Llega el general a visitar a sus tropas de la legión extranjera y el capitán se ofrece a mostrarle las instalaciones.
El General supervisa todo, y observa que el Capitán se salta una de las puertas.
- Sólo por curiosidad Capitán, esa puerta que nos hemos saltado ¿qué es?
-Verá General... en esta puerta tenemos a la camella... como usted comprenderá, somos 150 legionarios... que nos pasamos meses enteros en completa soledad... y para mantener la moral de la tropa alta, me pareció bien permitirlo...
- Está bien, Capitán, si eso mantiene la moral de la tropa alta...
Pasa un mes, y el General comienza a sentir la abstinencia de sexo y decide ir al Capitán y confesárselo.
- Mire... ya llevo un mes aquí... yo también soy un hombre... ¿podría hacer uso de la camella?
- Por supuesto mi General, le comprendo perfectamente, aquí tiene la llave.
El general se va donde la camella, y a los 20 minutos sale subiéndose la bragueta. El Capitán que lo ve le dice:
- ¡¿Pero cómo, mi General?! ¿¿¿Sólo 20 minutos???
- ¿Cómo que sólo 20 minutos? ¿Cuánto tarda un soldado raso?
-Hombre, no sé, pero el pueblo más cercano está a una hora, así que una hora para ir y otra para volver.
Estaban dos amigos hablando y uno le dice al otro:
Te vendo mi auto.
El amigo preocupado le dice:
¿Por qué lo vendés, no sirve o qué?
Sí sirve, le dice el amigo, pero tiene muchos kilometros.
Pero entonces tengo la solucion, Mándalo a un taller para que se le saquen un poco el kilometraje y parezca mas nuevo.
Al día siguiente se encuentran nuevamente y le pregunta:
Le hiciste lo que te dije, ¿todavía vendes tu auto?
A lo que el otro le contesta:
¿Cómo que si lo vendo? ¡Si mi auto está nuevo, no tiene kilometros!
Nunca preguntes algo de lo que deberás disculparte !
Una dama entra a una farmacia y le pide al farmacéutico:
-Por favor, quisiera comprar arsénico.
Dado que el arsénico es muy tóxico y letal,
el farmacéutico quiso saber más datos antes de proporcionarle la sustancia.
-¿Y para qué querría la señora comprar arsénico?
-Para matar a mi marido.
-¡Ah, caramba! Lamentablemente para ese fin no puedo vendérselo.
La mujer sin decir palabra abre la cartera y saca una fotografía
del marido haciendo el amor con la mujer del farmacéutico.
-¡Mil disculpas!, dice el farmacéutico.
No sabía que usted traía receta...!!!.
Habia una vez un par de perros bravos... que no se hablaban.
auron632 dijo:jajajajajajajaaj marta eres buena
y amando mi privado ---
que pna pero en el trabajo me restringieron la pagina y no habia podido entrar ,,, tambien me restringieron el trabajo y ahora estoy desempleado .. ojala me paguen por los chistes¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡