Esos impuestos sobre comidas dañinas son totalmente necesarios. Ya hay datos que han funcionado en muchas partes. En Colombia en varios gobiernos ha salido la propuesta, van y las grandes marcas hacen su loby, pagan su tajada y siguen como si nada... Adicional a grasas saturadas, comidas procesadas y bebidas con altos contenidos de azucar refinada (la peorsita), están los productos con gran cantidad de conservantes...
Un ejemplo atemporáneo, es que si hoy el aguardiente no tuviera el impuesto que tiene, y se lo fueran a poner , salen todos los bebedores a poner el grito en el cielo y las licoreras y fábricas de licores a decir que habrán despidos...
Yo apoyo 100% la medida, la mayoría de los que se están quejando ni sentirán el efecto económico real de pagar de mas por sus gustos dañinos (el pago de mas no va a ser como con el cigarrillo o alcohol...). El que no pueda pagar el excedente, será un bendecido y tendrá mejor salud... Esas medidas realmente terminan funcionando, desincentivan el uso de ciertos productos dañinos y el efecto también es en ahorro a largo plazo en sistemas de salud que deben cubrir casos de soprepeso, deficiencias cardiacas o renales...
Obviamente habrá otras comidas que también suban el nivel de colesterol malo, glicemia y factores asociados a problemas de salud, pero son 2 peleas distintas.
Sobre el debate del jugo:
Yo intento no tomar mucho jugo, aunque si tomo, pero prefiero consumir la fruta y controlo la cantidad de fruta al día, o consumo en mayor medida las que no eleven índices glucémicos, como por ejemplo los arándanos. Pero las frutas y jugos, traen cosas muy buenas para el organismo y por eso son incluidos en dietas balanceadas, porque traen vitaminas y minerales necesarios.
El que diga que una gaseosa trae algo bueno para el organismo, si está buscando llevarse el punto lléndose por las ramas.
Yo, si no puedo comerme una fruta, me tomo el jugo de sobremesa sin problema. Pero nunca voy a sentir que me faltó tomarme la gaseosa del día...
Normalmente mi sobremesa es agua simplemente y es perfecta para mí. Hace unos 8 años decidí abandonar las gaseosas con azucar y bebidas azucaradas, luego salí también de las sin azucar (hay mucha polémica sobre el efecto de los endulzantes sustitutos del azucar en el organismo ) y finalmente quedé tomando agua. Un vez que uno se acostumbra, es una maravilla.
Lo hice porque sí, no tengo ninguna afección que me llevara a hacerlo.
Lo que si hago es mucho ejercicio y me gusta leer bastante de como alimentarse para no perder el trabajito del gimnasio y las canchas de tenis....
Suerte,