Aunque la policía ha realizado operativos de control en los locales dedicados a la venta de celulares, los robos de estos aparatos siguen siendo comunes en Cartagena.
Ocho días después de que un par de fleteros, a bordo de una moto le robaran el bolso a su esposa, *Camilo Barrios se enteró de que uno de los celulares que cayó en el hurto seguía activo y era usado por un reconocido personaje de la ciudad.
Según la víctima del fleteo, que ocurrió a mediados de junio en el barrio El Recreo, fue una sorpresa darse cuenta de que haber reportado el celular con su respectivo IMEI (International Mobile Equipment Identity, número utilizado para identificar los dispositivos móviles), no había servido para nada, entonces decidió hacerle seguimiento al aparato hasta dar con la persona que actualmente lo tiene en su poder.
“Los ladrones aprovecharon que mi esposa se bajó del carro y le jalaron el bolso, como ella no lo soltaba la arrastraron varios metros, hasta que ella no pudo más y se lo llevaron, yo seguí la moto y le tome las placas y con eso fuimos a la Fiscalía”, contó Camilo, quien poco a poco ha descubierto las muchas irregularidades con la que se sigue manejando el robo de celulares en Cartagena y en el país en general.
Por pertenecer a la empresa para que la que trabaja la esposa de Camilo, el reporte del Blackberry que ella manejaba fue hecho por ellos mismos ante Claro, su proveedor de servicio de telefonía celular, con lo que la pareja quedó tranquila.
Pero varios días después los amigos de la víctima del robo le hicieron saber que su usuario de mensajería instantánea no solo seguía activo, sino que interactuaba con sus contactos.
“Mi hermana nos contó que una persona estaba usando el Pin de mi esposa y que mandaba cadenas sobre eventos en la ciudad a sus contactos, entonces nos alarmamos porque si esto funciona de esa manera el robo de celulares jamás se va a acabar aquí ni en ninguna parte”, afirmó Camilo.
La investigación
Asesorado por un amigo que labora en la Seccional de Investigación Criminal de la Policía, Camilo logró contacto con el actual dueño del celular que le robaron a su esposa, pero este alega que adquirió el aparato de manera legal en un lugar del Centro histórico de la ciudad y que tiene factura de compra.
Por ser un personaje público y por alegar que no tenía idea de la mala procedencia del aparato, Camilo acordó con el hombre que devolviera el celular y le entregara la factura de la supuesta compra, lo cual no se ha efectuado.
“La persona que tiene el Blackberry dice que lo compró en el Centro y que puede demostrarlo, pero qué pasa entonces con las autoridades que regulan el comercio de estos aparatos y con la Fiscalía que hasta el momento no se ha pronunciado acerca del caso”, concluye Camilo.
El delito
Según una abogada consultada por El Universal el delito de receptación en Colombia se paga con penas que van de uno a ocho años de cárcel.
“En este caso en particular, la receptación es el delito que comete una persona que compra un artículo, aún sabiendo que este ha sido robado y en caso de que lo desconociera igual tiene la obligación de devolverlo, perdiendo su dinero y denunciando al artífice de la estafa”, explicó la abogada.
EL MERCADO NEGRO
Mediante el cambio de IMEI, los comerciantes de celulares robados estarían logrando habilitar los aparatos que han sido reportados, lo cual burla la estrategia de seguridad planteada por el MinTic, que apunta a que los aparatos hurtados no vuelvan a entrar fácilmente al mercado.
*Camilo Barrios. Nombre cambiado para preservar la seguridad del denunciante.
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