En Cali a finales del 2022 un ciudadano de bien le estalló un tiro por detrás en la cabeza a un ladrón que huía luego de robarle un espejo del carro en un semaforo. Por los medios nunca se supo que pasó con el asesino que ejecutó al ladrón de forma cruda y desmedida, pero se racionalizó el asesinato como una especie de ajusticiamiento. Esa es la sociedad en la que se pretende armar a la gente: una en la que un espejo de un carro vale mas que la vida humana.