¿Un Mundo Feliz?
El divorcio de internet
David Cuen
BBC Mundo, @davidcuen
Miércoles, 18 de septiembre de 2013
La presidenta de Brasil pospuso un viaje a Washington ante los reportes de espionaje estadounidense a su país.
Dicen que Dilma Rousseff, la mandataria brasileña, se enojó mucho cuando se publicó información que aseguraba que el gobierno de Estados Unidos había espiado sus mensajes en internet y los de su colega mexicano.
La información dada a conocer por la cadena de televisión Globo mostraba datos filtrados por Edward Snowden -ahora asilado político en Rusia- quien ha estado divulgando información sobre el acceso que el gobierno de Barack Obama tiene a información privada en internet.
Días más tarde la misma cadena televisiva dio a conocer que los documentos filtrados también hablaban de un espionaje cibernético a Petrobras, la empresa petrolera de Brasil.
Todo ello provocó que el gobierno de Brasil comenzará a hablar de crear sus propios centros de datos, sus propias conexiones a internet para no pasar por la infraestructura de Estados Unidos buscando así un blindaje contra el espionaje.
Pero, ¿es esto posible?
La mayor cantidad del tráfico de internet pasa por Estados Unidos.
Internet es una red de redes. Ello significa que su arquitectura está diseñada para que no haya un control central que dirija el tráfico o que decida qué sitios se pueden acceder, cuáles no o por dónde debe pasar el tráfico de datos.
A lo largo del mundo hay nodos y backbones que permiten que la mayoría de los países accedan a la red. Por Estados Unidos pasa la mayor cantidad del tráfico de internet porque los servicios más populares en internet tienen su sede en ese país.
Piensen un segundo: Facebook, Google, Amazon, Yahoo, Microsoft, Twitter, son todos sitios con sede en Estados Unidos. No es que el país controle internet, es que los servicios más populares de la red están en territorio estadounidense. Más del 80% de las búsquedas en internet en el mundo pasan por dicho país.
Incluso ICANN, una organización global sin fines de lucro, que se encarga de administrar y asignar los DNS o direcciones en internet con las que interactuamos cada vez que nos conectamos a internet, tiene su sede en California.
Como si de líneas aéreas se tratara, la conexión de datos de muchos países -Brasil entre ellos- también pasa por Estados Unidos para entrar en contacto con otras naciones. Ahora el gobierno brasileño plantea, entre otras medidas, la posibilidad de conectarse directamente a Europa para evitar que la mayor parte de su tráfico pase por EE.UU.
También, como les contamos en esta historia de BBC Mundo, se discute la creación de un correo electrónico nacional encriptado que impida el espionaje por parte de otros gobiernos o agentes extranjeros.
Ninguna de estas propuestas es imposible, pero técnica y económicamente enfrentan más desafíos que certezas. Al ser una estructura en red sin un punto central de tráfico, es muy difícil evitar la conexión con un país en específico.
El periodista de The Guardian, Glenn Greenwald, fue llamado a declarar ante un comité del Congreso brasileño por el escándalo de espionaje.
Pero quizá una de las propuestas que más ha llamado la atención es la que buscaría que los gigantes de internet guarden los datos de los internautas brasileños en centros de datos en Brasil. Es decir, una ley que impediría la exportación de datos de la red del país sudamericano a Estados Unidos.
Hasta ahora la mayoría de los servicios de internet, como Facebook, alojan los datos de sus usuarios en servidores en Estados Unidos y Suecia. Pero el gobierno de Rousseff evitaría esto si los datos se quedan en su territorio.
La propuesta, de aprobarse, tendría implicaciones económicas para las empresas involucradas y sentaría un precedente para que otros países aprobaran legislaciones similares. No hay que olvidar que Brasil está entre los primeros tres lugares de audiencia para Facebook, YouTube y Twitter.
De hecho incluso antes de las filtraciones de Snowden, el mundo se había sumido en un gran debate sobre el control y la regulación de internet. Un buen número de países, incluyendo a Rusia, China y Arabia Saudita han abogado desde hace años porque la regulación de internet -así sea sólo técnica- pase de las manos de ICANN a las de Naciones Unidas.
Quienes se oponen, EE.UU. entre ellos, aseguran que ello haría que dejáramos de tener una internet libre y democrática y que provocaría que algunos Estados aprovecharan para imponer restricciones a internet, sobre todo si pudieran controlar las direcciones que ahora asigna el ICANN. ¿Cuántos registros negarían algunos?
Pero la posición estadounidense podría debilitarse después de las revelaciones de Snowden. Brasil podría ser sólo la punta de lanza de un grupo de países que decidan retomar el debate del control de internet a raíz de lo ocurrido.
En medio, claro, estamos los usuarios y en el fondo una batalla por el control de internet que apenas inicia.
FUENTE.
Aquí otras noticias similares al respecto:
Brasil, en busca de acabar con hegemonía de EE.UU. en Internet y defenderse del espionaje
Brasil combate el control de E.U. en Internet
El divorcio de internet
David Cuen
BBC Mundo, @davidcuen
Miércoles, 18 de septiembre de 2013
La presidenta de Brasil pospuso un viaje a Washington ante los reportes de espionaje estadounidense a su país.
Dicen que Dilma Rousseff, la mandataria brasileña, se enojó mucho cuando se publicó información que aseguraba que el gobierno de Estados Unidos había espiado sus mensajes en internet y los de su colega mexicano.
La información dada a conocer por la cadena de televisión Globo mostraba datos filtrados por Edward Snowden -ahora asilado político en Rusia- quien ha estado divulgando información sobre el acceso que el gobierno de Barack Obama tiene a información privada en internet.
Días más tarde la misma cadena televisiva dio a conocer que los documentos filtrados también hablaban de un espionaje cibernético a Petrobras, la empresa petrolera de Brasil.
Todo ello provocó que el gobierno de Brasil comenzará a hablar de crear sus propios centros de datos, sus propias conexiones a internet para no pasar por la infraestructura de Estados Unidos buscando así un blindaje contra el espionaje.
Pero, ¿es esto posible?
La mayor cantidad del tráfico de internet pasa por Estados Unidos.
Internet es una red de redes. Ello significa que su arquitectura está diseñada para que no haya un control central que dirija el tráfico o que decida qué sitios se pueden acceder, cuáles no o por dónde debe pasar el tráfico de datos.
A lo largo del mundo hay nodos y backbones que permiten que la mayoría de los países accedan a la red. Por Estados Unidos pasa la mayor cantidad del tráfico de internet porque los servicios más populares en internet tienen su sede en ese país.
Piensen un segundo: Facebook, Google, Amazon, Yahoo, Microsoft, Twitter, son todos sitios con sede en Estados Unidos. No es que el país controle internet, es que los servicios más populares de la red están en territorio estadounidense. Más del 80% de las búsquedas en internet en el mundo pasan por dicho país.
Incluso ICANN, una organización global sin fines de lucro, que se encarga de administrar y asignar los DNS o direcciones en internet con las que interactuamos cada vez que nos conectamos a internet, tiene su sede en California.
Como si de líneas aéreas se tratara, la conexión de datos de muchos países -Brasil entre ellos- también pasa por Estados Unidos para entrar en contacto con otras naciones. Ahora el gobierno brasileño plantea, entre otras medidas, la posibilidad de conectarse directamente a Europa para evitar que la mayor parte de su tráfico pase por EE.UU.
También, como les contamos en esta historia de BBC Mundo, se discute la creación de un correo electrónico nacional encriptado que impida el espionaje por parte de otros gobiernos o agentes extranjeros.
Ninguna de estas propuestas es imposible, pero técnica y económicamente enfrentan más desafíos que certezas. Al ser una estructura en red sin un punto central de tráfico, es muy difícil evitar la conexión con un país en específico.
El periodista de The Guardian, Glenn Greenwald, fue llamado a declarar ante un comité del Congreso brasileño por el escándalo de espionaje.
Pero quizá una de las propuestas que más ha llamado la atención es la que buscaría que los gigantes de internet guarden los datos de los internautas brasileños en centros de datos en Brasil. Es decir, una ley que impediría la exportación de datos de la red del país sudamericano a Estados Unidos.
Hasta ahora la mayoría de los servicios de internet, como Facebook, alojan los datos de sus usuarios en servidores en Estados Unidos y Suecia. Pero el gobierno de Rousseff evitaría esto si los datos se quedan en su territorio.
La propuesta, de aprobarse, tendría implicaciones económicas para las empresas involucradas y sentaría un precedente para que otros países aprobaran legislaciones similares. No hay que olvidar que Brasil está entre los primeros tres lugares de audiencia para Facebook, YouTube y Twitter.
De hecho incluso antes de las filtraciones de Snowden, el mundo se había sumido en un gran debate sobre el control y la regulación de internet. Un buen número de países, incluyendo a Rusia, China y Arabia Saudita han abogado desde hace años porque la regulación de internet -así sea sólo técnica- pase de las manos de ICANN a las de Naciones Unidas.
Quienes se oponen, EE.UU. entre ellos, aseguran que ello haría que dejáramos de tener una internet libre y democrática y que provocaría que algunos Estados aprovecharan para imponer restricciones a internet, sobre todo si pudieran controlar las direcciones que ahora asigna el ICANN. ¿Cuántos registros negarían algunos?
Pero la posición estadounidense podría debilitarse después de las revelaciones de Snowden. Brasil podría ser sólo la punta de lanza de un grupo de países que decidan retomar el debate del control de internet a raíz de lo ocurrido.
En medio, claro, estamos los usuarios y en el fondo una batalla por el control de internet que apenas inicia.
FUENTE.
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Brasil, en busca de acabar con hegemonía de EE.UU. en Internet y defenderse del espionaje
Cable submarino de fibra óptica
Dado que la mayor parte del tráfico de Internet de Brasil pasa a través de EE.UU., el Gobierno de Rousseff planea tender un cable submarino de fibra óptica directamente a Europa y también unir a todas las naciones de América del Sur, lo que podría permitir crear una red libre del espionaje de EE.UU.
Dado que la mayor parte del tráfico de Internet de Brasil pasa a través de EE.UU., el Gobierno de Rousseff planea tender un cable submarino de fibra óptica directamente a Europa y también unir a todas las naciones de América del Sur, lo que podría permitir crear una red libre del espionaje de EE.UU.
Brasil combate el control de E.U. en Internet
¿PODRÁN SER ELUDIDOS LOS CONTROLES?
Pese a que los detalles técnicos de los planes siguen pendientes, los expertos dicen que a fin de cuentas pueden ser eludidos. Tal como la gente en China e Irán superan a los censores del gobierno con herramientas como "servidores proxy", los brasileños podrían burlar los controles de su gobierno. Los espías internacionales, no sólo de Estados Unidos, también se adaptarán, de acuerdo con los expertos. Tender cable a Europa no hará a Brasil más seguro.
Pese a que los detalles técnicos de los planes siguen pendientes, los expertos dicen que a fin de cuentas pueden ser eludidos. Tal como la gente en China e Irán superan a los censores del gobierno con herramientas como "servidores proxy", los brasileños podrían burlar los controles de su gobierno. Los espías internacionales, no sólo de Estados Unidos, también se adaptarán, de acuerdo con los expertos. Tender cable a Europa no hará a Brasil más seguro.