Sergey Brin y Larry Page, fundadores de la factoría Google, perderán el control de la empresa dentro de cinco años. Así lo han ratificado al anunciar que pondrán a la venta diez millones de acciones que están en su propiedad, pasando a ingresar más 5.500 millones de dólares a sus cuentas, lo que serían 3.900 millones de euros según el valor que actualmente tiene Google. De esta forma, el derecho a voto de los fundadores representaría un 48% en lugar del 59% que hasta el momento han tenido en el Consejo de la compañía. La pérdida, sin embargo, quedará compensada con el 10% que ostenta el presidente de Google Eric Schmidt, cargo con el que los fundadores tienen absoluta confianza.
A pesar de todo, los diez millones de acciones que ostentan Page y Brin se irán vendiendo de forma escalonada, para no provocar altibajos en el valor que actualmente tiene Google. Esto quiere decir que durante los próximos cinco años, los fundadores del buscador más empleado del mundo irán perdiendo representación dentro del accionariado. En total se espera que reduzcan su voto en un 11%, aunque en sus manos seguirá quedando un buen trozo del suculento pastel. La pareja de afortunados todavía contará con 47 millones de títulos en su poder.
Según la misma compañía, no es raro que los fundadores de empresas tan importantes como Google vendan sus acciones. En palabras textuales: “Estos planes son ampliamente utilizados por los fundadores de empresas para diversificar gradualmente sus carteras de inversión“. Un portavoz de la compañía ha sido el encargado de confirmar que Sergey Brin y Larry Page están absolutamente comprometidos con la empresa y que siguen liderando un proyecto que ha obtenido beneficios a pesar de la crisis. De hecho, parece ser que la dirección y la estrategia de Google todavía está en sus manos. Y aquí no pasa nada.
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