El galardonado director James Cameron cree que los estudios cinematográficos están forzando la utilización de la tecnología 3D por parte de los directores para conseguir mayores ganancias, provocando que ésta no se esté usando de la forma correcta.
“Una cosa es filmar en 3D y otra diferente es convertir a 3D”, explicó el director de Avatar la semana pasada en el foro TagDF, conferencias de arte, diseño y tecnología. “Los estudios sólo están intentando hacer dinero, presionando a los directores para que utilicen el 3D, aunque estos no se sientan cómodos trabajando con esta tecnología o, simplemente, no les guste”, indicó.
Además declaró que películas como Man Of Steel y Iron Man 3 no debieran estar necesariamente en 3D, explicando que cuando existe un gasto de USD$150 millones en efectos visuales, es porque una película debiera ser espectacular.
Estos cuestionamientos surgen justo cuando la fascinación por el 3D parece haber disminuido en los últimos años, ya que los estudios han optado por añadir el efecto de la post-producción, dejando de filmar en este formato, tal como lo hizo Cameron con Avatar. Aun así, el formato sigue siendo muy popular en el resto de las butacas de cine del mundo.
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