Vida de Luis Alfredo Garavito, violador y asesino de más de 100 niños, al cine
John Leguízamo será el protagoniza de 'Crónicas', escrita por el director ecuatoriano Sebastián Cordero.
Jack ‘El Destripador’, Ed Gein, ‘El Descuartizador de Milwaukee’, ‘El Estrangulador de Boston’… El cine no le hará el feo a una historia que prometa emociones fuertes, morbo y dinero en taquilla. Por eso, las vidas de muchos de los asesinos en serie, han llegado a la pantalla gigante.
Era cuestión de tiempo que el caso de Luis Alfredo Garavito, el colombiano violador y asesino confeso de más de cien niños, fuera puesto en 35 milímetros. El ecuatoriano Sebastián Cordero se atrevió a resumirlo en el guión de 'Crónicas', su segundo filme, parte de la vida del asesino –que en la cinta se llama ‘El monstruo de Babayó’– y su versión de cómo fue apresado y cómo un periodista latino, radicado en Nueva York (John Leguízamo), participa en su captura.
Cordero, recordado por Ratas, ratones y rateros, habló con este diario sobre su película, éxito en su país y que ha tenido comentarios muy positivos en festivales.
¿Cómo llegó a la historia de Garavito?
Crónicas sale de muchos lugares. Hace años leí un artículo sobre Garavito en un medio colombiano y desde entonces me llamó la atención semejante personaje. Comencé a documentarme sobre el caso y fui armando en mi cabeza el guión de lo que sería la cinta.
Hay muchísimas películas inspiradas en asesinos en serie, ¿qué diferencia la suya?
Claro que las hay, pero todas se van por el estereotipo del asesino en serie y se pierde lo más fascinante: su lado humano, que convive con el monstruoso.
¿Se asesoró de algún psicólogo para el tema?
Por supuesto. También leí mucho del lado científico. Algo que me quedó de esta investigación es que vivimos en sociedades poco tolerantes y es muy fácil decir que tal individuo es un ‘monstruo’, quitándole toda la humanidad que también tiene. Obvio que nada justifica matar a 150 niños, pero hay que intentar acercarse a los motivantes, de cualquier índole, para semejante barbaridad.
¿Cómo le fue trabajando con el actor colombiano John Leguízamo?
Al comienzo me asustó la idea porque es un actor que ha trabajado con grandes directores, como Brian de Palma o Spike Lee, pero resultó ser muy humilde, un actor que está siempre al servicio de la historia y muy inteligente. Siempre pensé en él para este papel, pero dudé cuando lo oí hablar porque su español no es muy bueno. "Es que me quedé con la gramática de cuando tenía diez años", me dijo una vez. Sin embargo, fue muy receptivo y al final trabajamos durísimo para mejorar su pronunciación.
El ‘thriller’ no es un género muy común en Latinoamérica…
Es verdad, pero eso no significa que no haya un público para este género. En América Latina el cine con mucho contenido social puede funcionar en varios niveles, como Ciudad de Dios, Amores perros o Nueve reinas. Yo creo que lo ideal es combinar lo social con una historia de un género cualquiera.
¿Cómo fue el proceso de producción de ‘Crónicas’?
Muy largo. Primero, estuvimos tocando puertas en varios países, hasta que en México logramos la atención de la firma de Guillermo del Toro (director de filmes como Mimic o Blade II). La clave para nuestro cine es tener buenas ideas, pero hacerlas realidad con un bajo presupuesto.
Esta película todavía no tiene distribuidor en nuestro país.
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