La cosa con nacional es muy sencilla, también se le perjudica, pero ni la prensa, ni los comentaristas, ni la misma hinchada hace tanta bulla como cuando lo benefician.
Recuerdo que todo el mundo habló de la cara hinchada de ovelar por el golpe de murillo en la final del 2015, pero nadie hablo de este doble penal
https://i.gyazo.com/77c934dc695aff960e2fcd340c0a69f2.mp4
Recuerdo el escándalo que se armo con huracan y mas que nada por lo fosforitos que eran esos argentinos, pero nadie habló de lo que pasó en el partido de ida
https://i.gyazo.com/965ef1176cf9b0a8e8eb859569412c92.mp4
En el partido del domingo la transmisión repitio como 3 veces la posible falta de franco a dayron (que a mi no me parecio) pero ni ivan mejía, ni el otro vallecaucano mencionaron una sola palabra al respecto, no me acuerdo en que ocuparon la verdad ese tiempo en pantalla, luego estuvo la falta a ibarguen sin pelota que nadie hablo en transmisión.
En la derrota contra medellín solo se discutio el penal que no fue de medellín, pero nunca se habló ni se analizo que el primer gol mosquera guardia partia inhabilitado desde el tiro libre de quintero y leonardo castro pivoteo volviendo de fuera de lugar en el gol de marrugo, esas jugadas ni se pararon, tuvo que hacerlo la hinchada por su cuenta.
Y así hay muchísimos casos que no se le dan trascendencia y se olvidan o nadie se da cuenta.
Si todo se discutiera la balanza estaría a favor de los perjuicios a nacional o como mucho algo muy equilibrado.
Pero ahí está la cosa, todo se olvida y se pasa cuando se gana, otros al no hacerlo tienen que pegarse de eso con la invaluable ayuda de la prensa, manejando un complejo de inferioridad y/o síndrome de pene pequeño.
Cuando el fútbol no alcanza, el resentimiento es lo que sobra.
Más de 24 horas han pasado desde el encuentro entre Atl. Nacional y Millonarios por la semifinal del fútbol colombiano y uno comienza analizar a someter a la inteligencia y la cordura a tanta idiotez colectiva que se puede percibir en redes “en dicho caso es hasta muy normal leerlos”. Pero es tan grande la ignorancia de ser un hincha perturbado por no ganar nada, que se puede ver a tanto inepto con micrófono vociferando cuanta barrabasada se le atraviesa por esa mente que nos le da ni para ser un comentarista de una hora a la semana.
Yo sé que más de una de las personas que van a leer esta columna pensaran que es una bobada comenzar a cobrar a tanto insolente exjugador y técnico fracasado que han pasado por otros camisetas de este país. Pero no puedo, es hora de pasarle factura a tanto bocón, desadaptado, ignorante y sobre todo desubicado, por no saber contextualizar su propia realidad.
RAZONES.
Si fueramos una vez coherentes y pensaramos en calidad antes que en dinero, sabemos que el campeón sería Nacional, no sólo porque le lleva 19 puntos al Cali, sino por su campaña como equipo más goleador, el menos vencido, un récord absoluto y sobre todo, pero sobre todo, jugando mal, ¡ah! Hágame el favor.
Pero obvio el sistema del torneo no lo van a cambiar, si no llenan estadios con octagonales “oh que me dices tu hincha poderoso, que vas por el sentimiento y lo dejaste sólo cuando más te necesitaba”. Ahora imaginen un torneo donde el verde cabalgue de principio a fin. Solo tendrían estadios donde espantarían y a más de uno se le aparecería el fantasma del descenso
Ahora, Jugamos contra Jaguares y simplemente ganamos de camiseta, para qué, nos agrandamos pero al fin al cabo sacamos casta, jerarquía, esa que no dan por ganarle a Alianza en Barranca.
Mientras otros festejaban acabar un invicto y ganar un clásico, a los tres días, cómo lo pronosticaba, su más fiel hincha, “perdieron hasta el c…” porque esos lujos de entrar agrandado y ganador, sólo se los da uno en este país y ustedes ya saben quien es.
Volvemos a la semifinal, El verde contra Millonarios, partido de ida donde mal que bien, el mejor de todos, quien más q Armani; salva lo que iba siendo una mala noche para el conjunto paisa. Todo hay que decirlo, no se jugó bn, o bueno, no a lo que estamos acostumbrados, pero eso es otra conclusión para más adelante. Lo que nadie vio nuevamente, es el mal arbitraje. Faltas técnicas que iban metiendo al verde en su propio campo, el descorazonar al saber que el otro rival te puede pegar y no tener como defenderte, cuando el fútbol no te alcanza pero el coraje lo mutila el juez. Menos mal ese día no nos abandonó el que merece todos los altares y todos los homenajes en vida que le podamos hacer.
Pasamos al partido del pasado domingo, donde Millonarios plantea un partido q a mi parecer es bueno tácticamente, no necesitan del balón y este fue el enemigo del verde en un terreno embarrado, lluvioso, con charcos, “y eso que la grama del Coloso de la 74 es la mejor”. Que por su estilo, pierde su esencia, poner el balón al piso. Eso vuelve un partido guerreado más que jugado y eso le convino al azul capitalino.
Ya sabiendo esto, es obvio que las faltas en el campo hay que saberlas interpretar de una manera diferente. Pero no, solo miramos lo que nos conviene. Pero si somos exactamente pegado a la ley, el juego se hubiera llenado de penales de parte y parte, no sólo para Millonarios; lo que pasa es que la producción obviamente bogotana, muestra lo que quiere mostrar, pero a redes sociales están llenas de ejemplos donde al verde le hicieron la misma cantidad de faltas o penales.
El arbitraje, con el que los hinchas han tratado de mimetizar su frustración de siempre; ver perder a su equipo con el mejor, les recomiendo que revisen la comisión arbitral. Adivinen... es azul y roja, por ende los jueces los ponen ellos.
Y acá viene mi conclusión final. Todos los equipos de este país tienen q jugar a su 100% de sus capacidades para hacerle un partido decente al verde. Un verde q no juega bien pero es efectivo, que gana porque es el bicampeón de América, porque así no funcione lo planeado por el profe Rueda, hay una memoria colectiva, una entrega, un compromiso, un relevo por el compañero. Eso nos hace diferentes.
Lo que nos hace diferentes al resto de los demás hinchas, es que Maturana nos enseñó que el fútbol se tiene q jugar bonito, elegante y Bolillo nos educó que cuando no alcanza el fútbol, hay que meterle mucho más corazón a la camiseta.
No sé qué pase en la final. Sólo quiero que mis palabras, aunque algo fuertes; les quería transmitir la manera en cómo debemos de asimilar lo que nos da Nacional. Es demasiado, somos los más grandes de un país, jugamos bien y bonito al fútbol y cuando eso no alcanza, le ponen eso que llaman jerarquía.
Juan Fernando Montoya.
PD: me lo enviaron al WhatsApp.