Claro, omitir por completo la dieta y zamparme cantidades industriales de dulces y azúcares a diario como ya he comentado (Chocolate, oreos, donuts, cereales dulces, mis mayores debilidades). Pero ya dejó de importarme porque se que no hay posibilidad de tener y mantener abs sin vivir hambriento comiendo casi que solo atun y huevos, por ahora me preocuparé es en conseguir algo de fuerza así esté ganando gordos.
Los dulces engordan violentamente, y lo peor, son genuinamente adictivos. Hace un par de semanas me antojé de M&M's al ver a un señor comiéndolos en un programa, y también me tragué un paquete diario dos o tres semanas seguidas. Desde luego, subí medio kilo, así que me tocó decir no más, y aguantarme las ganas como un varón. Al principio fue difícil, pero se me pasó, y ya no siento necesidad de ellos.
Lo que no es cierto es que sea necesario vivir muerto de hambre. Si come balanceado y variado, en cantidades razonables, complementándolo con ejercicio, no tienen que aguantar hambre, y de vez en cuando puede darse sus gustos. Yo por ejemplo como pizza y hamburguesa unas dos veces por semana, y sigo perdiendo peso. De resto almuerzo normal, haciendo énfasis en la ensalada, pero sin dejar a un lado los carbohidratos, aunque tampoco abusando de ellos. Como dijo un compañero arriba, se trata de no pasarse ni para un lado ni para el otro. De hecho lo que yo hago es, compro un almuerzo "corriente" de buena calidad, cambio la sopa y jugo por porción adicional de ensalada, pido porción adicional de carne, y divido todo en mitades para dos días. Para desayuno y cena, frutas y leche, con algo de carbohidratos.
Anteriormente pesas y 1H de cardio a diario, ahora ya me da demasiada jartera hacer cardio estático, y prefiero clases grupales o actividades similares de "brincadera y maromas" que duren menos tiempo. Desde que dejé de matarme tanto haciendo cardio estático largo sumado al estricto límite de 1500 cal max que tenía antes, me va un poco mejor en pesas.
En mi humilde opinión aquí reside su error. Pruebe eliminando el cardio y dedicándole sus energías al trabajo de músculos. Si hace esto, asegúrese de comer cantidades adecuadas de proteína, pero de nuevo, sin perder el balance (comer sólo proteínas) ni abusando tampoco de ellas. 1.2 gramos de proteína por cada kilogramo de peso corporal es una media razonable de la que puede partir y adaptar a las condiciones de su propio cuerpo.