hay señores, alvaro uribe velez es un reconocido paramilitar que estados unidos tiene en su lista de colaboradores del narcotrafico pero que no les conviene divulgar por que el les esta vendiendo el pais ,revisen por ahora este articulo depues les mostrare mas
http://www.rebelion.org/plancolombia/uribe100402.htm ha recuerden no hay peor ciego que el que no quiere ver y en este pais aunque digan lo contrario las cosas estan mal muy mal ,aunque intenten tapar la verdad los grupos economicos que controlan este pais
en este pais lo que hay es pobreza y el problema de ella no es la guerra sino la maldita corrupcion, si por la guerra mueren 100 ciudadanos por el hambre culpa de la corrucion mueren miles eso sin pensar en las personas que mata en vida al quitarle las oportunidades a la gente y convertiralas en esclavos sin sueños ustedes que son como yo soñadores saben lo que es eso
la democracia en este pais es pura mentira con hambre no puede existir libertad
no es necesario que hagan algo ahora se pueden preparar para ayudar en el futuro ahora lo que pueden conseguir es una vala
no piensen solo en el interes individual piensen en el bien comun uribe solo le esta dando mas a la clase alta de este pais mientras muchos en la calle tienen que comer basura a veces ni comen ven a sus familiares morir por que no los atienden por ser pobres no puedo creer que andemos tan felices por hay sabiendo que hay tanta desdicha en colombia no se como a los demas no les puede doler ver a un niño desde la mañana trabajando como un burro para ganerse unos miserables 2000 pesos mientras otros viven del dinero de sus papis y no hacen un carajo como al bobo este de cordoba y su maldita fabrica de cafe, mientras haya hambre y inconformidad social habra guerra e inseguridad
los almacenes de cadena, uno solo diariamente recoge alrededor de 200000000 de pesos por concepto de iva ¿ahora cuantos almacenes creen hay en cada una de las ciudades? es mucha plata diaria, sumale a eso que la gente tiene que pagar un catastro, impuesto a la gasolina, peajes que son altisimos, impuestos de seguridad en cada ciudad, impuesto en las facturas de los servicios, estampillas entre otras miles de cosas como lo recaudado en parqueaderos publicos, impuestos de turismos
y creen que es justo que con toda esa plata no quieran mantener los poquitos y precarios hospitales colegios y universidades que hay
toda esa plata que trabajan los colombianos va al bolsillo de personas que nunca en su vida en hecho un sacrificio personas sin ninguna clase de inteligencia que ni el principito se habran leido estoy hablando de los politicos de este pais que ni un plan de desarrollo sabran hacer son personas inutiles ignorantes que engañan al pueblo con pura lengua, por esa mala constumbre de los colombianos de creer mas en las palabras que en las acciones y mas en el que tiene plata que en los pobres si prestaran buena atencion a lo que dicen se darian cuenta que son una cantidad de incongruencias y sandeces con las palabras mas rebuscadas del diccionario.
muchos de estos politicos son los mismos narcos, mercenarios y contrabandistas de este pais que han ello sus empresas a costa del dinero publico
muchas de las empresas colombianas se hicieron con dinero de los colombianos
¿quieren saber cuales pidamelas por mensaje privado?
despierten si una solo persona no importara no matarian a los lideres estos ladrones de la patria le tienen miedo al pueblo
http://www.jornada.unam.mx/2006/07/12/032a2pol.php
josé Steinsleger /II y último
¿Quién es Alvaro Uribe Vélez?
El balón iba y venía pero la torpeza de los jugadores quitaba fluidez al juego. El público asistente permanecía en silencio. Frágil y endeble, la elasticidad del balón no era la apropiada. Uno de los jugadores dijo: "Ojalá la próxima vez lo inflen, antes del partido". Los equipos soltaron feroces carcajadas.
Celebrado el 27 de febrero de 1997 en el poblado Bijao del Cacaricá (noreste de Colombia), el partido tuvo dos ganadores y... un perdedor: dos goles para las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, paramilitares) y cero goles para los soldados del glorioso Ejército Nacional de Colombia. El perdedor se llamaba Marino López, cuya cabeza sirvió de balón.
¿Cuentos de terror de H.P. Lovecraft o Stephen King? Con puntos y comas, la historia fue contada por el gran periodista Fernando Garavito (ex columnista de
El Espectador), quien como tantos otros vive en el exilio debido a las dificultades para trabajar en "... un Estado democrático y autónomo, donde las formas de pensar y expresarse están reconocidas como básicas en la construcción de la civilidad y el desarrollo".
Los incidentes del partido inserto en las tácticas contrainsurgentes del ejército colombiano (Operación
Génesis) fueron calificados de "menores" por el general Rito Alejo del Río, comandante de la 17 Brigada, con asiento en Carepa (municipio del Urabá, dependiente de la gobernación de Antioquia).
Enterado de las atrocidades cometidas en los pueblos del Urabá por militares y paramilitares (dos caras de la misma moneda), el gobierno del presidente Andrés Pastrana llamó al genocida a "calificar servicios". En cambio, en un banquete de desagravio Alvaro Uribe Vélez (entonces gobernador de Antioquia), le dio el título de "Pacificador de Urabá".
Ganaderos y políticos, terratenientes y banqueros, narcotraficantes y ex presidentes, paramilitares y militares empezaron a ver con simpatía los llamados a la "mano dura" del joven gobernador antioqueño. Tecnócrata austero, medio místico y con pensamiento propio, Uribe Vélez venía desempeñando, con gran "eficiencia", distintos cargos en la función pública.
Como director de Aeronáutica Civil (1980), Uribe Vélez fue acusado de conceder a los pilotos del
cártel de Medellín licencias de vuelo con qué poder trasladar los cargamentos de droga); como alcalde y concejal de Medellín (capital mundial de la cocaína), hizo negocios redondos con el
supernarco Pablo Escobar Gaviria (1980-1984); como senador de la República impulsó el modelo neoliberal (1986-1994), y como gobernador experto en "negociación de conflictos" (Universidad de Harvard, 1993), Uribe Vélez puso en marcha el "Estado comunitario", cuya característica principal fue armar a la población civil en la lucha contra las guerrillas de las FARC y el ELN.
El programa, auspiciado por Harvard, consistió en la capacitación de 82 mil personas en la "negociación pacífica de conflictos" (sic) y en la promoción de las cooperativas en el medio rural (Asociación de Seguridad Pública Privada "Convivir"), que sirvieron de cobertura legal a los paramilitares de las AUC.
Vulgar nido de asesinos avalados por una institución internacional de "excelencia académica", la gobernación de Antioquia fue el centro de operaciones de las AUC. Epoca en que a sus jefes (delincuentes confesos como Carlos Castaño y Salvatore Mancuso) se les veía entrar y salir de la venerable institución como Pedro por su casa.
Las AUC se constituyeron legalmente el 18 de abril de 1997. Es decir, poco después de aquel macabro partido de futbol celebrado en Bijao del Cacaricá. Las denuncias internacionales menudearon y el Departamento de Estado se vio en la desagradable obligación de comunicarle al "Liberador de Urabá" (Uribe Vélez, según los ganaderos) y al "Pacificador de Urabá" (Alejo del Río, según los terratenientes) por sospechosos de narcotráfico y terrorismo.
Durante algunos años Uribe Vélez no pudo entrar a Estados Unidos. Pero, bueno, las cosas han cambiado. ¿No anda Washington buscando a Bin Laden, su antiguo aliado?
En 1998, el British Council de Bogotá concedió al actual jefe de la Casa de Nariño (presidencial) la beca Simón Bolívar y fue nombrado docente en calidad de "senior associate member" del Saint Anthony's College de la Universidad de Oxford (Inglaterra).
En Oxford, Uribe Vélez entabló amistad con otro pescadito de la "democracia moderna": el ex guerrillero Joaquín Villalobos, asesino del poeta Roque Dalton. Hombre de negocios, Villalobos convenció a Uribe Vélez de que las FARC serían derrotadas en cuatro años.
Científicamente hablando, es verdad que nadie puede probar que el presidente Uribe Vélez sea un "monstruo con cara de niño". Sin embargo, la verdad histórica demostró, políticamente, que Pinochet fue un "monstruo con cara de monstruo". Ni el uno ni el otro tienen las manos manchadas de sangre. Sólo se limitaron a timonear el curso de navegación.
http://www.anncol.org/es/site/doc.php?id=2232
¿Quién es Alvaro Uribe Vélez?
Política
Uribe Vélez, [2002- ]
Veinte procesos penales, dieciséis investigaciones y once pielgos de cargos tenia a su haber en la campaña electoral del 2002. ¿Cómo se explica el doble apoyo masivo a un monstruo con cara de niño que en su vida política se caracterizó por articular en su persona la irascibilidad bestial de personajes como Somoza, Trujillo, Pinochet,...?
[José Steinsleger ]
Cuando en 2002 Alvaro Uribe Vélez se lanzó de lleno a los comicios presidenciales, la Procuraduría de Colombia informó que el candidato tenía 20 procesos penales en indagación preliminar, 16 investigaciones y 11 pliegos de cargos por irregularidades de contratos indebidos durante su gestión como gobernador del departamento de Antioquia (Medellín).
Liberal "independiente", Uribe obtuvo 53.1 por ciento de los votos y asumió el cargo ante cinco ex presidentes y varios jefes de Estado de América del Sur. Minutos antes de la ceremonia de transmisión de mando, los invitados debieron buscar refugio a causa de una lluvia de granadas de dinamita lanzadas por morteros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los proyectiles dieron blanco en el Congreso nacional, integrado en sus tres cuartas partes por diputados y senadores vinculados a los cárteles del narcotráfico y los paramilitares. Días después del atentado, Uribe declaró el estado de "conmoción interna", y Colombia empezó a vivir su peculiar concepto de "seguridad democrática", diseñado con ayuda de los expertos en "gestión de conflictos" de la Universidad de Harvard.
Por entonces, el director para América Latina de la revista Newsweek, Joseph Contreras, autor de una biografía "no autorizada" de Alvaro Uribe Vélez, releía sin ánimo las últimas palabras que cerraban su excelente investigación: "Todo en la campaña de Uribe es equívoco. Pero una equivocación más no la resiste Colombia".
¿Se equivocaron los colombianos en 2002? En todo caso parece que tampoco se equivocaron el pasado 28 de junio, cuando Uribe Vélez se convirtió en el primer presidente relecto de Colombia, con 7 millones 363 mil 297 votos, más de un millón y medio de los conseguidos cuatro años atrás.
¿Cómo se explica el doble apoyo masivo a un monstruo con cara de niño que en su vida política se caracterizó por articular en su persona la irascibilidad bestial de personajes como Somoza, Trujillo, Pinochet, Stroessner y Videla, con la gélida racionalidad genocida de un Henry Kissinger o un Donald Rumsfeld?
A los expertos en sicología social profunda dejamos el análisis del intríngulis. Pero a los colombianos que luchan por un país mejor enviamos un emotivo saludo por algo que los medios de comunicación afiliados a la Sociedad Intermericana de Prensa (SIP) y las "democracias" de Occidente silenciaron unánimemente: el heroísmo cívico que en medio del terrorismo de Estado y las matanzas sin fin depositó 2 millones 608 mil 914 votos a favor de Carlos Gaviria, candidato del Polo Democrático Alternativo.
Colombia se ha convertido en un gran laboratorio del fascismo moderno donde se experimentan las nuevas fórmulas del quehacer político dominante: relevo del mando constitucional (que los medios insisten en llamar "democracia"), fraudes cibernéticos electorales, explícitas o sutiles campañas de insidia y confusión, y "debates" televisados con "analistas" de opinión "equilibrados", tipo Andrés Oppenheimer.
El propósito del fascismo moderno exige que a escala universal permanezcamos impasibles ante la orgía de masacres que acontecen "lejos" (como las de Irak o Palestina), en tanto las que tienen lugar "cerca" (como Colombia) son resultado del "caudillismo", el "populismo" y la violencia "de los unos y los otros". La globalización excluyente exige de personas inteligentes y talentosas.
El "método Auschwitz" quedó atrás. En varios países del mundo trabajan grandes equipos de sociólogos, politólogos, sicólogos, comunicólogos y pedagogos, cuya finalidad consiste en probar, "científicamente" que, en el abanico ideológico de las sociedades, izquierdas y derechas representan 50 y 50 por ciento de la voluntad electoral, pero que a la derecha (depositaria de la "prudencia" y la "gobernabilidad") le toca imponerse con la mitad más uno de los sufragios emitidos.
En tal sentido, el presidente proyanqui Uribe Vélez (nacido en 1952 un 4 de julio, así es la vida) ha demostrado ser maestro de maestros. Plinio Apuleyo Mendoza (el más caracterizado periodista de extrema derecha de Colombia) explicó que el esquema paramilitar de Uribe a través del sistema de cooperativas Convivir "... entran con mucha naturalidad en el esquema de 'Estado comunitario' que se desarrolló cuando era gobernador de Antioquia".
El autor de El olor de la guayaba añadió en la revista Semana, de Bogotá: "Si la comunidad se organiza y juega un papel nunca antes jugado en programas como la educación, la salud, o la capacitación, la seguridad también es un asunto en el cual le corresponde intervenir" (21/7/97).
Sin embargo, Joseph Contreras recuerda en su libro que en julio de 1997, la Secretaría de Derechos Humanos y Libertades con sede en Madrid condenó la visita de Uribe Vélez a España, asegurando que "... las Convivir fueron utilizadas por los terratenientes y los narcotraficantes para aplicar la política contrainsurgente de tierra arrasada en numerosas zonas campesinas y en la misma capital antioqueña".
Ejército de Colombia… ¿ejército mercenario?
Por: Juan Leonel y Luis Pedro
La historia del Ejército es una deshonra para Colombia porque la clase dominante lo convirtió en máquina de guerra contra los trabajadores y contra el pueblo. Para eso le destruyeron su digno origen bolivariano, sepultando en el olvido las gestas heroicas que lo llenaron de gloria cuando dirigido por Simón Bolívar, se convirtió en Ejército Libertador, no solamente para los colombianos, sino para venezolanos, ecuatorianos, peruanos y bolivianos.
La burguesía traidora de los ideales del Libertador, lo convirtió en un Ejército mercenario. Empezando con el atentado contra Simón Bolívar, organizado por el general Francisco de Paula Santander; siguiendo con el cobarde asesinato del mariscal Antonio José Sucre, quien fue acribillado en una vil emboscada ordenada por el general José María Obando.
En 1950 el tristemente célebre Batallón Colombia fue enviado como carne de cañón a Corea a participar en la guerra de EE.UU. contra ese país, sólo para cumplir compromisos con el gobierno estadounidense. Hubo centenares de muertos y heridos en la agresión a ese país que no estaba en conflicto con Colombia.
El Ejército de Colombia ha cometido muchos asesinatos selectivos y masivos en defensa del Régimen Político y de los gobiernos bipartidistas excluyentes: la masacre de las bananeras el 6 de diciembre de 1928; la masacre de los trabajadores cementeros en Santa Bárbara, Departamento de Antioquia, en la década de 1960; la masacre de los campesinos en Villarrica, Departamento del Tolima en 1955; la agresión a Marquetalia, Río Chiquito, el Pato y el Guayabero en 1964; las desapariciones en el Palacio de Justicia en 1984; las masacres en Guaitarilla, Jamundí y decenas que se haría muy largo enumerar en éste artículo.
Completamos este catálogo de la vergüenza, con la empresa de mercenarios que han montado en la Escuela de Caballería al norte de Bogotá, en el mismo sitio donde han torturado y desaparecido a millares de colombianos. Allí entrenan a los mercenarios que oficiales del Ejército reclutan para ir a la guerra de Irak. La empresa se llama ID Systems, ofrece pagar un salario de 6 a 7 mil dólares mensuales.
Pero cuando llegan a su destino final, Bagdad, se encuentran con que el documento firmado no es más que un contrato leonino por mil dólares mensuales. Estando ya en sus lugares de trabajo, les quitan el pasaje, el pasaporte y quedan secuestrados por los Yanquis. Ver revista semana de Bogotá, del 21 al 27 de agosto del 2006. No solamente han traicionado al Ejército de Bolívar sino que lo han convertido en asesinos, torturadores y mercenarios.
Desde hace 60 años, al Ejercito lo han usado en una guerra interna, con el pretexto de combatir al comunismo primero, luego el narcotráfico y ahora el terrorismo. Los muertos? Son campesinos obreros y gente del pueblo, pues los oligarcas jamás pagan el servicio militar obligatorio, no, eso es para los pobres, qué mejor que se maten entre ellos, mientras algunos oficiales de alta graduación y los grandes oligarcas están en sus escritorios.
Si los Mandos no obtienen el resultado que EE.UU. y la oligarquía quieren, caen rayos y centellas sobre ellos, al punto que en lo corrido del actual gobierno, unos fueron destituidos, otros han renunciado o suicidado. Contando así rapidito, ya más de 35 generales. Así están pagando Uribe, Bush y la oligarquía colombiana a los oficiales y suboficiales del Ejército.
El Plan Patriota, programado para cuatro meses por la oligarquía, la cúpula militar y los oficiales estadounidenses, cumple en diciembre del 2006, tres años, convirtiéndose en un estruendoso fracaso. Han muerto más de 2.000, soldados y más de 9 mil han sido heridos; centenares han sufrido la leishmaniasis, el paludismo y otras enfermedades propias de la selva. ¿A quién están persiguiendo?, ¿narcotraficantes?, no, ¿paramilitares?, no. Están persiguiendo torturando y matando a los campesinos, fumigando la flora y la fauna de la cuenca amazónica, causando un grave daño ecológico a la región y a la Amazonia como un todo ¿Será éste el papel de un Ejército patriota y soberano?
Los oficiales, suboficiales y soldados deben reflexionar pues no es posible seguir al servicio de una oligarquía voraz, corrupta y asesina que ha llevado la institución militar a su más profunda crisis que haya conocido en toda su historia.
Veamos el editorial de El Tiempo de Bogotá agosto 29, 2006… “Cuando aún no termina de enfriarse el escándalo por la masacre de un grupo de élite de la Policía a manos de una patrulla del Ejército, el pasado 22 de mayo, en Jamundí (Valle del Cauca), han estallado dos nuevos incidentes que involucran a los militares en prácticas absolutamente contrarias a las de la institución que representan”.
”Se trata de dos casos a cual más preocupantes. Uno es el de dos soldados de la IV Brigada que, en días pasados, en Briceño, en el norte de Antioquia, fueron perseguidos y abaleados por gente de la población luego de extorsionar a un apreciado líder de la localidad. El otro caso, aún más comprometedor, es el de un capitán, dos suboficiales y cuatro soldados de la II Brigada y un miembro del DAS, asignados al Gaula del Ejército, que la Fiscalía capturó por presunta responsabilidad en la muerte de seis personas en Atlántico”.
“Los seis muertos fueron presentados por la Brigada como caídos en una operación de rescate de dos supuestos secuestrados. Sin embargo, hay indicios de que se trataría más bien de un eventual ajuste de cuentas entre presuntos involucrados en una deuda por narcotráfico, en la cual estaría por esclarecerse la participación de los militares. Para colmo, no hay trazas de los dos 'secuestrados', que desaparecieron como por arte de magia”.
“¿Cuántas 'manzanas podridas' hacen falta para afectar todo el barril? Esta es la pregunta de cajón ante la repetición de incidentes que, en otras latitudes, generarían debates de fondo sobre la formación y conducción de las Fuerzas Armadas”
Seguimos con las infamias dentro del ejército, resulta que ahora se descubre que la misma institución está dedicada a fabricar atentados y poner carro-bombas, matando e hiriendo a soldados humildes, todo por cobrar la recompensa y echarle la culpa a la guerrilla. El descrédito no puede ser mayor. El Fiscal General sale a decir que no hay pruebas y que fue la guerrilla, pero no hay caso ahí están los videos y las grabaciones de los oficiales que participaron.
El presidente Álvaro Uribe Vélez sale a decir que fue una operación encubierta, esa historia no se la creé nadie, es una ofensa a la inteligencia, a los periodistas, a los intelectuales, al pueblo tratar de venderle semejante novelón.
Las declaraciones del Fiscal General Mario Iguarán y las del presidente lo que hacen es confirmar que hay una política oficial de Terrorismo de Estado, que no mide las consecuencias de matar inocentes con tal de justificar la represión respaldada en la maltrecha política de Seguridad Democrática.
Como podemos observar, la formación y la conducción de las Fuerzas Militares, dista mucho de un Ejército para la defensa de las fronteras y la soberanía del país. Todo lo contrario, ha sido puesto al servicio de los EE.UU., para la defensa de sus intereses políticos y económicos, ha sido involucrado en un conflicto interno que los gringos han desarrollado durante 61 años, con el fin de apoderarse de las riquezas del país y el Continente.
Corresponde a oficiales y suboficiales, reflexionar sobre la situación por la que está atravesando la Institución, observar la actuación del Ejército de la hermana Republica Bolivariana de Venezuela y, junto con todos los militares patriotas, sectores económicos que no estén vinculados con el narcotráfico y el paramilitarismo, el movimiento insurgente y las diferentes organizaciones sociales y políticas que están por un cambio de régimen, sentarnos de una vez por todas a diseñar un nuevo país. La nueva Colombia en Paz y con Justicia Social donde las armas de la República no sean disparadas contra los ciudadanos y estén preparadas para defender la soberanía y la independencia.
articulo
http://www.farcep.org/?node=2,2289,1