Yo confieso...

Si está esperando recibir algo a cambio, eso no es amor. El verdadero amor no da esperando recibir algo, así como el amor no tiene nada que ver con la genitalidad ni con el deseo, ni con los celos, siempre generados por el absurdo de creer que somos dueños y amos de esos seres ''amados''.

AY ome esta gente porque se empelicula tantoooo nooooooooooo


Confieso que nadie quiere realmente a los moderadores en laneros y nunca aportan nada importante mas allá que amenazar a los demás o intentar censurar.

Confieso que vi el escándalo de Epa Colombia y pues pienso que es una persona que busca precisamente generar escándalo para generar algún tipo de ingreso, es algo que funciona todo el tiempo en colombia.

Es decir, no creo que realmente epa colombia sea una persona en el fondo tan ignorante y vacía como lo puede ser por ejemplo un lanero sino que sabe muy bien lo que hace y lo que hace lo hace porque le genera muchos reditos economicos.

Me acuerda a un "influencer" llamado liendra o algo asi que cobraba 7 millones por una historia de instagram porque, claro, siempre existia el lanero que se los pagaba.
 
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EL AMOR ROMÁNTICO COMO UTOPÍA EMOCIONAL DE LA POSMODERNIDAD

El amor en la posmodernidad es una utopía colectiva que se expresa en y sobre los cuerpos y los sentimientos de las personas, y que, lejos de ser un instrumento de liberación colectiva, sirve como anestesiante social.

El amor hoy es un producto cultural de consumo que calma la sed de emociones y entretiene a las audiencias. Alrededor del amor ha surgido toda una industria y un estilo de vida que fomenta lo que H.D. Lawrence llamó “egoísmo a dúo”, una forma de relación basada en la dependencia, la búsqueda de seguridad, necesidad del otro, la renuncia a la interdependencia personal, la ausencia de libertad, celos, rutina, adscripción irreflexiva a las convenciones sociales, el enclaustramiento mutuo…


Este enclaustramiento de parejas propicia el conformismo, el viraje ideológico a posiciones más conservadoras, la despolitización y el vaciamiento del espacio social, con notables consecuencias para las democracias occidentales y para la vida de las personas. Las redes de cooperación y ayuda entre los grupos se han debilitado o han desaparecido como consecuencia del individualismo y ha aumentado el número de hogares monoparentales. La gente dispone de poco tiempo de ocio para crear redes sociales en la calle, y el anonimato es el modus vivendi de la ciudad: un caldo de cultivo, pues, ideal para las uniones de dos en dos (a ser posible monogámicas y heterosexuales).

De este modo, nos atrevemos a afirmar que los modelos de relación erótica y amorosa de la cultura de masas están basadas en la ideología del “sálvese quién pueda”. Mucha gente se queja de que los amores posmodernos son superficiales, rápidos e intensos, como la vida en las grandes urbes. Es cada vez más común el enamoramiento fugaz, y pareciera que las personas, más que lograr la fusión, lo que hacen es “chocar” entre sí.

Creo, coincidiendo con Erich Fromm, que a pesar de que el anhelo de enamorarse es muy común, en realidad el amor es un fenómeno relativamente poco frecuente en nuestras sociedades actuales: “La gente capaz de amar, en el sistema actual, constituye por fuerza la excepción; el amor es inevitablemente un fenómeno marginal en la sociedad actual”. Y lo es porque el amor requiere grandes dosis de apertura de uno mismo, de entrega, generosidad, sinceridad, comunicación, honestidad, capacidad de altruismo, que chocan con la realidad de las relaciones entre los hombres y las mujeres posmodernas.

Por eso creo que el amor, más que una realidad, es una utopía emocional de un mundo hambriento de emociones fuertes e intensas. En la posmodernidad existe un deseo de permanecer entretenido continuamente; probablemente la vida tediosa y mecanizada exacerba estas necesidades evasivas y escapistas. Esta utopía emocional individualizada surge además en lo que Lasch denomina la era del narcisismo; en ella las relaciones se basan en el egoísmo y el egocentrismo del individuo.

Las relaciones superficiales que establecen a menudo las personas se basan en una idealización del otro que luego se diluye como un espejismo. En realidad, las personas a menudo no aman a la otra persona por como es, en toda su complejidad, con sus defectos y virtudes, sino más bien por cómo querría que fuese. El amor es así un fenómeno de idealización de la otra persona que conlleva una frustración; cuanto mayores son las expectativas, más grande es el desencanto.

El amor romántico se adapta al individualismo porque no incluye a terceros, ni a grupos, se contempla siempre en uniones de dos personas que se bastan y se sobran para hacerse felices el uno al otro. Esto es bueno para que la democracia y el capitalismo se perpetúen, porque de algún modo se evitan movimientos sociales amorosos de carácter masivo que podrían desestabilizar el statu quo. Por esto en los medios de comunicación de masas, en la publicidad, en la ficción y en la información nunca se habla de un “nosotros” colectivo, sino de un “tú y yo para siempre”. El amor se canaliza hacia la individualidad porque, como bien sabe el poder, es una fuerza energética muy poderosa. Jesús y Gandhi expandieron la idea del amor como modo de relacionarse con la naturaleza, con las personas y las cosas, y tuvieron que sufrir las consecuencias de la represión que el poder ejerció sobre ellos.


El amor constituye una realidad utópica porque choca con la realidad del día a día, normalmente monótona y rutinaria para la mayor parte de la Humanidad. Las industrias culturales actuales ofrecen una cantidad inmensa de realidades paralelas en forma de narraciones a un público hambriento de emociones que demanda intensidad, sueños, distracción y entretenimiento. Las idealizaciones amorosas, en forma de novela, obra de teatro, soap opera, reality show, concurso, canciones, etc. son un modo de evasión y una vía para trascender la realidad porque se sitúa como por encima de ella, o más bien porque actúa de trasfondo, distorsionando, enriqueciendo, transformando la realidad cotidiana.

Necesitamos enamorarnos del mismo modo que necesitamos rezar, leer, bailar, navegar, ver una película o jugar durante horas: porque necesitamos trascender nuestro “aquí y ahora”, y este proceso en ocasiones es adictivo. Fusionar nuestra realidad con la realidad de otra persona es un proceso fascinante o, en términos narrativos, maravilloso, porque se unen dos biografías que hasta entonces habían vivido separadas, y se desea que esa unión sitúe a los enamorados en una realidad idealizada, situada más allá de la realidad propiamente dicha, y alejada de la contingencia. Por eso el amor es para los enamorados como una isla o una burbuja, un refugio o un lugar exótico, una droga, una fiesta, una película o un paraíso: siempre se narran las historias amorosas como situadas en lugares excepcionales, en contextos especiales, como suspendidas en el espacio y el tiempo. El amor en este sentido se vive como algo extraordinario, un suceso excepcional que cambia mágicamente la relación de las personas con su entorno y consigo mismas.

Sin embargo, este choque entre el amor ideal y la realidad pura se vive, a menudo, como una tragedia. Las expectativas y la idealización de una persona o del sentimiento amoroso son fuente de un sufrimiento excepcional para el ser humano, porque la realidad frente a la mitificación genera frustración y dolor. Y, como admite Freud (1970), “jamás nos hallamos tan a merced del sufrimiento como cuando amamos; jamás somos tan desamparadamente infelices como cuando hemos perdido el objeto amado o su amor”.

Quizás la característica más importante de esta utopía emocional reside en que atenúa la angustia existencial, porque en la posmodernidad la libertad da miedo, el sentido se ha derrumbado, las verdades se fragmentan, y todo se relativiza. Mientras decaen los grandes sistemas religiosos y los bloques ideológicos como el anarquismo y el comunismo, el amor, en cambio, se ha erigido en una solución total al problema de la existencia, el vacío y la falta de sentido.


Otro rasgo del amor romántico en la actualidad es que en él confluyen las dos grandes contradicciones de los urbanitas posmodernos: queremos ser libres y autónomos, pero precisamos del cariño, el afecto y la ayuda de los demás. El ser humano necesita relacionarse sexual y afectivamente con sus semejantes, pero también anhela la libertad, así que la contradicción es continua, y responde a lo que he denominado la insatisfacción permanente, un estado de inconformismo continuo por el que no valoramos lo que tenemos, y deseamos siempre lo que no tenemos, de manera que nunca estamos satisfechos. A los seres humanos nos cuesta hacernos a la idea de que no se puede tener todo a la vez, pero lo queremos todo y ya: seguridad y emoción, estabilidad y drama, euforia y rutina.

La insatisfacción permanente es un proceso que nos hace vivir la vida en el futuro, y no nos permite disfrutar del presente; en él se aúna esa contradicción entre idealización y desencanto que se da en el amor posmoderno, porque la nota común es desear a la amada o el amado inaccesible, y no poder corresponder a los que nos aman. La clave está en el deseo, que muere con su realización y se mantiene vivo con la imposibilidad.

Si la primera contradicción amorosa posmoderna reside fundamentalmente en el deseo de libertad y de exclusividad, la segunda reside en la ansiada igualdad entre mujeres y hombres. Por un lado, la revolución feminista de los 70 logró importantes avances en el ámbito político, económico y social; por otro, podemos afirmar que el patriarcado aún goza de buena salud en su dimensión simbólica y emocional.

En algunos países las leyes han logrado llevar las reivindicaciones de los feminismos a la realidad social, pese a que la crisis económica nos aleja aún más de la paridad y la igualdad de mujeres y hombres en el seno de las democracias occidentales. Además de esta ansiada igualdad legal, política y económica, tenemos que empezar a trabajar también el mundo de las emociones y los sentimientos. El patriarcado se arraiga aún con fuerza en nuestra cultura, porque los cuentos que nos cuentan son los de siempre, con ligeras variaciones. Las representaciones simbólicas siguen impregnadas de estereotipos que no liberan a las personas, sino que las constriñen; los modelos que nos ofrecen siguen siendo desiguales, diferentes y complementarios, y nos seguimos tragando el mito de la media naranja y el de la eternidad del amor romántico, que se ha convertido en una utopía emocional colectiva impregnada de mitos patriarcales.

Algunos de ellos siguen presentes en nuestras estructuras emocionales, configuran nuestras metas y anhelos, seguimos idealizando y decepcionándonos, y mientras los relatos siguen reproduciendo el mito de la princesa en su castillo (la mujer buena, la madre, la santa,) y el mito del príncipe azul (valiente a la vez que romántico, poderoso a la par que tierno). Muchos hombres han sufrido por no poder amar a mujeres poderosas; sencillamente porque no encajan en el mito de la princesa sumisa y porque esto conlleva un miedo profundo a ser traicionados, absorbidos, dominados o abandonados.Los mitos femeninos han sido dañinos para los hombres porque al dividir a las mujeres en dos grupos (las buenas y las malas), perpetúan la deigualdad y el miedo que los hombres sienten hacia las mujeres. Este miedo aumenta su necesidad de dominarlas; el imaginario colectivo está repleto de mujeres pecadoras y desobedientes (Eva, Lilith, Pandora), mujeres poderosas y temibles (Carmen, Salomé, Lulú), perversas o demoníacas (las harpías, las amazonas, las gorgonas, las parcas, las moiras).

Paralelamente, multitud de mujeres han besado sapos con la esperanza de hallar al hombre perfecto: sano, joven, sexualmente potente, tierno, guapo, inteligente, sensible, viril, culto, y rico en recursos de todo tipo. El príncipe azul es un mito que ha aumentado la sujeción de la mujer al varón, al poner en otra persona las manos de su destino vital. Este héroe ha distorsionado la imagen masculina, engrandeciéndola, y creando innumerables frustraciones en las mujeres. El príncipe azul, cuando aparece, conlleva otro mito pernicioso: el amor verdadero junto al hombre ideal que las haga felices.

Pese a estos sueños de armonía y felicidad eterna, las luchas de poder entre hombres y mujeres siguen siendo el principal escollo a la hora de relacionarse libre e igualitariamente en nuestras sociedades posmodernas; por ello es necesario seguir luchando por la igualdad, derribar estereotipos, destrozar los modelos tradicionales, subvertir los roles, inventarnos otros cuentos y aprender a querernos más allá de las etiquetas.

No se men. Yo opino todo lo contrario, eso del romanticismo se me hace un mito utópico y populista.

Las telenovelas y películas para viejas tienen una fórmula, básicamente lo que escribe en el post. Esas películas, novelas, y lo que se derive que el tesoro al final del arcoíris es encontrar el amor verdadero, eso aparece en todas las telenovelas, películas de Disney, comedias románticas, que de comedias no tienen nada. Y novelas para adolescentes. Al final las personas encuentran el amor y encuentran el propósito de su vida, la media naranja. Si la persona encuentra el amor, encuentra la felicidad de su vida. Si no, es infeliz toda su vida. Pequeña fórmula.

Pienso que eso solo es para niñas y adolescentes inmaduras. Les muestran que en el amor está la única felicidad verdadera.

En ese orden de ideas, en la vida real veo que mucha gente es infeliz, por que no encuentran el príncipe azul de Disney, mucha gente se separa, veo mujeres que ven que su marido no las trata como el centro del universo. Y no veo por que tenga que hacerlo. Eso si es tóxico. Pensar que el mundo gira alrededor de la pareja. Ponen todas sus esperanzas en una pareja. Que las van a tratar como reinas y les van a dar todo. Que solo va a tener mente para esa persona. Es como el primer mandamiento, pero no es amar a Dios, sino a su pareja sobre todas las cosas.

Veo que muchas mujeres, en su mayoría, como también hombres basan su concepto del amor en lo que marca netflix, lo que dice las películas, las novelas. No ven que eso vende por que es ficción, así como lo es supermán, y los superhéroes. Hay películas de ficción que son para niños y para adolescentes. También hay películas de ficción para mujeres adolescentes que son esas comedias románticas, donde encuentran ese caballero que les soluciona la vida. O a lo sex on the city. Hombres de todo tipo y pruebe a ver qué es lo que mejor le conviene. Que tienen el mundo a sus pies. Que el mundo gira alrededor de ellas.

Mucha gente vive una vida de infelicidad al no alcanzar la felicidad que proyectan los medios de comunicación, la televisión, cine, farándula. Esa felicidad que invita las telenovelas, realities y películas.

Cuando ven cómo es en realidad el mundo, se deprimen, y se ponen a buscar desesperadamente otra pareja, otro hogar, otro matrimonio hasta lograr lo que le dicen las películas, los libros de autoayuda que reafirman lo dicho anteriormente, libros de profesores en el amor. Pero que son libros que venden, por que dicen lo que todos quieren escuchar y en el fondo esperan. Libros que son basura, esta generación se marca de coach, que son guías espirituales, en los negocios, en el amor. Y que solo son poetas que dicen cosas bonitas, de lo que se quiere escuchar. Como por ejemplo, hay cualquier cantidad de asesores en ser entrepreneurs para ser empresario y millonario. Lo extraño es que en la población la riqueza está distribuida en muy pocas personas, y no son precisamente en los coachs. Eso es en pocas palabras, un ciego guiando otro ciego.

El único consejo que le puedo dar es tomar las cosas con madurez. Por que digo eso, por que hoy en día hay muchísima información, donde la gran mayoría es basura, cuantos YouTubers diciendo tantas cosas, teorías, conspiraciones, lo que sea con el fin de tener visitas y seguidores. Lo mismo tick tokers, y noticias y artículos en Facebook. Como videos cortos que se viralizan , por que son chistosos, agradables y nos dicen lo que queremos escuchar. Hoy en día en redes sociales, en aumento crece el contenido de gente tonta, para gente tonta. Como lo que produce la epa colombia, contenido estupido, para gente...
 
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No se men. Yo opino todo lo contrario, eso del romanticismo se me hace un mito utópico y populista.

Las telenovelas y películas para viejas tienen una fórmula, básicamente lo que escribe en el post. Esas películas, novelas, y lo que se derive que el tesoro al final del arcoíris es encontrar el amor verdadero, eso aparece en todas las telenovelas, películas de Disney, comedias románticas, que de comedias no tienen nada. Y novelas para adolescentes. Al final las personas encuentran el amor y encuentran el propósito de su vida, la media naranja. Si la persona encuentra el amor, encuentra la felicidad de su vida. Si no, es infeliz toda su vida. Pequeña fórmula.

Pienso que eso solo es para niñas y adolescentes inmaduras. Les muestran que en el amor está la única felicidad verdadera.

En ese orden de ideas, en la vida real veo que mucha gente es infeliz, por que no encuentran el príncipe azul de Disney, mucha gente se separa, veo mujeres que ven que su marido no las trata como el centro del universo. Y no veo por que tenga que hacerlo. Eso si es tóxico. Pensar que el mundo gira alrededor de la pareja. Ponen todas sus esperanzas en una pareja. Que las van a tratar como reinas y les van a dar todo. Que solo va a tener mente para esa persona. Es como el primer mandamiento, pero no es amar a Dios, sino a su pareja sobre todas las cosas.

Veo que muchas mujeres, en su mayoría, como también hombres basan su concepto del amor en lo que marca netflix, lo que dice las películas, las novelas. No ven que eso vende por que es ficción, así como lo es supermán, y los superhéroes. Hay películas de ficción que son para niños y para adolescentes. También hay películas de ficción para mujeres adolescentes que son esas comedias románticas, donde encuentran ese caballero que les soluciona la vida. O a lo sex on the city. Hombres de todo tipo y pruebe a ver qué es lo que mejor le conviene. Que tienen el mundo a sus pies. Que el mundo gira alrededor de ellas.

Cuando ven cómo es en realidad el mundo, se deprimen, y se ponen a buscar desesperadamente otra pareja, otro hogar, otro matrimonio hasta lograr lo que le dicen las películas, los libros de autoayuda que reafirman lo dicho anteriormente, libros de profesores en el amor. Pero que son libros que venden, por que dicen lo que todos quieren escuchar y en el fondo esperan. Libros que son basura, esta generación se marca de coach, que son guías espirituales, en los negocios, en el amor. Y que solo son poetas que dicen cosas bonitas, de lo que se quiere escuchar. Como por ejemplo, hay cualquier cantidad de asesores en ser entrepreneurs para ser empresario y millonario. Lo extraño es que en la población la riqueza está distribuida en muy pocas personas, y no son precisamente en los coachs. Eso es en pocas palabras, un ciego guiando otro ciego.

El único consejo que le puedo dar es tomar las cosas con madurez. Por que digo eso, por que hoy en día hay muchísima información, donde la gran mayoría es basura, cuantos YouTubers diciendo tantas cosas, teorías, conspiraciones, lo que sea con el fin de tener visitas y seguidores. Lo mismo tick tokers, y noticias y artículos en Facebook. Como videos cortos que se viralizan , por que son chistosos, agradables y nos dicen lo que queremos escuchar. Hoy en día en redes sociales, en aumento crece el contenido de gente tonta, para gente tonta. Como lo que produce la epa colombia, contenido estupido, para gente...

Yo opino todo lo contrario, eso del romanticismo se me hace un mito utópico y populista.....Creo que se equivocó o entendí mal, porque usted está reafirmado lo dicho en el artículo.

Ese articulo me gusto, me gusto el análisis que hacen de la estructura social actual y la incidencia de estas en el relacionamiento social.

Concuerdo con usted en que la mayoría de esos Coach financieros y emocionales son unos locos, además de la lástima que me dan, me frustran las personas que creen en el discurso.

"Lo extraño es que en la población la riqueza está distribuida en muy pocas personas, y no son precisamente en los coachs. Eso es en pocas palabras, un ciego guiando otro ciego." Me gusta mucho esa metáfora.

Y referente a los Youtubers, influencers y demás basura social "Basura en el sentido en que por un golpe de suerte logran llegar a un gran número de personas que las idealizan, lo que a su vez nos hace un gran daño como sociedad."

Respecto al comentario de arriba, yo si creería que una persona como Epa Colombia tiene 3 neuronas en su cerebro; lo que pasa es que como el colombiano promedio le encuentra gracia a esas ridiculeces pues ahí hay plata, y administradores de contenido hay montones.
 
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Reacciones: 'Wayne
Estar en una relación no siempre significa compañía y estar soltero no siempre significa soledad.

Lo unico cierto es que cada quién tiene una visión del amor según sus experiencias. Yo estaba en plan de no volver a enamorarme y así estuve por 6 años, hasta que hace casi un año conocí a @NatyG y ella cambió mi pensamiento. Además es una relación que la sociedad no la ve con buenos ojos y la gente se rie o se asquea pero lo que importa es lo que uno como pareja siente
 
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Estar en una relación no siempre significa compañía y estar soltero no siempre significa soledad.

Lo unico cierto es que cada quién tiene una visión del amor según sus experiencias. Yo estaba en plan de no volver a enamorarme y así estuve por 6 años, hasta que hace casi un año conocí a @NatyG y ella cambió mi pensamiento. Además es una relación que la sociedad no la ve con buenos ojos y la gente se rie o se asquea pero lo que importa es lo que uno como pareja siente
Así es, porque total es uno el que está viviendo el momento y no ellos.
 
Confieso que he pasado dos veces por este foro solo a ver la "Lanerovela" hahaha, confieso que mañana cumplo 4 años con mi pareja y no sé q hacer...
 
Confieso que no soy aficionado a ser empleado, (ser independiente) pero siempre que busco trabajo en menos de un mes ya he conseguido. Hasta en esta época ya tengo trabajo en casa.
 
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Reacciones: NatyG y ANDRESOTE_8
Que me pongo triste ver cómo he estado estancado los últimos 10 años de tanto intentar y fallar. Ver a mis antiguos compañeros de estudio graduarse de ingeniería me da como una nostalgia.

Que me tocará hacer como ellos, matricularme en universidades de poca exigencia académica para poder por fin cumplir mi sueño de ser profesional.
 
Que me pongo triste ver cómo he estado estancado los últimos 10 años de tanto intentar y fallar. Ver a mis antiguos compañeros de estudio graduarse de ingeniería me da como una nostalgia.

Que me tocará hacer como ellos, matricularme en universidades de poca exigencia académica para poder por fin cumplir mi sueño de ser profesional.


Aunque en el ámbito laboral es muy común la rosca de "la universidad de donde se gradúa", ya hoy en día la mayoría de gerentes, prefiere personal con experiencia a que sea de "X universidad", en ultimas el hecho de tener un cartón como profesional, pesa mas que no tenerlo...

Así que animo y nunca es tarde para empezar...
 
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Reacciones: angelik570 y VektorY
Yo confieso que después de 1 año esperando empezar, 2 años de clases y 6 meses en tesis,ya estar en lista de graduandos de la maestría me da un fresquito y una alegría, espero que me abra un buen camino con EPM en los próximos meses y en la parte académica( nunca me imaginé de profesor universitario pero durante la maestría descubri que tengo habilidades para enseñar).
 
Yo confieso que después de 1 año esperando empezar, 2 años de clases y 6 meses en tesis,ya estar en lista de graduandos de la maestría me da un fresquito y una alegría, espero que me abra un buen camino con EPM en los próximos meses y en la parte académica( nunca me imaginé de profesor universitario pero durante la maestría descubri que tengo habilidades para enseñar).
Y asi puede volver a llenar de humor el tema de Humor gráfico, como en tiempos pasados
 

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