A 25 años del debut de Guardiola
En un amistoso disputado ante el Banyoles, Pep fue reemplazado por Vilanova
BARCELONA -- El 31 de agosto de 1988, tres días antes de que debutara en la Liga con el Barcelona B ante el Sabadell, Tito Vilanova, de 19 años de edad, fue llamado por Johan Cruyff para reforzar al primer equipo en un amistoso que se disputó en Elda. Ferrer, Raigón, Francis, Amor, Roura y Danny Muller le acompañaron como componentes del segundo equipo aquella tarde en que el Barça perdió por 1-0 y tras el cual la figura de Guillermo Amor se catapultó. Tito se afianzó en el filial... Y al cabo de ocho meses volvió a ser reclamado por el entrenador holandés para otro amistoso.
Hoy se cumplen 25 años de un partido olvidado en el tiempo pero que se devuelve al primer plano por coincidir con el debut de Pep Guardiola con el primer equipo en un amistoso que, casualidades, quiso que los dos entrenadores que hicieron historia mucho tiempo después fueran protagonistas.
El 1 de mayo de 1989 el Barça acudió a Banyoles para disputar un partido en conmemoración del 75 aniversario de la fundación del club, situado apenas a 40 minutos de Bellcaire d'Empordà. El día antes el primer equipo había goleado al Oviedo en el Camp Nou (7-1) y ya preparaba la final de la Recopa que el 10 de mayo debía enfrentarle a la Sampdoria en Berna, razón por la cual Cruyff y Rexach echaron mano del segundo equipo, completando la convocatoria con algunos futbolistas de la primera plantilla como López Rekarte, Valverde, Soler, Urbano, Unzué o Carrasco.
En el Barça, que ganó el partido por 2-6, se alinearon de salida Guardiola (el debutante desconocido) y Altimira, amigos ambos del tristemente desaparecido Vilanova, quien curiosamente entró en el campo tras el descanso, cuando el equipo azulgrana vencía por 0-3.
Acabado el primer tiempo Cruyff cambió el once inicial de arriba a abajo y Tito Vilanova ocupó en el centro del campo el lugar de Pep Guardiola. Junto a él también entraron en el césped sus amigos (y con el paso de los años colaboradores en la preparación del primer equipo) Roura y Altimira. Fue este último quien marcó el 0-4 apenas comenzar la segunda mitad y Jordi Roura quien logró el 1-6 en la que se dijo mejor jugada de todo el partido y que se inició en los pies de Vilanova.
"Tito era un jugador especial, muy técnico que tenía un guante en el pie. Muy inteligente y con excelente salida de balón", recordó Lluís Carreras, hoy entrenador del Mallorca, canterano como él, nacido cuatro años después y con el que coincidió en el conjunto balear que ascendió a Primera División en 1997.
Integrante del equipo juvenil, Carreras viajó a Banyoles pero no tomó parte de ese amistoso que aún recuerda porque con solo 16 años se vio al lado de los profesionales y mantiene en la retina "la frialdad" de la que hacía ya gala Vilanova. "Quizá estuviera nervioso, pero no se le notaba. Hubo una falta y estando en el campo futbolistas con más veteranía como Soler, se fue decidido a lanzarla... Y lo hizo", explica quien disfrutó de las mieles del primer equipo tiempo después.
El encuentro pasó al olvido, diez días antes de que en Berna el Barça de Cruyff inaugurara la cuenta de títulos con la conquista de la Recopa frente a la Sampdoria de Vujadin Boskov (fallecido también esta misma semana y que fue homenajeado en los duelos de Champions de Múnich y Londres junto a Tito), y el papel de Vilanova se afianzó en el segundo equipo, mientras Guardiola siguió su aprendizaje en el juvenil.
A la temporada siguiente, con el Barcelona B descendido a Segunda B, Vilanova fue protagonista principal de aquel filial en el que Pep tuvo algunas apariciones y al término del curso Tito inició su carrera lejos del Camp Nou, con el Figueres, mientras Cruyff ya le empezó a dar cuerda a su compañero de promoción.
El paso del tiempo los volvió a unir, ya como entrenadores, cuando Guardiola le reclamó en el verano del 2007 para dirigir a su lado el Barça B. La historia a partir de ahí es bien conocida por todos: ascendió el filial, Laporta le dio las riendas del primer equipo a Pep y a su lado permaneció Tito para comenzar la era más dorada de la historia del club azulgrana.
Pero en el recuerdo, íntimo, permanece el 1 de mayo de 1989, hoy hace 25 años, cuando Johan Cruyff citó a Guardiola y en Banyoles el de Santpedor debutó en el primer equipo... Para ser sustituido en el descanso por su viejo amigo, Tito Vilanova.