El equipo de seguridad de Android ha decidido dejar de centrar sus esfuerzos en versiones desactualizadas del sistema operativo. Esto quiere decir que más de la mitad de los usuarios actuales de la plataforma seguirán sufriendo de fallos, a menos que un desarrollador externo se apiade de ellos.
Google ahora se enfocará en hacer de KitKat y Lollipop las versiones más seguras de Android y dejará de generar parches para fallos desde JellyBean y anteriores. La decisión solo afecta a WebView, el resto de los componentes podrá gozar de parches adaptados de versiones nuevas. Sin embargo, la compañía va a permitir que otros desarrolladores generen parches para los fallos de seguridad que puedan presentarse.
Es lógico que la compañía busque ahorrar presupuesto en versiones antiguas, pero no está pensando en los usuarios. La noticia también puede explicarse como una estrategia para tratar de luchar con esa fragmentación que caracteriza al sistema operativo. Una razón más para actualizar.
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