las empanaditas de pipián. No le presta atención a ese tipo de detalles, pero asegura que hay ocasiones en que tiene una sensación incómoda y es la de sentirse siempre extranjero, la de nunca llegar a entender las cosas como lo haría un local.

¿Volvería a Colombia? “Tengo que quedarme acá un buen tiempo trabajando, aprendiendo. No tengo pensado irme a Colombia, tampoco irme a vivir a otras partes. No lo descarto, pero si puedo seguir conociendo, si puedo vivir en otras partes, lo haría”.

*Nombre cambiado por petición de la fuente.

Fuente
 
y en otras noticias hay un man con maestría lavando baños no se donde. xD
Casos como ese hay muchos, probablemente te refieras a Benjamin Serra que es el que se esta volviendo "famoso" por sus tweets con respecto al tema, una total lastima la verdad, uno preparandose toda la vida para terminar haciendo un trabajo que nada que ver con el nivel de educación de uno, ese es uno de los grandes problemas de España en estos momentos mucha gente demasiado preparada desempleada y sin mayores oportunidades, es que de que sirve estudiar si no hay oportunidades y eso es algo que los gobiernos no ven, promueven planes de educacion pero lo importante no es sacar y sacar gente titulada lo importante es que se va a hacer con esa gente despues.

Excelente lo de esta persona en Twitter demuestra que con ganas se pueden lograr muchas cosas que uno quiere lograr, es solo tener paciencia, demostrar sus capacidades y seguir luchando hasta obtener lo que se quiere.