La realidad de los conciertos en Colombia

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Conciertos del desconcierto

Parece que Colombia entró en el mapa de giras suramericanas de artistas que hace 10 años nadie imaginaba que pudieran venir al país. Alanis Morissette, Gwen Stefani, Il Divo, REM, Depeche Mode, The Killers, Coldplay y la lista sigue. Franz Ferdinand se presentará el próximo 27 de marzo en Bogotá, Guns n'Roses el 30 y Aerosmith, a finales de mayo. La industria musical está cambiando y los artistas, en vez de vender discos, hacen ganancias al presentarse en vivo; alargan sus itinerarios y programan conciertos en febrero y noviembre -meses malos en Europa y Estados Unidos-. Eso, y que 3.500 personas de fuera del país vinieran al concierto de Metallica el 10 de marzo y 9.000 al de Coldplay días antes, hace pensar que Bogotá es una plaza a la altura de Ciudad de México y Buenos Aires. La realidad de los empresarios, sin embargo, es muy distinta. Con los conciertos, vienen las quejas: del público, porque las boletas están muy caras y porque las fechas se cruzan; los medios no se ilusionan, acostumbrados como están a las cancelaciones de última hora; y, mientras tanto, ellos hacen maromas para encontrar escenarios y financiar un negocio de riesgo que pocos patrocinan.

"Este negocio es como ir a un casino. De 10 conciertos le pegamos a uno", dice Alfredo Villaveces, director de Evenpro en Colombia (la empresa que trajo a The Killers, Bjork, Iron Maiden y Jamiroquoai). "Como dice Phil: hacer conciertos en Colombia es como andar en arenas movedizas". Arenas movedizas porque nunca se sabe qué va a pasar en materia de orden público, cómo se van a comportar los medios o qué van a decir los vecinos. Las dos fechas en las que se presentó Manu Chau en el Palacio de los Deportes hace cuatro años por poco se pierden: como las boletas del primer concierto se agotaron en tres semanas, el segundo se organizó rápidamente y los requerimientos estatales por poco lo frustran. Poco antes del primer concierto de Iron Maiden algunos medios dijeron que lo que hacían "esos muchachos era música satánica", por poco acaba con el espectáculo; un comentario que se repitió años después con el de Marilyn Manson y que finalmente frustró su presentación. Y una tutela de los vecinos de El Campín hizo que el concierto de Eros Ramazzotti en 1994 se cancelara, horas antes del show.

Más allá de los azares -la poca cultura de ir a conciertos que hay en el país, como la llama Villaveces-, lo cierto es que traer un concierto de este tipo a Colombia no es fácil. Para que el distrito apruebe un espectáculo es necesario comprar hasta siete pólizas (de seguros médicos, de cumplimiento, de responsabilidad civil, de pago de impuestos); cerrar contratos (con el artista, de alquiler de escenario), radicar comprobantes de pago y constancias de servicios médicos y de seguridad, además de tener la aprobación de los bomberos y de la Policía, y garantizar el pago de los impuestos. En total, unos 19 trámites, que hacen difícil programar dos fechas para un mismo artista -una de las maneras de cómo se reducen costos en otros países-, pues en esos casos, el paquete de trámites se debe radicar dos veces, aunque sea el mismo.

Según Juan Pablo Ospina, el empresario que trajo a Coldplay: "Es un sistema acartonado, que debería actualizarse, que sólo sirve para poner trabas, que ofrece pocas garantías y no es equitativo", porque en el caso de que un concierto no tenga la asistencia esperada, como ocurrió con REM, los mismos 6.000 policías y las mismas seis ambulancias se quedan estacionadas viendo llover, si es el caso, por la dificultad de cambiar los formularios.

La mayor dificultad del negocio, sin embargo, está en la cantidad de impuestos que deben pagar los empresarios por traer un artista extranjero. Organizar un megaconcierto en Bogotá -la principal plaza para este tipo de espectáculos- implica pagar 10 por ciento en impuestos nacionales, 10 por ciento en municipales, otro 10 por ciento en impuesto de pobres, además de 33 por ciento de retención sobre los honorarios de los artistas: en total, cerca de un 70 por ciento sobre el costo del espectáculo. Es decir, que si un artista cobra 10.000 dólares, un empresario le termina pagando 13.000 dólares; y si alguien paga 300.000 pesos para entrar a un concierto, unos 210.000 van para el Estado. Una cifra escandalosa, en palabras de Juan Pablo Ospina, "que no se compara con Argentina, Chile, Brasil y México, donde un empresario paga entre el 5 y el 7 por ciento en impuestos para traer un artista extranjero". Por eso, mientras la boleta más cara para ver el último concierto de Metallica costaba 68 dólares en Monterrey y 97 en Buenos Aires, en Bogotá el precio casi los doblaba: 180 dólares (350.000 pesos). Algo similar a lo que ocurrió con la boletería del tour Viva la Vida de Coldplay. La localidad más costosa en México era de 95 dólares, en Argentina de 150 y en Colombia un poco más de 200 (395.000 pesos en tercera etapa).

La situación es preocupante. Tanto, que ya es tema de debate público. Desde hace más de un año, Simón Gaviria ha liderado el proyecto de la Ley de Espectáculos en el Congreso: una ley que simplificaría los trámites, derogaría algunos de los impuestos y crearía un fondo para subsidiar los conciertos; una ley que, según los cálculos de Villaveces, reduciría automáticamente el costo de las boletas en un 15 por ciento. Pero después de pasar el primer debate en el Congreso, hace más de un año, está estancada. El Ministerio de Cultura se desentendió del asunto a principios de octubre, le pasó la responsabilidad al Ministerio de Hacienda y, por los mismos días, empezaron las campañas para las elecciones legislativas. En este momento, la ley está en la larga lista de espera para pasar en la plenaria (la próxima sesión, precisamente, se realizará este martes). Pero, tal como están las cosas, dadas las divisiones internas, la falta de apoyo, las recientes elecciones, existe una muy buena posibilidad de que Gaviria tenga que revivir la ley en estado de coma en su próximo período en la Cámara.

Que pase la norma, sin embargo, es sólo el primer paso."La ley nos aliviana algunos costos, pero no soluciona el problema. Bogotá necesita escenarios", dice Villaveces. Artistas como Madonna, cuyo show necesita gigantescas tarimas y pantallas, y U2, que incluye plataformas y puentes giratorios en su espectáculo, simplemente no se pueden presentar en Colombia, aunque quisieran. A mediados del año pasado, quedó claro que el estadio, en este momento el único lugar capaz de sostener semejantes estructuras y de albergar más de 40.000 personas, número que justificaría los costos de producción, no está ni estará disponible. "Y si mañana resulta la plata para construir un escenario -continúa Villaveces-, este no quedaría listo en menos de cinco años". El diagnóstico es claro: aunque es cierto que Colombia es cada vez más cosmopolita, algunos caminos siguen cerrados. Bogotá aún está lejos de ser la tercera o cuarta parada obligatoria de los artistas de proyección internacional en Suramérica.
Un absurdo total que estemos pagandole un 70% al gobierno para que ni siquiera preste el estadio, dedicado a ver el majestuoso futbol colombiano que da es vergüenza en el exterior; como negar el estadioa U2 y dejarlo en exclusiva a un Millos - Santa Fe? Que evento atrae exponencialmente mas gente, ingresos y cultura, por favor, CULTURA entre un partiducho de estos o un concierto de U2?

Ahora, un proyecto de ley que solo reduciria en un 15% el valor de las boletas? Mejor que ni lo pasen, que sea algo realmente significativo para que mas personas puedan asistir y sea mas rentable un espectaculo de este tipo.
 
Cultura por favor, cultura, el otro año hay mundial sub20.

Además si de matemáticas trata, el estadio es utilizado la mayor parte del año en el FPC, entonces que evento en realidad atrae más gente?

En vez de exigir pañitos de agua tibia hay que exigirle al distrito un escenario para conciertos, además por experiencia propia ese artículo me parece ********... como es posible que el dolar hace 3 años estuviera por encima de los 2000 pesos y hoy por debajo, y la boletería para ese año rondaba alrededor de los 70000 pesos! las más cara si acaso 120k... además es un punto de vista de los empresarios... nada imparcial la verdad.
 
como es posible que el dolar hace 3 años estuviera por encima de los 2000 pesos y hoy por debajo, y la boletería para ese año rondaba alrededor de los 70000 pesos! las más cara si acaso 120k...

Podría estar vinculado al ascenso cada vez mayor de la piratería... Ya lo dijo Brian Molko (Quien por cierto vuelve el otro mes con su banda...) "Esta bien. No compres el álbum, pero no te sorprendas si para ver al artista tengas que pagar 300 EU"
 
Un absurdo total que estemos pagandole un 70% al gobierno para que ni siquiera preste el estadio, dedicado a ver el majestuoso futbol colombiano que da es vergüenza en el exterior; como negar el estadioa U2 y dejarlo en exclusiva a un Millos - Santa Fe? Que evento atrae exponencialmente mas gente, ingresos y cultura, por favor, CULTURA entre un partiducho de estos o un concierto de U2?

Ahora, un proyecto de ley que solo reduciria en un 15% el valor de las boletas? Mejor que ni lo pasen, que sea algo realmente significativo para que mas personas puedan asistir y sea mas rentable un espectaculo de este tipo.


te apoyo no es q no me guste el futbol pero el gobierno debe sacar algo acambio para el mantenimiento del estadio de hecho estan cutres algunos y sobre todo depues de un concierto. lo q no sabia es q se quedaba con 70% es cierto q es demasiado bajen la tarifa y le entra mas gente a los eventos
 
Además si de matemáticas trata, el estadio es utilizado la mayor parte del año en el FPC, entonces que evento en realidad atrae más gente?

Si se tratara de matematicas, vagamente se hacen las siguientes operaciones:

concierto de AC/DC: boleta mas cara $300.000 50mil personas
Clasico millos-santafe: boleta mas cara $30.000 20 mil personas

Cantidad de partidos por cada equipo en un torneo semestral: 9 total por millos y santafe osea 18 partidos en el camping.

Segun las cuentas con un solo concierto, se hace la venta de mas o menos 20 partidos. Teniendo en cuenta que no todos son clasicos y teniendo en cuenta que a AC/DC llenaria ese estadio hasta mas no poder.

Ahora con lo que cobran de impuestos y demas se pueden dar el lujo de arreglar ese estadio cuantas veces se les de la gana. O es mas, pueden hasta inventarse una poliza de arreglo de estadio.
 
El problema es que en bogota ningun alcalde ha trabajado para solucionar esta problematica, ademas que hace falta un buen escenario para conciertos, no tenemosni uno bien adaptadopara tal fin, ojala algun tome esta problematica y le de una buenasolucion.
 
La verdad enterado de esto no estaba y me parece preocupante.
Debemos presionar de cierta manera nosotros también, aunque la verdad no me imagino cómo se pueda, pero es necesario que empecemos a cambiar esto y podamos difundir más la cultura musical no solo en Bogotá.

Es ridiculo lo que estamos pagando por los conciertos en colombia y mucho más sabiendo que la mayoría de ese dinero va es para el estado :muerto: Eso es ridículo.
 
Tambien como muchos otros apenas me entero de todo lo que se lleva el Estado, es injusto, y ese 15% de descuento ya es algo no es mucho pero es algo ojala se apruebe ese proyecto.

Por otra parte algunos artistas no vienen a Colombia por el temor de la violencia que se vive aca, guerrilla y demases, ojala Colombia logre cambiar esa imagen y mas artistas vengan por aca :)
 
Muchos artistas no vienen y es por conveniencia economica, es entendible, si tambien las noticias y toda esa basura que muestran del pais, pero bueno que se le va a hacer.

Con respecto a lo del dinero, no importa, por lo menos ahora vienen y yo creo que es mas por la pirateria, los tiene cortos de dinero y ahora toca hacer para la papa como sea.

Alguna vez lei, no recuerdo donde, que los rolling stones no les gustaba o querian venir por estos lados (suramerica) por que no era bueno economicamente, que el dinero que reunian en todos los conciertos en suramerica, eran los de una gira en un pais de europa. Quien sabe si esto sera cierto.

Yo estoy feliz con que vengan, los precios van y vienen, escuchar una banda en vivo es muy poderoso, es algo muy unico. Yo voy a arerosmith y pues con ganas de que algun dia venga AC/(DC o Rammstein. No importa el precio.
 

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