CLARAmente...
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No me parece tan perversa la opción. Viendo la imágen, Pardo
pudo ser alcalde en segunda vuelta.
El problema es la mermelada que se dan con las alianzas de los candidatos que se quedan en la primera vuelta. Eso lleva a que se disparen las candidaturas para asegurar que se haga la segunda vuelta y coger votos por mínimos que sean para tener algo que negociar. Más costos, más vuelta, pero objetivamente también es más democrático.
(La izquierda está purgada en Bogotá con o sin segunda vuelta).
Tony.