No se por qué dicen que es persecución política.
Pongamos el caso de Antonio Navarro Wolf. Ex-militante del M-19 (al igual que Petro), ex-congresista (al igual que Petro), alcalde de la ciudad de Pasto, gobernador de Nariño y ministro.
El señor Navarro, a pesar de su pasado, ha sido uno de los más grandes políticos que ha dado este país, admirado por su inteligencia y capacidad de administración, tanto que fue uno de los mejores alcaldes y gobernadores en sus repectivas épocas. El hombre desempeñó sus funciones como se debe, y culminó satisfactoriamente sus mandatos.
Lo del caso de Petro es otra cosa, un inepto, improvisador, populista, con ínfulas de dictador (todo ha sido por decreto, desde el esquema de aseo, pasando por el POT hasta clausurar la carrera 7 en el centro). El tipo fue sancionado porque de administración pública no sabe un pito, se embarcó en un cuento para el cual no tenía ni idea el funcionamiento y puso a la ciudad en un desastre sanitario que duró buen tiempo (muchas localidades tuvieron sus basuras sin recoger durante muchas semanas), pero cree que prohibiendo las corridas de toros y "recuperar" el Bronx es suficiente.
Se quejan que el procurador es arbitrario en sus decisiones, pero se hacen los de la vista gorda con alguien que impone su ley a punta de decretos.
Saludos.