A pesar de que me seduce mucho su cruzada por la legalidad así como su seriedad fiscal, siempre ha habido algo que me inquieta acerca del señor Mockus, que me impide tomar la decisión final de votar por él, y creo que tiene que ver con esto expresado por Mockus en una entrevista publicada hoy por El Tiempo:
"¿Cuál sería la característica de su política internacional?
Tendría una política como la de Lula en Brasil o la de Bachelet en Chile, por lo equilibradas, ponderadas y respetuosas."
Cuando yo pienso en Lula o Bachelet, lo último que se me ocurre es "equilibrio" o "respeto", sino más bien complicidad astuta y manipuladora con el comunismo y el terrorismo. Del señor Da Silva creo que no tengo que dar más aclaraciones, pero sobre la señora Bachelet me parece muy diciente que a pesar de haber convertido en parte esencial de su identidad política la persecución política de la que supuestamente fue víctima, se haya negado siquiera a entrevistarse con los presos políticos en Cuba -víctimas de una opresión incalculablemente más feroz que la propia- cuando viajó a la Isla a rendir pleitesía a su verdugo.
También se niega Mockus en esta entrevista a afirmar directamente que existe complicidad de Chávez con las FARC. ¿Por qué tanta reticencia a criticar a Chávez?
Creo que por fin entiendo el porqué de mi desconfianza frente a Mockus: carece de claridad moral. Y una persona errática, ambivalente, indecisa, incoherente y sin carácter, rodeada de víboras como el Peñalosa y el Locho, no es apta para gobernar un país con tantos enemigos, tanto internos como externos.
"¿Cuál sería la característica de su política internacional?
Tendría una política como la de Lula en Brasil o la de Bachelet en Chile, por lo equilibradas, ponderadas y respetuosas."
Cuando yo pienso en Lula o Bachelet, lo último que se me ocurre es "equilibrio" o "respeto", sino más bien complicidad astuta y manipuladora con el comunismo y el terrorismo. Del señor Da Silva creo que no tengo que dar más aclaraciones, pero sobre la señora Bachelet me parece muy diciente que a pesar de haber convertido en parte esencial de su identidad política la persecución política de la que supuestamente fue víctima, se haya negado siquiera a entrevistarse con los presos políticos en Cuba -víctimas de una opresión incalculablemente más feroz que la propia- cuando viajó a la Isla a rendir pleitesía a su verdugo.
También se niega Mockus en esta entrevista a afirmar directamente que existe complicidad de Chávez con las FARC. ¿Por qué tanta reticencia a criticar a Chávez?
Creo que por fin entiendo el porqué de mi desconfianza frente a Mockus: carece de claridad moral. Y una persona errática, ambivalente, indecisa, incoherente y sin carácter, rodeada de víboras como el Peñalosa y el Locho, no es apta para gobernar un país con tantos enemigos, tanto internos como externos.