Aquella noche, el viejo Blood, pensando en las palabras de octaviano, decidió forjar un nuevo método.
Haciendo uso de teoremas matemáticos y tabletas de crecimiento, así como de diferentes formulas para definir las variables, logro encontrar un pequeño haz de luz entre las nublosas tinieblas en las que se encontraba su querido amigo, el Conde.
Decidió probar su teoría, y se embarcó en el ultimo viaje de la noche, se encontró entonces con un grupo de desconocidos, que decidieron acompañarlo en su viaje, ellos se conocían previamente, e incluso a uno de ellos no le agradaban las formas, usos y costumbres del viejo Blood, en el, vuestro narrador encontró a un antiguo yo, una de sus historias pasadas y le perdono sus fallas, para encontrar armonía durante el periplo.
Durante el embarque efectuó su viejo ritual, la melodía que lo acompaño en sus, ahora, melancólicos recuerdos, prendió un cigarrillo también, parte de un ritual mas antiguo que se acentuó con la llegada del conde.
Su viaje no estuvo exento de dificultades, rivales difíciles que adquirieron fuerza a partir de la debilidad de los socios del periplo del viejo Blood, pero cuando el viaje termino, todo eso quedo en el olvido, porque ante el se encontraba un cartel imaginario de "VICTORIA!".
Y aunque los resultados de su viaje particular no hicieron remembranza de la gloria en la que se bañaba luego de cada victoria junto al Conde, le dieron al viejo Blood, algo de fuerza, un poco de convicción y un atisbo de esperanza, y sin que el lo supiera, también algo de agradecimiento, al amigo estimulante, el que se iría a la jungla pronto...
EDITO: PD: el cigarrillo era de tabaco nada mas #_#