[POST OFICIAL] Multiplataforma

Bueno pues... que arranque el E3... espero que lo llevemos en este foro.

Se sabe algo del calendario de las conferencias? Quien va a dar primero el golpe de muerte a esta generación?
 
No ves la hora de recibir nuevas noticias sobre Kinect, verdad? :p

Me imagino que se abrirá un nuevo tema sólo para hablar del E3, como todos los años.

La hora de Colombia es la misma de Chicago:
e3times2012.png
 
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No ves la hora de recibir nuevas noticias sobre Kinect, verdad? :p

Me imagino que se abrirá un nuevo tema sólo para hablar del E3, como todos los años.

La hora de Colombia es la misma de Chicago:
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Je je je.. claro, muero por el Sesame Street Kinect... :p

No pues en realidad era por reavivar el foro.... a mi me parecería mejor que lo lleváramos por este hilo, pues esta entre los "Importantes"... aunque pues los mods decidirán lo mejor para la comunidad. :p
 
No ves la hora de recibir nuevas noticias sobre Kinect, verdad? :p

Me imagino que se abrirá un nuevo tema sólo para hablar del E3, como todos los años.

La hora de Colombia es la misma de Chicago:
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Gracias por la info... a preparar mi calendario jejeje
 
Bueno, copio y pego un artículo de anaitgames que creo incumbe a todos:

El apocalipsis social

wiiu-hipster.jpg

Ni el propio Mark Zuckerberg tenía ni idea de la que estaba montando cuando se sacó de la manga aquel Vota Mi Cuerpo para universitarios que fue el zigoto de Facebook, Facemash. Tampoco Jack Dorsey y sus compañeros en Odeo sabían lo que se les vendría encima tras aquella tarde en la que una sesión de brainstorming engendró el proyecto twttr, que desembocaría en Twitter. No se trata solo de dos éxitos comerciales: son parte de un paso más en la evolución de la comunicación humana, y además de ayudarnos a estalquear entre las fotos veraniegas de esa amiga de nuestra prima con una talla 110 sin que una orden de alejamiento nos lo impida, también han contribuido a cambiar el mundo. El ejemplo más elocuente: ¿alguien cree que sin redes sociales la Primavera Árabe habría aflorado de un modo tan fulgurante?

El mundo ha cambiado, y con él nuestra vida cotidiana. Esto es algo que las grandes compañías vienen observando, al principio expectantes, y ahora en una batalla encarnizada por ver quién se amolda mejor a los nuevos engranajes de la sociedad, quién saca más provecho a este par de nuevas vías. Lo hemos visto en todos los ámbitos del ocio la comunicación. Aquí arriba, de hecho, tenéis una barrita negra persecutoria que os abre todo un mundo de interacción social, una vida vibrante de éxito y sexo consentido a raudales. Las redes sociales han extendido sus tentáculos hasta el mismo límite de su alcance, que sigue creciendo día a día, pero hay quien está llevando todo esto demasiado lejos.

Con Wii U, Nintendo, tal como afirma John Cheese en un artículo para Cra.cked sobre por qué está claro que la compañía ha demostrado en este E3 haber perdido la püta cabeza, ha visto lo extendidísimo que está Facebook y el proceso mental ha sido tan rápido como superficial: «Vaya, parece que a la gente le gustan las redes sociales, hagamos lo mismo con nuestra consola de videojuegos». Podría haber sucedido lo mismo con el porno, pero desgraciadamente no lo hizo. No obstante, ¿qué lógica tiene imponerle al usuario funcionalidades que nunca ha pedido?
wiiu-miis-social.jpg

Fijaos que digo "imponer" y no "ofrecer" por el simple motivo de que al encender nuestra Wii U cientos de familiares, amigos y perfectos desconocidos entrarán por nuestro salón a través de sus Miis e incluso podrán dirigirnos mensajes o hacernos dibujitos. Y cuando digo dibujitos quiero decir —este es otro tema en el que Cheese profundiza con su habitual lucidez— pollas. Pollas con pelo, pollas con semen, pollas sonrientes, pollas con piernas, pollas de todos los colores. Una oleada imparable de pollismo que nadie podrá detener.

Bromas aparte, ya no se tratará de abrir un menú y ver a qué juegan nuestros amigos o mandarles algún mensajito. Nintendo ha integrado lo social en la interfaz pero también en los juegos, obligándonos sin el menor reparo a relacionarnos o como mínimo leer las tonterías que alguien haya decidido que debía transmitirle al mundo. ¿Y si no necesito relacionarme? Estamos en la era de las nuevas tecnología, como les gusta decir en los telediarios, y hay cien mil formas de comunicarse. No necesito Whatsapp en mi batidora ni Twitter en el irrigador bucal, del mismo modo que no necesito estar comunicado y localizable mientras me relajo (o me emociono, o me frustro) jugando a la consola. La experiencia del jugador solitario que vive una historia como si leyera un libro ha sido magreada, si mis sospechas se confirman será violada y quizá a medio plazo le espere un viaje envuelta en plástico en el maletero de un coche hasta que le golpeen con un martillo y la arrojen a una cuneta. El decirle a tus amigos "hoy no salgo" para quedarte jugando perderá todo el sentido porque, lo quieras o no, vas socializar por huevos. Vaya si lo harás.
reggie-mariosocial.jpg

Seguro que muchos están entusiasmados con estas nuevas posibilidades de interacción social hasta el hastío, y es algo respetable porque al fin y al cabo forma parte del ocio de muchos. Pero hay otros motivos para dudar de esta decisión. Hasta ahora ya me sentía presionado para meterle mano al multijugador (más que premiar, el multijugador empieza a castigar a quienes no comulgan con él retirándole la posibilidad de completar los logros y, como dice Michael Thomsen en su ensayo Will Work for Fun, le aliena forzándole a "trabajar en él" durante horas para dominar sus dinámicas y resortes, convirtiéndose en algo diametralmente opuesto a lo que para muchos es un videojuego: un viaje guiado, un experimentar las reglas que alguien ha puesto ahí para ti), pero al menos siempre tuve un refugio en la campaña. Salvo excepciones en que la integración de ambos modos redundaban en un simple complemento vivo y parlante a la experiencia individual, uno siempre ha podido apagar la luz, reclinarse en el sofá y penetrar en la propuesta como un apasionado submarinista lo haría en su paraje marino favorito. Porque la soledad muchas veces es parte de esa experiencia y el ruido de las motos acuáticas o de los turistas chapoteando rompen la magia que genera ese compromiso que contraemos con el desarrollador en el momento en que pulsamos start para empezar.

Con Wii U peligra el derecho fundamental a disfrutar del videojuego, quizá no como fue concebido, pero sí como se hizo popular y creció hasta convertirse en una poderosa industria. Con el "together, better" nos han transmitido la idea de que jugar en compañía es maravilloso, que es una forma de divertirnos sin perder de vista las necesidades sociales y familiares, sin ausentarnos virtualmente cuando cogemos el mando. Quizá sea ese uno de los motivos por los que el multijugador online estará algo desatendido en la nueva consola de Nintendo. Pikmin 3 fue la primera novedad para Wii U que apareció en la conferencia del E3, salió el mismísimo Shigeru Miyamoto a explicarnos los detalles del juego durante un buen rato, y eso es una prueba fehaciente de que el regreso de los bichitos multicolor es una de las apuestas más fuertes del catálogo first-party de salida para Nintendo. Quizá la más fuerte. Y no tiene online. De ningún tipo. Tras un montón de paparruchas que ni él mismo entendía, Miyamoto decía en una entrevista: «¡Pero el cooperativo local es muy divertido!»

Las abuelas llevan un lustro quejándose de que miremos las menciones en Twitter o consultemos el correo mientras les hacemos compañía. Las reuniones con amigos a veces llegan a un punto muerto en el que cada uno saca el móvil y se poner a dar likes en Pinterest o hacer check-in en Foursquare. Ese Alone Together que mencionaba el propio Satoru Iwata como un problema social a resolver por la vía del juego cooperativo perderá todo su valor en el momento en que Facebook, con su infinito caudal de banalidad, se adueña de nuestros más íntimos momentos de ocio en soledad. No, esos no; los otros, marranos. Aunque, bien pensado, si esta idea tiene éxito crea escuela, podemos darnos por jodidos. Literalmente.

Aunque estoy 100% de acuerdo con el artículo, acepto que no todo lo social metido en los videojuegos ha de ser malo, una de las pocas buenas ideas me parece el autolog en el NFS: Hot pursuit, pero desafortunadamente creo que la gran mayoría de empresas meterán lo social sin vaselina y sin pensarlo bien en muchos juegos y consolas. En fin, creo que es un tema interesante.
 
Bueno, copio y pego un artículo de anaitgames que creo incumbe a todos:

El apocalipsis social

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Ni el propio Mark Zuckerberg tenía ni idea de la que estaba montando cuando se sacó de la manga aquel Vota Mi Cuerpo para universitarios que fue el zigoto de Facebook, Facemash. Tampoco Jack Dorsey y sus compañeros en Odeo sabían lo que se les vendría encima tras aquella tarde en la que una sesión de brainstorming engendró el proyecto twttr, que desembocaría en Twitter. No se trata solo de dos éxitos comerciales: son parte de un paso más en la evolución de la comunicación humana, y además de ayudarnos a estalquear entre las fotos veraniegas de esa amiga de nuestra prima con una talla 110 sin que una orden de alejamiento nos lo impida, también han contribuido a cambiar el mundo. El ejemplo más elocuente: ¿alguien cree que sin redes sociales la Primavera Árabe habría aflorado de un modo tan fulgurante?

El mundo ha cambiado, y con él nuestra vida cotidiana. Esto es algo que las grandes compañías vienen observando, al principio expectantes, y ahora en una batalla encarnizada por ver quién se amolda mejor a los nuevos engranajes de la sociedad, quién saca más provecho a este par de nuevas vías. Lo hemos visto en todos los ámbitos del ocio la comunicación. Aquí arriba, de hecho, tenéis una barrita negra persecutoria que os abre todo un mundo de interacción social, una vida vibrante de éxito y sexo consentido a raudales. Las redes sociales han extendido sus tentáculos hasta el mismo límite de su alcance, que sigue creciendo día a día, pero hay quien está llevando todo esto demasiado lejos.

Con Wii U, Nintendo, tal como afirma John Cheese en un artículo para Cra.cked sobre por qué está claro que la compañía ha demostrado en este E3 haber perdido la püta cabeza, ha visto lo extendidísimo que está Facebook y el proceso mental ha sido tan rápido como superficial: «Vaya, parece que a la gente le gustan las redes sociales, hagamos lo mismo con nuestra consola de videojuegos». Podría haber sucedido lo mismo con el porno, pero desgraciadamente no lo hizo. No obstante, ¿qué lógica tiene imponerle al usuario funcionalidades que nunca ha pedido?
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Fijaos que digo "imponer" y no "ofrecer" por el simple motivo de que al encender nuestra Wii U cientos de familiares, amigos y perfectos desconocidos entrarán por nuestro salón a través de sus Miis e incluso podrán dirigirnos mensajes o hacernos dibujitos. Y cuando digo dibujitos quiero decir —este es otro tema en el que Cheese profundiza con su habitual lucidez— pollas. Pollas con pelo, pollas con semen, pollas sonrientes, pollas con piernas, pollas de todos los colores. Una oleada imparable de pollismo que nadie podrá detener.

Bromas aparte, ya no se tratará de abrir un menú y ver a qué juegan nuestros amigos o mandarles algún mensajito. Nintendo ha integrado lo social en la interfaz pero también en los juegos, obligándonos sin el menor reparo a relacionarnos o como mínimo leer las tonterías que alguien haya decidido que debía transmitirle al mundo. ¿Y si no necesito relacionarme? Estamos en la era de las nuevas tecnología, como les gusta decir en los telediarios, y hay cien mil formas de comunicarse. No necesito Whatsapp en mi batidora ni Twitter en el irrigador bucal, del mismo modo que no necesito estar comunicado y localizable mientras me relajo (o me emociono, o me frustro) jugando a la consola. La experiencia del jugador solitario que vive una historia como si leyera un libro ha sido magreada, si mis sospechas se confirman será violada y quizá a medio plazo le espere un viaje envuelta en plástico en el maletero de un coche hasta que le golpeen con un martillo y la arrojen a una cuneta. El decirle a tus amigos "hoy no salgo" para quedarte jugando perderá todo el sentido porque, lo quieras o no, vas socializar por huevos. Vaya si lo harás.
reggie-mariosocial.jpg

Seguro que muchos están entusiasmados con estas nuevas posibilidades de interacción social hasta el hastío, y es algo respetable porque al fin y al cabo forma parte del ocio de muchos. Pero hay otros motivos para dudar de esta decisión. Hasta ahora ya me sentía presionado para meterle mano al multijugador (más que premiar, el multijugador empieza a castigar a quienes no comulgan con él retirándole la posibilidad de completar los logros y, como dice Michael Thomsen en su ensayo Will Work for Fun, le aliena forzándole a "trabajar en él" durante horas para dominar sus dinámicas y resortes, convirtiéndose en algo diametralmente opuesto a lo que para muchos es un videojuego: un viaje guiado, un experimentar las reglas que alguien ha puesto ahí para ti), pero al menos siempre tuve un refugio en la campaña. Salvo excepciones en que la integración de ambos modos redundaban en un simple complemento vivo y parlante a la experiencia individual, uno siempre ha podido apagar la luz, reclinarse en el sofá y penetrar en la propuesta como un apasionado submarinista lo haría en su paraje marino favorito. Porque la soledad muchas veces es parte de esa experiencia y el ruido de las motos acuáticas o de los turistas chapoteando rompen la magia que genera ese compromiso que contraemos con el desarrollador en el momento en que pulsamos start para empezar.

Con Wii U peligra el derecho fundamental a disfrutar del videojuego, quizá no como fue concebido, pero sí como se hizo popular y creció hasta convertirse en una poderosa industria. Con el "together, better" nos han transmitido la idea de que jugar en compañía es maravilloso, que es una forma de divertirnos sin perder de vista las necesidades sociales y familiares, sin ausentarnos virtualmente cuando cogemos el mando. Quizá sea ese uno de los motivos por los que el multijugador online estará algo desatendido en la nueva consola de Nintendo. Pikmin 3 fue la primera novedad para Wii U que apareció en la conferencia del E3, salió el mismísimo Shigeru Miyamoto a explicarnos los detalles del juego durante un buen rato, y eso es una prueba fehaciente de que el regreso de los bichitos multicolor es una de las apuestas más fuertes del catálogo first-party de salida para Nintendo. Quizá la más fuerte. Y no tiene online. De ningún tipo. Tras un montón de paparruchas que ni él mismo entendía, Miyamoto decía en una entrevista: «¡Pero el cooperativo local es muy divertido!»

Las abuelas llevan un lustro quejándose de que miremos las menciones en Twitter o consultemos el correo mientras les hacemos compañía. Las reuniones con amigos a veces llegan a un punto muerto en el que cada uno saca el móvil y se poner a dar likes en Pinterest o hacer check-in en Foursquare. Ese Alone Together que mencionaba el propio Satoru Iwata como un problema social a resolver por la vía del juego cooperativo perderá todo su valor en el momento en que Facebook, con su infinito caudal de banalidad, se adueña de nuestros más íntimos momentos de ocio en soledad. No, esos no; los otros, marranos. Aunque, bien pensado, si esta idea tiene éxito crea escuela, podemos darnos por jodidos. Literalmente.

Aunque estoy 100% de acuerdo con el artículo, acepto que no todo lo social metido en los videojuegos ha de ser malo, una de las pocas buenas ideas me parece el autolog en el NFS: Hot pursuit, pero desafortunadamente creo que la gran mayoría de empresas meterán lo social sin vaselina y sin pensarlo bien en muchos juegos y consolas. En fin, creo que es un tema interesante.
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LOL, ahora los videojuegos son derechos fundamentales...

Con Wii U peligra el derecho fundamental a disfrutar del videojuego

Apague y vámonos. El apocalípsis maya ya empezó xDDDDDDDDDDDDDD

Edit: Como nota aparte, con el auge de Internet y la industria de los vjuegos, creo que han surgido muchos analistas idiotas. No cualquiera 'debe' escribir análisis de videojuegos así como no cualquiera debe escribir un análisis sobre temas de economía o política.
 
LOL, ahora los videojuegos son derechos fundamentales...

Apague y vámonos. El apocalípsis maya ya empezó xDDDDDDDDDDDDDD

Edit: Como nota aparte, con el auge de Internet y la industria de los vjuegos, creo que han surgido muchos analistas idiotas. No cualquiera 'debe' escribir análisis de videojuegos así como no cualquiera debe escribir un análisis sobre temas de economía o política.

Bueno, la idea era poner el artículo para abrir el debate del tema social en los videojuegos pero ya nadie quiere hacerlo (solo poner gifs o burlarse del artículo sin debatir nada de lo que dice) pues aprovechemos que usted tocó este otro tema, para usted quién sí debe escribir análisis de videojuegos? Qué cualidades, estudios, requisitos debe cumplir una persona para ello?

Para mi aparte de lo básico (ortografía y redacción), lo principal es que sea videojugador y lleve en esto un buen rato habiendo probado de varias cosas (no es necesario que haya jugado todas las consolas y/o juegos habidos o por haber) para que no solo tenga una buena experiencia/conocimiento sino también que no sea un fanboy.
 
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Era un cartucho de FF II para NES, un cartucho "beta" o algo así, con todo el juego doblado al inglés y funcionando (como todos sabemos, FF II no fue lanzado en Norteamérica para NES). Y lo estaba vendiendo en USD 50.000

Por lo visto, ese link no sirvió para levantar este foro :\
 
Jajajja es que vienen a decir algo a los 3 días, eso así no se puede :p

Y si, era lo que dijo Borbox, el único cartucho de FF II que hay versión americana.

Enviado desde mi HTC Vivid
 

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