JulianD dijo:elfo... estoy de acuerdo con vos!! Aunque a mi me encanta la programación, espero que no me toque programar... no almenos en los lenguajes comunes que todo el mundo sabe... ojalá me tocara programar en Oracle y manejar cantidades de datos extrabagantes, cosas empresariales....
Las empresas de hoy en día se encargan de contratar recien egresados precisamente para pagarles poquito... que tristeza... y lo peor es que piden como 50 lenguajes, y le ponen a un una cantidad de proyectos y uno lo único que puede hacer es programar bien mal pa poder rendir en todos los proyectos... yo antes me burlaba del desarrollo de muchas páginas aquí en colombia, pero luego de experiementar yo lo que es ser empleado entendí porque a veces esos códigos quedaban como quedaban... realmente triste.
Realmente es triste, y lo peor de todo es que a los mediocres europeos (ESPAÑOLES) sí les pagan arto porque allá las universidades dan muchos créditos pero poco conocimiento.
Ahora todos los países europeos quieren pertenecer a la unión europea, y esta dió varias exigencias que debían cumplir los países pertenecientes para poder estar en este grupo de injusticias contra los que no pertenecen.
Uno de las exigencias era un mínimo número de doctores, era un número tan grande que España no cumplía con este número mínimo, y pues como era necesario sacar ese número de doctores sea como sea, España literalmente empezó a regalar los títulos de doctorados, regalar no en $$$, porque bien caros si están, sino que usted paga ese dineral, va a dormir en ese país y vuelve con el título de doctor, están saliendo literalmente mediocres, trabajos de pregrado en la UN de aquí son mucho mejores que los post-doctorados españoles, sin embargo por el simple hecho de ser de España tiene mas posibilidades de conseguir trabajo, por el título "Es todo un doctor!", por el país (Los extranjeros sobre los nacionales siempre) y por los créditos (dan como 300).
Cuidado con esto... si es jefe de una empresa y le llega un español, consulte sus conocimientos antes de guiarse por los créditos y por el gentilicio.