Es posible que OUYA no haya tenido el éxito que esperaban sus creadores, pero no ha impedido que otras compañías hayan adoptado gustosamente la idea de las microconsolas Android asequibles como alternativa de bajo coste a las máquinas de Sony, Microsoft y Nintendo. ZTE es la última y también la más poderosa de estas empresas. Su nueva FunBox, que acaba de ser anunciada en China en colaboración con su socio The9, es la respuesta de ZTE a Huawei, que durante este pasado CES 2014 también anunció su propósito de saltar a este mercado con una diminuta videoconsola de diseño cilíndrico llamada Tron.
Como su rival patrio, la FunBox debe tripas y corazón al chipset Tegra 4 suministrado por NVIDIA, que proporciona un buen equilibrio entre precio y prestaciones. Se acompaña con 2 GB de RAM, 8 GB de almacenamiento interno y conectividad WiFi. No vemos por ninguna parte mención alguna a sus posibilidades de ampliación o al número de mandos soportados, pero sí sabemos que su sistema operativo estará basado en Android.
Como buen producto chino que es, no cabe esperar acceso a Google Play debido a las restricciones del gobierno; en su lugar, todos los juegos deberán ser descargados usando una tienda de aplicaciones propia. Tampoco sabemos gran cosa sobre los títulos que estarán disponible, aunque el sitio web oficial muestra imágenes de Assassin's Creed, Sonic, Riptide 2 y los logotipos de las principales redes sociales chinas.
De acuerdo con la información obtenida por el Wall Street Journal, ZTE no tiene en un principio planes para comercializar su FunBox fuera de China. El lanzamiento comercial tras la Gran Muralla tendrá lugar el próximo 10 de abril, cuando los consumidores chinos podrán adquirirla en nada más y nada menos que 12 colores distintos. Su precio de reserva es de 698 yuanes (80 euros/110 dólares al cambio) por la consola con el gamepad incluido. La página web también muestra un mando a distancia bastante elegante para manejar las funciones multimedia (que parece ser uno de sus fuertes), pero no sabemos si forma parte de la oferta.
¿Conseguirá ZTE triunfar donde OUYA fracasó? Lo cierto es que, a pesar de la histeria inicial, en estos momentos no hay ni una sola microconsola Android que parezca tener la más remota posibilidad de mojar la oreja a las consolas clásicas con la firma del trío calavera, pero no menos cierto es que China es un mercado bastante especial. Después de todo, los videojuegos estaban prohibidos en el gigante asiático hasta el año pasado, así que es posible que el consumidor chino se muestre más receptivo a este tipo de propuestas.
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