Bogotá es "especial", en el sentido de incompetencia absoluta. Por un lado, la alcaldía de Sammy sabemos que fue un desastre, y antes me sorprende que el único que parece pagar los platos rotos haya sido el Polo cuando el tipo gobernó con el Concejo en pleno, el mismo que hace unos días tumbó un proyecto para elegir contralor y personero por concurso de méritos, en lugar de elegirlos a dedo. Por otro lado, a Petro no le dieron los tiempos. Los estudios están, pero tras un montón de demoras. Lo bueno es que ya existen. Y ahora, llega un alcalde del cual no sabe qué esperarse, y es una verdadera ruleta rusa, a meterle más incertidumbre al proyecto. Por no contar todos los retrasos anteriores. Esa incompetencia trasciende izquierda y derecha.
Además, tampoco ayuda algo que me han dicho algunos amigos ingenieros: Bogotá tiene pésimos suelos para un metro pesado, al menos en el corredor oriental el cual es precisamente el de mayor demanda. No me sorprendería si parte de los retrasos en los estudios de ingeniería se deben a estos.
Creo que se refiere al cheque "simbólico" que Santos le dio a Petro a inicios de año. Ese cheque fue parcialmente canjeado el lunes después de las elecciones, cuando el Confis autorizó los recursos:
http://caracol.com.co/emisora/2015/10/26/bogota/1445898443_130657.html . Copio y pego algo del mismo enlace:
"El aval fiscal es un requisito previo para que una vez se concreten la institucionalidad y los detalles del proyecto, éste pueda ser analizado por el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes)."
Cuando se firme el Conpes de la plata del metro, ya se puede decir que ese cheque ha sido totalmente canjeado y la platica estará asegurada para el proyecto por el Gobierno Nacional. Lo malo está en la mención a "institucionalidad y detalles del proyecto". Al Gobierno le falta una parte muy importante, la estructuración financiera del proyecto por parte de la FDN. La cual fue paralizada debido a que Peñalosa abrió la boca para mencionar su "petrada" de metro elevado por la Caracas.
Insisto, a este paso la única forma que salga un metro es que el Gobierno le quite a Bogotá la responsabilidad del proyecto y luego le cobre su parte "por derecha". Algo así pasó en Lima: los alcaldes de Lima no querían hacer metro, querían meter sistemas tipo Transmilenio. El gobierno peruano se molestó, le quitó a Lima el manejo del Metro, y gracias a eso ya están construyendo la segunda línea.
PD: mi queja con el metro elevado no es sólo estética, también es monetaria. Un metro elevado mal hecho disminuye el valor de los predios que lo rodean. Casas que valen menos, casas que recaudan menos impuestos, ven menos actividad económica y se pueden convertir en focos de delincuencia. Mi crítica va por esas consecuencias.