El mercado de juegos de segunda mano ha pasado de ser un intercambio totalmente libre entre particulares a una actividad controlada por los fabricantes de videoconsolas. Desde que se supo que la Xbox One incluiría controles de seguridad adicionales como parte de su estrategia de conexión permanente a internet, han ido apareciendo algunas informaciones en las que se afirmaba o dejaba intuir que Microsoft podría evitar la venta y adquisición libre de juegos usados, llegando incluso a cobrar algún tipo de canon; en realidad, las cosas son un poco distintas. Microsoft permitirá la compraventa de juegos de segunda mano, pero con unos matices algo especiales que finalmente ha detallado a través de Xbox.com.
En una sección de preguntas y respuestas con la que pretende arrojar algo de luz sobre la situación, Microsoft indica que "no cobra una tarifa de plataforma a minoristas, editores o consumidores por permitir la transferencia de estos juegos", añadiendo que "diseñamos la Xbox One para que los editores de juegos puedan permitirte cambiar tus juegos" en aquellos establecimientos adscritos a algún tipo de plan ad hoc implícito. Microsoft no bloqueará en principio la venta de sus propios juegos, pero otras compañías tendrán esa opción a su alcance:
Los editores pueden aceptar o no la reventa de juegos y pueden especificar términos de comercialización o cuotas de transferencia con los establecimientos. Microsoft no recibe ninguna compensación por esto. Además, los editores pueden permitirte regalar juegos a tus amigos. Prestar o alquilar juegos no será posible de lanzamiento, aunque estamos explorando las posibilidades con nuestros socios.
Por otro lado, Microsoft ha confirmado oficialmente que la consola necesitará conectarse a internet como mínimo una vez cada 24 horas. Si estás utilizando la Xbox One de un amigo, tendrás una hora para conectarte a los servicios de autentificación antes de ser expulsado. Con esta medida Microsoft pretende "verificar si hacen falta actualizaciones de sistema, aplicaciones o juegos, y para ver si has adquirido nuevos juegos o revendido, cambiado o regalado tu juego a un amigo". Esta es la explicación oficial, no obstante; la segunda lectura es que Microsoft quiere evitar que instales el juego en tu consola y después se lo regales o vendas a otra persona. No está del todo clara cuál será la velocidad mínima para acceder a los servicios de autentificación y juego en Xbox Live, pero Microsoft sugiere un mínimo de 1,5 Mbps para mantener una conexión.
El tercer artículo sobre Xbox One publicado por Microsoft hace referencia a Kinect y los posibles riesgos que puede entrañar para tu privacidad. Puesto que la Xbox One estará siempre atenta a las conversaciones que se mantengan en las proximidades para activarse en caso de recibir una orden de viva voz (lo que supone tener un micrófono enchufado las 24 horas del día), la función "Xbox on" podrá ser pausada o desactivada en la configuración del sistema. Igualmente, la consola ofrecerá varias opciones para evitar que los datos recogidos por Kinect (vídeo, fotos, sonido, ritmo cardiaco, etc.) "no salgan de tu Xbox One sin tu permiso expreso"... aunque todos sabemos que la mayoría de la gente dará al botón "aceptar" tan pronto como se lo solicite el primer juego. Al menos la opción estará ahí para el resto.
[Actualización: Microsoft ha indicado que por ahora no puede proporcionar más información de la ofrecida hasta la fecha en cuanto al proceso de identificación y cómo funcionará en lugares donde la conexión a internet sea deficiente. La compañía adelanta en cualquier caso que tendremos más detalles "en los próximos meses".]
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