Operación Causa Justa
La Asamblea Nacional otorgó poderes a Noriega designándolo de manera formal como Jefe de Gobierno, mientras que declaraba a Panamá en estado de guerra contra los EE. UU., en aquel entonces bajo la presidencia de George H. W. Bush. El día 19 de aquel mes de diciembre, alrededor de las 11:30 p.m., comenzó el bombardeo estadounidense simultáneamente a todos los objetivos militares en el país, dando inicio la invasión militar estadounidense a territorio panameño. Bush anunció que sus fuerzas en Panamá tenían como objetivo capturar a Noriega y proteger “los intereses norteamericanos” en aquel país. La movilización militar tomó aproximadamente dos semanas y se calculan entre de 3.000 y 5.000 bajas, en su gran mayoría civiles de las áreas más pobres del país.[cita requerida] El nombre de la operación fue “Causa Justa” (Just Cause). Entre los muertos se encontraba el fotógrafo español Juantxu Rodríguez.
Noriega estuvo escondido durante unos días en la casa de su amante Vicky Amado, hasta que se trasladó a la Nunciatura Apostólica de Panamá el 24 de diciembre, amparado por el Nuncio Sebastián Laboa, quien aparentemente consiguió convencer al general de que se entregara junto con el jefe de su escolta o guardaespaldas, el capitán Eliécer Gaitán.
Es de notar, sin embargo, un evento interesante que rodea a la captura de Noriega. Al enterarse que Noriega estaba amparado en la Nunciatura de Panamá, los militares Estadounidenses rodearon el edificio e impidieron la salida o entrada de cualquier persona. Al percatarse de que Noriega no iba a salir voluntariamente, los militares Estadounidenses realizaron una táctica de guerra psicológica: tocaron Heavy Metal a través de unos autoparlantes inmensos que rodeaban a la nunciatura sin interrupciones por tres días, hasta que el Nuncio logró convencer a Noriega para que se entregara a las fuerzas Estadounidenses que rodeaban el edificio.
El 3 de enero de 1990 Noriega se entregó al ejército estadounidense; al día siguiente subió a un avión procedente de Miami, donde al llegar fue recluido en el condado de Miami-Dade en espera de juicio. Fue condenado a 40 años de prisión como prisionero de guerra, luego de salir absuelto en sendos juicios por presunta participación en el ingreso a EE. UU. de cocaína y marihuana, y luego se le redujo la condena a 30 años.
Llama la atención que el sistema judicial estadounidense autorizó que se descongelaran 6 millones de dólares de la fortuna atribuida a Noriega, a fin de que pudiese sufragar los gastos de la defensa encabezada por el abogado Frank Rubino, cuando es inexplicable que pudiera poseer lícitamente esa cantidad.