EL MUDO EN LA RIFA
En una fiesta llegó el momento de los regalos y como eran muchos, los invitados deciden rifarlos. Entre los asistentes había un "mudo que de repente oye al moderador anunciar el número ganador.
El número ganador es el 2440.
El " mudo" mira su número y comienza a gemir "jum jum jum" mientras trata de abrirse paso entre los asistentes para llegar a la tarima y reclamar su premio, pero nadie se da cuenta de lo que pasa.
"El 2440 a la una" dice nuevamente el moderador y el "mudo", desesperado, sigue sacando la gente del medio con sus brazos y gimiendo "jum jum jum" como señal de tener el número premiado, pero estaba muy atrás en el gentío. El 2440 a las dos" dice el moderador y el "mudo", viendo que no llegaría a tiempo a la tarima para reclamar su premio, en un acto desesperado se baja el cierre de su pantalón y le muestra su miembro una señora a su lado quien histérica comenzó a gritar: ¡¡¡EL MUDO SE LO SACÓ!!! ¡¡¡EL MUDO SE LO SACÓ!!!
Vecinos
Un dominicano en Rio Piedras tiene la costumbre de tirar la basura todas las noches al jardín de su vecino boricua. Una noche el boricua lo sorprende y le dice:
Si sigues tirando la basura en mi jardín no tendré más remedio que dar parte a la policía.
-O pero que vaina A mí me dai igual, si quieres se la das toda, yo no la quiero pa naida.
Don Monseñor
La novicia del convento está escribiendo una carta y comienza: Querido Monseñor. Se da cuenta de que aquel puede mal interpretar sus palabras y vuelve a empezar. Excelentísimo Monseñor: Recapacita pensando que es demasiado formal. Sr. Monseñor: Este título le parece muy mundano. Así que probando varios títulos, decide que el mejor es Don Monseñor. Para asegurarse de no meter la pata, le pregunta a la Madre Superiora: ¿Madre, Monseñor se pone con Don? "Claro que se pone condón, si no, este convento sería una guardería-."
-Padre, perdóneme porque he pecado (voz femenina)
- Dime hija ¿cuáles son tus pecados?
- Padre, el demonio de la tentación se apoderó de mí, pobre pecadora.
- ¿Cómo es eso hija?
- Es que cuando hablo con un hombre tengo sensaciones en el cuerpo que no sé cómo describirlas...
-Hija, por favor, que también soy un hombre...
-Sí, padre, por eso vine a confesarme con usted...
-Bueno hija, ¿y cómo son esas sensaciones?
-No sé cómo explicarlas, por ejemplo ahora mi cuerpo se rebela a estar de rodillas y necesito ponerme más cómoda...
-¿en serio?
-Sí, quiero relajarme y quedarme tendida...
-hija, ¿tendida cómo?
-De espaldas al piso, hasta que se me pase la tensión...
-¿y qué más?
-Es como que tengo un sufrimiento que no le encuentro acomodo
-¿y qué más?
-Como que espero un poco de calor que me alivie..
-¿Calor?
-Calor padre, calor humano, que lleve alivio a mi padecer...
-¿y qué tan frecuente es esa tentación?
-Permanente padre, por ejemplo ahora me imagino que sus manos sobre mi piel me darían mucho alivio...
-¡Hija!
-Sí padre, perdóneme, pero me urge que alguien fuerte me estruje entre sus brazos y me dé el alivio que necesito...
-¿Por ejemplo yo?
-Por ejemplo, usted es la clase de hombre que imagino me puede aliviar
-perdóname hija mía, pero necesito saber tu edad...
-Setenta y cuatro padre.
-hija, ve en paz, que lo tuyo es reumatismo...