Amanecía en casa de los Thorsrud, una familia noruega que se dispuso a preparar el desayuno. Como en cualquier casa, abrieron un bote de margarina (de la marca Bremykt) y al introducir el cuchillo para untar las primeras tostadas, notaron al go extraño: un objeto metálico impedía que el cuchillo se deslizara.
Superada la primera sorpresa, abrieron un pequeño hueco entre la margarina, para descubrir algo que les dejaría atónitos: en el fondo había un HTC Tattoo. "Lo encendimos, y todavía tenía batería", comentaron estupefactos. No le ha hecho mucha gracia el asunto al fabricante de las margarinas: "Pedimos disculpas", afirma la directiva Aina Hagen, "no sabemos cómo ha podido acabar el móvil ahí". "La producción tiene lugar en una habitación cerrada en la que no hay personas", explica incrédula.
Lo que parece claro, es que el dueño del Tattoo va a perder algo más que su móvil, ya que la empresa piensa llegar hasta el fondo del asunto para dilucidar responsabilidades. Así, que ya sabes, atento cuando te dispongas a preparar tus tostadas: ¡igual hay sorpresas!
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