La solución es tan increiblemente sencilla, que a muchos les va a parecer extremadamente complejo poderla poner en práctica:
La mejor forma de lograr tener a una buena mujer en la vida, y lograr que ella sea feliz al lado de uno (no hacerla feliz, como dice joacko666), es SER UNO MISMO. Con todas las cualidades y defectos que eso supone.
Me ha pasado, y por eso hablo desde la experiencia. Durante 7 años, siempre busqué ser el mejor hombre posible para mis mujeres. Mejorar lo que habia que mejorar, ignorar y pasar por encima de ciertas costumbres y otras cosas, y fueron 7 años de repetidos fracasos, de darme cuenta que me mentía a mi mismo, y cuando uno proyecta esa imagen de mentiroso, nadie va a querer estar con uno.
Un buen día decidí tirarlo todo a la basura, dejar de buscar mujeres y dedicarme a ser yo mismo, a recuperar aspectos de mi personalidad que había enterrado por causa de esas mujeres.... y Bang! en menos de nada, llegó a mi vida (sin buscarla) la persona que viendo mi cruda realidad, mi ser al desnudo, sin máscaras, sin apariencias, se enamoró perdidamente de mi....
Luego, comprendí cual habia sido esa razón, habia dejado de aparentar lo que no soy, y de buscar lo que quería tener, mas no lo que debía tener. Lentamente comencé a entenderla y a verla de igual manera, y hoy puedo decir que tanto ella como yo estamos completamente felices, independientemente de tener una relacion sólida y esas cosas. La presencia del otro nos hace felices, por que aprendimos a entendernos como somos, a asumir esos defectos y a no intentar cambiarlos; un error típico, que lo cometen mas las mujeres que los hombres, es cuadrarse a alguien "malo" para irlo mejorando; nadie le gusta que le entren a debatir sus aspectos que le hacen único, y a que le digan que es lo que tiene que hacer en la vida, o a que le pongan condiciones o clausulas (si no cambia, me pierde).
Conclusión: SEAN USTEDES MISMOS, y llegará la persona que los aprecie tal como son. No se exasperen, eso a veces puede tardar muchisimo tiempo. Algunos se morirán sin encontrar quien los aprecie como realmente son....pero bueno, si nadie llega, pues hay que pensar que no hay quien aprecie esa forma de ser, pero hasta Hitler tenía una mujer que lo amó.