DirecTV, Netflix, Claro y Movistar le están apostando muy fuerte al contenido propio para seducir a más televidentes. Caracol y RCN dan la pelea.
Si el florero de Llorente –entre canales abiertos y televisión por cable– fue por el servicio de alta definición (HD), la 'Batalla de Boyacá' se librará en el terreno del contenido propio. Las cosas están así. Los canales de televisión abierta no quieren perder participación en su torta de publicidad, que supera el billón de pesos al año, mientras los operadores de cable le apuestan a las producciones propias y a la 'colombianización' de canales deportivos para atraer más abonados.
La rivalidad comercial siempre ha estado a la orden del día entre los dos modelos de negocios, pero se acentúo con el enfrentamiento –que cumple un año– y que está relacionado con el servicio en alta definición (HD) de los canales abiertos. Caracol y RCN piden una compensación económica a los operadores cerrados por este servicio, algo que no les suena a estas empresas. La situación se podría dirimir este 30 de abril, cuando se espera el pronunciamiento de las autoridades de televisión frente a este tema.
Mientras eso ocurre, todas las cartas que están sobre la mesa van por el contenido, en especial el de fútbol. El presidente de Telefónica, Cesar Alierta, lanzó una bomba hace unos días desde Madrid, España, cuando presentaba el balance de la compañía: "Queremos convertirnos en el líder de la televisión de pago en español, con un mercado potencial de 600 millones de clientes en España y Latinoamérica". Para lograrlo, la empresa española se anotó un golazo al suscribir hace poco un acuerdo de derechos audiovisuales por 140 millones de euros con el Barcelona F.C. para las temporadas 2015-2016. El contrato incluye otros 40 millones para promoción en América Latina, donde el club azulgrana tendría 50 millones de fans.
Ahora Telefónica buscará acuerdos similares con otros equipos para hacerles competencia a operadores como DirecTV, con amplia experiencia en transmisión de mundiales y torneos de primera línea como la Champions League.
El fútbol sigue siendo el gran negocio. DirecTV se dio cuenta de ello hace rato y ahora quiere 'colombianizar' la programación que entrega en el país. "Lo primero es que vamos a tener un canal de deportes con el huso de horario para Colombia, lo que nos permitirá establecer los mercados para nuestro país. Producción local de contenido con alta dosis de deportes colombianos y una mezcla de presentadores actuales y el desarrollo de nuevos talentos. También habrá transmisión de deporte colombiano en vivo", explicó a este medio María Elvira Restrepo, vicepresidente de mercadeo de DirecTV.
Para la próxima Copa América de Chile (julio) las apuestas de los operadores se centrarán en transmitir los partidos vía streaming o descarga de video. Plataformas que también vienen desarrollando con éxito canales como Caracol Televisión.
Las cifras de los operadores muestran que estos servicios registraron un repunte sin precedentes durante el Mundial de Brasil y los partidos de fútbol de ligas en España y Colombia.
Las series de producción propia son otro nicho interesante, y Netflix quiere entrar fuerte en la pelea. Después de éxitos como House of Cards y Orange, la empresa estadounidense produce para el mercado regional una serie con talento colombiano enfocado en el tema del narcotráfico. "Es más un documental que otra serie de narcos. El talento es casi todo colombiano", explica Kari Pérez, directora de comunicaciones para América Latina del operador por internet. En 2015, Netflix tiene previsto ocupar 300 horas de producción original que incluye películas y series.
En el mismo camino está DirecTV, que presentó hace unos días una serie sobre boxeo denominada Kingdom. También prepara 'nuevas sorpresas' y producciones con acento latinoamericano.
En Claro Televisión también se nota el cambio. En la parrilla ya tienen cinco canales producidos en casa, uno de ellos dedicado a las noticias (Red+). David Londoño, director corporativo de mercadeo y contenido de Claro Colombia, afirma que el contenido propio será el gran diferenciador frente a la competencia y que la inversión es grande allí. "La televisión se está transformando a un ritmo descomunal. Los televidentes tienen acceso a una gran cantidad de pantallas y el consumo en video está aumentando mucho. En deportes nuestra apuesta por contenido propio es muy alta. Allí tenemos analistas y periodistas colombianos, eso es un valor agregado", dice.
El asunto de fondo es que la pauta no crece al mismo ritmo de las producciones y número de operadores. En la televisión cerrada la torta de publicidad no es tan amplia y se acerca a los $150.000 millones, mientras que en los dos canales más grandes de televisión abierta puede llegar a los $600.000 millones por cada uno. Esa redistribución de audiencias y publicidad se comienza a sentir en los reportes.
El portal de Lamac (Consejo Latinoamericano de Publicidad en Multicanales) publicó que 46,7% del tiempo que los colombianos dedican a ver televisión lo hacen en operadores de cable o suscripción. Una cifra hasta hace unos años impensable.
Los cambios que se están viendo en el negocio de la televisión se parecen más a una revolución que a una tendencia. Los canales tradicionales de televisión ya entendieron que deben salir de la sala de la casa y llegar al metro, los parques, oficinas y Transmilenio. Las tabletas, celulares inteligentes y 4G de internet hacen lo suyo para facilitar este tipo de transformaciones.
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