A qué velocidad cambian las cosas en esta industria, madre mía. Hace un año aproximadamente nos encontrábamos con un decidido paso al frente de Criterion. El desarrollador se hacía cargo de una franquicia tan complicada como ‘Need for Speed’ y anunciaba que a partir de ahora todo tendría el sello del estudio. Que se iban a encargar de darle sentido, coherencia y la máxima calidad a todos los juegos relacionados con la mítica saga.
Bien, eran grandes palabras y sobre todo un compromiso con los fans tanto del estudio como de ‘Need for Speed’. Hoy el cuento ha cambiado mucho. Tanto que ni Criterion hace ya juegos de coches. La franquicia salta a manos de Ghost Games, los responsables de la última entrega ‘Need for Speed: Rivals’ y parece que ahora sí, se quedará allí un buen tiempo.
El objetivo del estudio es construir una identidad de marca muy fuerte en torno a la saga. Que el jugador sepa perfectamente cuales son los rasgos identificativos de una entrega a otra y evitar lo que venía sucediendo hasta ahora: que los ‘Need for Speed’ eran completamente diferentes los unos de los otros y teníamos experiencias tan diferentes como ‘Need for Speed: Most Wanted’, ‘Need for Speed: Shift’ o ‘Need for Speed: The Run’. Van a tratar de unificarlo todo bajo un mismo criterio.
¿Es bueno? A priori establecer una señas de identidad que vayan más allá de la moda del momento sí que es bueno. Aunque por otra parte vamos a perder ese punto de locura que acompañaba cada año a los ‘Need for Speed’. Allí donde otros son cansinos y se repiten año tras año presentando la misma fórmula una y otra vez en ‘Need for Speed’ siempre encontrábamos algo radicalmente nuevo. A veces muy bueno, a veces muy malo. Pero nuevo.
Veremos cómo le sienta este cambio a la saga.
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