Seguramente, aunque pienso que la corrupción en Colombia es un problema estructural de nuestra sociedad; aquí cada quien es corrupto a su manera y según sus posibilidades, los políticos roban más porque pueden hacerlo, pero el Colombiano del común también es corrupto en su proporción, si un ciudadano ha evadido impuestos, sobornado algún policía, realizado muñeco en los servicios públicos, bajado su vivienda de estrato o cualquier otro tipo de jugarreta para obtener beneficio propio, es igual de corrupto al político; el político se roba miles de millones porque puede y el ciudadano del común también lo haría si pudiera.
Si, la corrupción acá es un mal cultural, y aunque no se debe justificar en ningún caso, ni desde la más pequeña (p.e. sobornar un policía de tránsito) hasta las descomunales, como robarse 70 mil millones; su comparación roza la falacia de falsa equivalencia, porque en términos prácticos no es lo mismo sobornar a un policía con su plata, que Ud. se ganó lícitamente, que un político que roba en cantidades de billones y lo hace la plata de sus impuestos, los míos, y todos los colombianos, con todos los efectos derivados.
Reitero, un delito o acto inmoral no justifica otro delito, e indudablemente los actos corruptos son todos inmorales y merece ser punibles, pero pretender equiparar la corrupción de un colombiano común con la de un ministro que roba billones, además de falsa equivalencia pretende atenuar la gravedad de la corrupción de los políticos.