El manejo del tráfico y la movilidad en Bogotá debe llevar a soluciones creativas o mejor dicho "
disruptivas" que beneficie tanto a usuarios como a prestadores del servicio, por ello me parece que tendría algún sentido, por ejemplo, cobrar la carrera por tiempo y no por distancia.
En todo caso, en Bogotá el problema con el transporte en taxi para mí tiene varios niveles:
El primero de ellos es lógicamente el de la vigilancia y el control en el cumplimiento de las normas mínimas de prestación de un servicio de transporte:
Para conductores
- Verficación de la aptitud física y mental para ejercer ese empleo
- Verificación de unas competencias mínimas sobre conducción y comportamiento en vía
- Conocimiento AMPLIO de las normas de tráfico
- Control de antecedentes penales y administrativos por multas e infracciones
Para las empresas
- Que dispongan de herramientas de gobierno corporativo, esquemas de responsabilidad solidaria por el pago de multas e indemnizaciones
- Sistema de atención de quejas de usuarios auditados por la autoridad de tránsito
- Establecer afiliación obligatoria y pago compartido con el propietario del taxi en materia de salud y pensión para conductores
Sin un esquema de regulación más o menos parecido a esto que acabo de mencionar, pasa lo que vivimos ahora. Se les otorga a los taxistas una especie de concesión exclusiva para el transporte de pasajeros y como nadie más lo puede hacer, entonces su posición de dominio sobre el consumidor lleva a la comisión de abusos como los ya relatados.
Desafortunadamente es poco probable que esto cambie porque el modelo es perverso, el derecho a circular proviene del llamado "cupo", que vale mucho más que el vehículo nuevo, en consecuencia, los costos de operación de un taxi son sumamente altos (y no sólo por el cupo, también está el seguro. mantenimientos, gasolina, etc.) como se supone que desde hace varios años el número de cupos está "congelado", es claro que el incentivo por mejorar la calidad de servicio que brindaría un esquema de libre competencia, no es aplicable.
Así las cosas, tenemos a unos señores (y unas pocas damas
) que creen tener algo así como un "derecho adquirido", una suerte de
título minero que no se les puede quitar bajo las amenazas constantes de bloqueo, parálisis y vandalismo. No entienden que su trabajo depende de una autorización estatal que así como un día se otorgó también se puede revocar.
Sin dejar de mencionar que el gremio (o por lo menos quienes se han enriquecido a costa de nuestra necesidad de transporte, para unos, y trabajo, para otros)ha logrado cabildear lo suficiente como para enquistarse en el órgano que "legisla" (el Concejo de Bogotá) y en el órgano que hace cumplir las normas (la Secretaría de Movilidad) bloqueando con ello cualquier intento de reformar el estado de cosas actual.
En mi experiencia personal, sólo tengo quejas, estos señores dizque "profesionales del volante", lo único que demuestran es que son unos completos ignorantes de las normas mínimas de tránsito y de conducción segura. La simple práctica (pero con efectos letales) de dejar la silla del copiloto reclinada hacia adelante y el cinturón de seguridad trasero oculto o desmantelado, demuestra un desprecio absoluto por la vida del pasajero, quien en caso de una colisión frontal o lateral saldrá inexorablemente
despedido fuera del carro.
¿Comodidad para el pasajero? parte de lo que he dicho líneas atrás ha creado sobre el taxista el imaginario que él es quien nos hace una caridad, por lo tanto hay que conformarse con la música, noticias o culto religioso que al señor le parezca, porque no estamos en un vehículo público, no señor, es SU CARRO y más nos vale ser agradecidos y generosos con la propina. Debemos tolerar sus onomatopeyas, sonidos varios y charla vulgar por el radio de su empresa (cosa que por cierto es ilegal y configura el delito de uso no autorizado del espectro radioeléctrico nacional).
Las pasajeras en falda, debe tolerar miles de espejos posicionados estratégicamente con el fin de que al menor de los descuidos, el conductor dirija su miradas lascivas, ofensivas, como un depredador sexual al acecho siempre....
Y los que se creen "tuners", llenos de relojes (gauges), "extintores" y otros "gallos" en el pilar A del vehículo, los cuales saldrán disparados a nuestra cara en caso de colisión. Suspensiones recortadas y rines inmensos que obligan al uso de llantas de bajo perfil que amplifican hasta el dolor el paso sobre un chicle pegado al asfalto. Si el negocio no es rentable ¿cómo pueden comer, y fuera de eso pagarse esos lujos?.
Y la cereza del pastel, ver como se ofuscan, cómo se quedan adentro del carro haciendo
mala jeta y sacándose los mocos cuando deben trasportar a un discapacitado, a una persona muy mayor, etc... ese es el sentido de patria, de sociedad que tienen estos "profesionales".
Por esto y por todo lo que ustedes ya han dicho es que sueño con el día que alguien lidere un "paro de usuarios" un día sin taxi (o varios días!!!) que todos los que les damos de comer hiciéramos el sacrificio de viajar en otra vaina, para que sepan que es el usuario quien merece respeto y quien manda.
P.d. tengo familiares que manejan taxi (puedo dar fe que son muy correctos, como muchos otros con quienes he viajado), pero no por eso voy a dejar de decir las cosas como son.
Salu2