Hace unos días se presentó Samsung Galaxy Gear, que junto al Sony SmartWatch 2, el pebble y el futuro Qualcomm Toq empiezan a poblar el panorama de relojes inteligentes.
Venga, todos los que nacisteis antes de los 90 habeis pensado “Kitt, te necesito” Ah, los 80 y la voz robótica de Hommer (Carlos Revilla) en un Pontiac Firebird trans am del 82 nos hizo soñar a muchos niños con poder llamar a nuestro coche desde el reloj.
Lo cierto es que Kitt, molaba mucho, pero era mayoritariamente fantasia, la realidad es que es un coche de principios de los 80, es decir, un interior espartano, sin dirección asistida ni elevalunas eléctrico, y que consumía un congo. La ficción hizo que hablase, rastrease carreteras, tuviera pantallas interiores, un volante poco práctico y cámaras por todos sitios. Vale, mi coche no es a prueba de balas ni salta, ni insulta al que lo raya, pero hace muchas de estas cosas.
Al igual que en lo que al coche se refiere, la tecnología avanza y a día de hoy hacemos llamadas a la voz de “Siri, llama a mi padre” y siguiendo el ejemplo de Michael Night todas las compañías están empeñadas en ponernos en la muñeca una suerte de Smartphone venido a menos.
¿Para que sirve un smartwatch?
A día de hoy, para mas bien poco. De entrada diferenciemos lo que puede hacer el solo y lo que puede hacer junto a un teléfono, que hay diferencias. Y muchas.
Ninguno de los modelos actuales tiene conexión a internet propia, con lo que toda aplicación que requiera de conexión esta descartada en ausencia de teléfono. ¿Qué nos queda entonces? Sirve para dar la hora, como podómetro y para hacer fotos y verlas los que dispongan de cámara. Y ya.
¿Y con un teléfono es mas útil? Bueno, esto es algo personal, depende de lo que lo que consideres tu útil.
Puedes hacer llamadas o mejor dicho, se puede usar como manos libres en llamadas, puedes usar asistentes como S-Voice en el caso del Gear, o como media controller para tu música. Te da las notificaciones que salgan en el teléfono y puedes usar las app conectadas como evernote o poket, aunque si la pantalla de un teléfono es pequeña para leer mucho texto, la de un reloj, es minúscula, asi que sigue siendo poco práctico.
La cuestión es que salvo darte las notificaciones en una pantalla mas accesible si cabe que la que está en tu bolsillo, todo son funciones que o bien ya realizan otros dispositivos o son completamente secundarias.
La batería del modelo mas optimista con pantalla en color (Sony SmartWatch) dura 3 dias, y la que menos 24h. Cualquier usuario de Smartphone sabe que fuera de los entornos controlados de los laboratorios de las marcas las baterías van perdiendo vida útil por su uso y que este sigue siendo el talón de Aquiles de la tecnología móvil, asi que otro aparato mas que cargar por las noches ¿A cambio de que?
¿Porqué nos preocupamos de llevar encima un móvil o un Tablet? ¿Porqué están funcionando tan bien los SmartPhones con internet? Porque son útiles, entendiendo por utilidad que el esfuerzo de comprarlo, cargar su batería, mantener el SO actualizado, y estar pendiente de ello se ve compensado por lo que aporta. En Marketing esto se llama ROI (Retorno de la inversión) en la vida diaria funciona igual, es la lógica de consumo. Si un producto te lleva demasiado esfuerzo usarlo para lo que recibes de el, finalmente no lo usas.
Aunque todo esto es sólo mi opinión y podría equivocarme y que acaben siendo un exitazo, considero que mientras los SmartWatches no aporten algo de valor añadido a la experiencia de uso de un móvil serán terreno fértil exclusivamente para los Early Adopters, usuarios que estén muy interesados en alguna característica concreta y poco mas, pero el gran público no usará relojes inteligentes, y si los compra acabarán en el mismo sitio que ese robot de cocina con 4300 piezas que hace casi lo mismo que un cuchillo y tardas 10 veces mas en limpiarlo.
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