Motorola lanzará antes de octubre un teléfono inteligente, el primero desde su adquisición por parte de Google, que se fabricará en Estados Unidos y tratará de competir con dispositivos de gama alta como el Samsung Galaxy S4 o el iPhone 5 de Apple.
El consejero delegado de Motorola, Dennis Woodside, ha anunciado que el "smartphone", que se llamará Moto X, tendrá siempre activos sensores como el acelerómetro o el giroscopio para detectar de forma anticipada qué usos quiere darle el usuario en cada momento.
Por ejemplo, el dispositivo será capaz de saber que una persona está conduciendo y la interacción es limitada o bien que lo está sacando del bolsillo del pantalón para hacer una foto.
En una conferencia organizada por la publicación especializada estadounidense "All Things D", que se ha retransmitido por "streaming", Woodside ha explicado que Moto X se fabricará en una planta de Texas en la que trabajarán 2.000 personas.
Los componentes del teléfono inteligente procederán de diversos países, incluidos procesadores de Taiwán o pantallas OLED de Corea, pero el 70 por ciento del dispositivo se montará en Estados Unidos.
"Cuando tu fabricación está a miles de millas de distancia de tus ingenieros y diseñadores, realmente pierdes la capacidad de innovar y hacer cambios más rápidos", ha sostenido el consejero delegado de Motorola.
Woodside ha asegurado que la compañía está trabajando en conseguir mejoras en la autonomía de los teléfonos móviles y en los procesos de "autentificación".
El directivo ha reiterado que Motorola trabaja como compañía independiente de Google, si bien ha reconocido que el presidente ejecutivo de la tecnológica, Larry Page, le ha instado a que devuelva a Motorola a la senda de innovación. EFE
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