"Un hombre que quiera enloquecer a las mujeres debe olvidar las reglas básicas de caballerosidad. Debe hacerlas sufrir en pequeñas dosis con peleas inventadas, celos infundidos y espectáculos teatrales en los que él hace el papel de deprimido y ella intenta a toda costa consolarlo(...)Si quiere que una mujer se enamore de usted, componga una canción bien triste, empiece a fumar como chimenea y a emborracharse como una cuba(...)Pero al mismo tiempo, si quiere conservarla , haga justamente lo contratio.Como dicen los hombres, ¿quién entiende a las mujeres? Todas tienen el diablo adentro".
Revista Don Juan No. 49.