El chofer de Chávez
El Presidente Hugo Chávez y su chofer paseaban por una carretera
cuando súbitamente atropellaron a un cerdo, matándolo
instantáneamente. Chávez le dijo a su chofer que fuera a la granja
para explicarle al dueño lo sucedido.
Una hora mas tarde, ve a su chofer venir tambaleándose, con un cigarro
en una mano y con una botella en la otra, y su ropa desarreglada.
- ¿Que pasó? Preguntó Chávez, y este respondió:
- Bueno, el granjero me dio el vino, su mujer el cigarro y su hermosa
hija me hizo el amor apasionadamente.
- Por Dios, ¿que les dijiste?
- Les dije: "Soy el chofer del presidente Hugo Chávez y acabo de matar
al cerdo!"
la diferencia entre tu y usted
¿Saben ustedes la diferencia que existe entre "tú" y "usted"?. Este
ejemplo les ilustrará muy bien sobre la diferencia:
El director general de un banco se preocupaba por un joven director
estrella, que después de un periodo de trabajar junto a él, sin parar
nunca, ni para almorzar, empieza a ausentarse al mediodía.
Entonces el director general del banco llama al detective privado del
banco y le dice:
-"Siga a López una semana entera, no vaya a ser que ande en algo malo o sucio".
El detective cumple con el cometido, vuelve e informa:
- "López sale normalmente al mediodía, toma su coche, va a su casa a
almorzar, luego le hace el amor a su mujer, se fuma uno de sus
excelentes habanos y vuelve a trabajar".
Responde el director:
- "¡Ah, bueno, menos mal, no hay nada malo en todo eso!".
Luego el detective pregunta:
- "¿Puedo tutearlo, señor?".
Sorprendido, el director responde:
- "Sí, cómo no".
Entonces el detective dice:
- "Te repito: López sale normalmente al mediodía, toma tu coche, va a
tu casa a almorzar, luego le hace el amor a tu mujer, se fuma uno de
tus excelentes habanos y vuelve a trabajar".
Una pareja que lo comparte todo
Una pareja de ancianos entro en un McDonald's una noche de invierno.
Buscaron una mesa libre entre todos los jóvenes que estaban allí
cenando esa noche.
El anciano se acercó a la caja y pidió su comida, sin dudar, y
seguidamente la pagó. El anciano desenvolvió la hamburguesa y
cuidadosamente la partió por la mitad, y puso una mitad junto a su
esposa, luego con mucho cuidado contó todas las papitas fritas y las
dividió en dos montones y colocó un montón junto a su esposa.
Igualmente, metió dos popotes dentro del refresco y lo puso entre él y
su esposa.
Cuando el anciano empezó a comer su mísera media hamburguesa, la gente
de alrededor, se los quedó mirando con compasión. Un joven se les
acercó, y educadamente les dijo, que les compraría otra ración de
comida. Él anciano, respondió, que no se molestara, que estaba bien
así, que estaban acostumbrados a compartirlo todo entre los dos.
La gente de alrededor, se dio cuenta de que la anciana, no había
probado bocado. Solo miraba como comía su marido, y de vez en cuando,
cuando era su turno, bebía un poquito del refresco.
El joven se acercó otra vez y les suplicó que por favor dejara que les
invitara algo para comer. Esta vez fue la anciana la que le explicó
que no, que ellos estaban acostumbrados a compartir siempre todo
juntos. Cuando el anciano terminó de comer su parte y se limpiaba con
la servilleta delicadamente, el joven que ya no podía continuar viendo
esa situación, volvió por tercera vez a intentar invitarles a algo de
comer.
Después de que la pareja de ancianos, rechazara otra vez la invitación
el joven le preguntó a la anciana:
- ¿Y usted, que es lo que está esperando?
La anciana contestó:
- 'LOS DIENTES'.
Sucedió en el desierto
Se encuentran una monja y un cura cruzando el desierto del Sahara en
un camello. Al tercer día, una tormenta de arena los atrapa y buscan
refugio. Cuando termina, se percatan de que el camello está muerto. El
padre dice:
- Hermana, esto se ve muy mal, difícilmente sobreviviremos dos días
aquí, y el campamento más cercano se encuentra a una semana de camino.
Así que ahora que sabemos que no sobreviviremos, quiero pedirle un
favor.
- ¿Cuál?
- Nunca he visto los senos de una mujer. ¿Podría ver los suyos?
La monja, un poco sorprendida, responde:
- En las circunstancias en que nos encontramos, no veo el problema.
Y se los muestra al padre.
Este prosigue:
- Hermana, ¿le importa si los toco?
La monja no pone objeción. Después de unos minutos pregunta:
- Padre, ¿puedo pedirle ahora yo un favor?
- ¡Claro!
- Nunca he visto el ************ de un hombre. ¿Me dejaría ver el suyo?
- Pues... En las circunstancias en las que nos encontramos, no veo el
posible daño, hija.
Y se lo muestra.
- ¿Lo puedo tocar?
- Pues... ¡Tócalo!
Después de algunos minutos de tener la atención de la monja, el padre
no se puede contener y acercándose a ella, le dice al oído:
- Hermana... ¿Sabía que si lo inserto en el lugar correcto puedo crear vida?
- ¿De verdad?
- Por supuesto.
- ¡Qué bien, padre!¡Métaselo al camello y vámonos de aquí!
Secuestro gallego
El gallego Manolo, se encontraba viviendo en Colombia y pasando por
serios aprietos económicos cuando decidió meterse de lleno a la
galopante industria del secuestro.
Fue al parque más cercano, se escondió detrás de un árbol y capturó al
primer niño que pasó, lo llevó a su casa y escribió la siguiente nota:
"Que he secuestrado a vuestro hijo, si lo queréis tener vivo y de
regreso, dejad mañana detrás del árbol de los naranjos a las 7:00 AM
una bolsa manila con 10,000 dólares.
Firma: El Gallego"
Dobló la nota y se la puso en su bolsa al niño, y le dice
- "Vete directo a tu casa y enseñad a vuestros padres la nota"
Al día siguiente encontró la bolsa en el parque, según las
instrucciones,con los 10,000 dólares y con la siguiente nota:
- "Joder, que no puedo creer que un gallego le haga ésto a otro gallego"
Comiéndose el hielito
Un niño le dice a la mamá:
- Mamá, mamá, ¿me puedo comer un hielito?
- Bueno hijo, te puedes comer un hielito.
Al rato:
- Mamá, mamá, ¿me puedo comer un hielito?
- Bueno hijo, te puedes comer un hielito.
Y asi sigue el niño por un buen rato pidiendo hielitos, hasta que:
- Mamá, mamá, ¿me puedo comer otro hielito?
- Mijo! si te sigues comiendo los hielos, tu hermanito va a llegar
descompuesto a la funeraria!
Secuela de malos tiempos
Una jovencita está de parto en Maternidad y la partera le pregunta si
le gustaría que su marido estuviera presente durante el nacimiento.
- Me temo que no estoy casada - responde la joven.
- ¿Tiene novio? - pregunta la partera.
- No.
- ¿Compañero quizás?
- Tampoco, no tengo a nadie. Tendré al niño yo sola.
Después del parto, la partera vuelve a hablarle:
- Ha tenido una niña preciosa, pero antes de que la vea, le tengo que
avisar que le ha salido negra.
- Bueno - responde la joven -, verá, es que estaba pasando por una
mala racha, sin dinero ni sitio en qué vivir, así que acepté un
trabajo en una película porno, y el protagonista era negro.
- Oh, lo siento, aunque eso no es asunto mío- responde la partera -,
el caso es que, además, la niña tiene el pelo rubio.
- Eso es que también había un sueco en la película, sabe, y necesitaba
el dinero urgentemente- responde la joven.
- Oh, lo siento, aunque eso no es asunto mío- vuelve a responder la
matrona -, el caso es que, además, la niña tiene los ojos rasgados.
- Eso es que también había un hombrecillo chino en la película, y de
verdad que eran malos tiempos, así que no tuve elección- dice la
joven.
La matrona trae por fin a la niña y le da unas palmaditas en el
culete. La niña empieza a llorar y la madre exclama:
- ¡¡¡Gracias a Dios!!!
- ¿Por qué? - pregunta la partera extrañada.
- Bueno - responde la joven madre aliviada- por un momento tuve el
horrible presentimiento de que iba a empezar a ladrar!!!.