Monetizar las visitas a sus vídeos donde dice lo que ya todo el país sabe, pero con la expectativa que iba a mostrar las pruebas, que de seguro nunca tuvo. Luego se retracta por orden judicial y se queda con las ganancias que le dejó la cantidad de ilusos que se le comieron el cuento.
Ademas queda con la fama de ser periodista de investigación que le permitirá en el futuro entrar a la rosca de los danieles, alegar amenazas contra su vida para que a UNP le asigne una Toyota TXL blindada, con conductor y escolta, (para transportar coc.), chaleco blindado y un Iphone plan imitado cortesía de los contribuyentes.
Y que si se contagia de
coronavirus, culpar al gobierno, demandarlo y recibir indemnización. Negocio redondo, cortesía de los cándidos que creen que los "periodistas" van a mandar al paraco a la cárcel, y que son unos ídolos "defensores de DDHH", pues con ello se van a solucionar todos los problemas del país.
Pero que le podemos pedir, odiar a paraco es lo cool y la moda, y criticar a los que no compartimos la moda, porque tenemos vendados los ojos, pero "ellos son los que no tragan entero".
País que no cambia desde épocas del bandido ese que aparece en los billetes de mil pesos y que hoy idolatran como caudillo. País de marionetas que se siguen agarrando a trompadas por políticos.