En el futuro, los taladros utilizados en el procesamiento de materiales serán más rápidos, y los compresores usados en automóviles y aviones se harán más compactos. Pero para garantizar la precisión y eficiencia de esos dispositivos, se les debe dotar de sistemas de tracción eléctricos con las revoluciones por minuto necesarias y la potencia adecuada del motor. Hasta el momento, los motores producidos industrialmente no han podido pasar de las 250.000 revoluciones por minuto. Ahora, sin embargo, unos investigadores del Instituto Federal Suizo de Tecnología, en Zurich, y sus colaboradores, han desarrollado un sistema de tracción que puede alcanzar más de 1.000.000 de rpm.
El nuevo sistema de tracción genera un rendimiento de 100 vatios y es escasamente más grande que una cajetilla de fósforos. El rotor cuenta con una estructura de titanio que es capaz de resistir las fuerzas centrífugas extremas, en tanto que los rodamientos están optimizados para velocidades sumamente altas. Hasta ahora, cuanto más alta era la velocidad de rotación, más pérdidas había. Pero los investigadores del Instituto Federal Suizo de Tecnología han logrado resolver el problema con un estátor de muy baja pérdida.
Para los bobinados, que son insertados en un cilindro hecho de una clase de hierro no usada hasta ahora en la fabricación de maquinaria, se emplea cable ultrafino de cobre. Además, la máquina con este diseño es alimentada mediante un sistema electrónico especialmente desarrollado para esas velocidades tan elevadas del motor. Christof Zwyssig del Instituto Federal Suizo de Tecnología subraya que el propósito que el equipo tenía de romper la barrera del millón de rpm se ha logrado gracias a esta nueva tecnología. Sin ella, no habría sido posible diseñar un sistema viable capaz de alcanzar esa velocidad.
El innovador sistema de tracción es obra del citado instituto y de varias empresas colaboradoras. La máquina fue fabricada por la compañía alemana ATE GmbH, especializada en el desarrollo de sistemas eléctricos de tracción de alta eficiencia. Los rodamientos los aportó Myonic, una firma también alemana y que ha estado produciendo rodamientos miniaturizados de alta precisión desde hace más de 70 años. La creación del sistema, el desarrollo de la electrónica y la regulación del sistema de tracción, corrieron a cargo del Instituto Federal Suizo de Tecnología.
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